La desinteresada ayuda de los voluntarios en las elecciones
Un grupo de jóvenes y adultos se levantó temprano ayer con el único objetivo de colaborar para que otros ciudadanos con problemas de movilidad o adultos mayores pudieran ejercer su derecho a voto.
Entre los miles de electores que llegaban a los distintos recintos de votación de San Antonio, se podía ver a jóvenes y adultos que estaban ahí para ofrecer su ayuda: los integrantes de la Defensa Civil y las voluntarias de la Cruz Roja.
Durante todo el año, los voluntarios se preparan para atender a la población en diversas situaciones y, por supuesto, en las elecciones, donde cumplen una labor que muchas veces pasa desapercibida, pero que es clave para que muchos ciudadanos puedan ejercer su derecho.
Sin hacer alardes, ellos están dispuestos a dar lo mejor de sí en estos momentos históricos para el país, porque, como dicen, "les nace del alma".
Defensa Civil
Antes de las 8 de la mañana los integrantes de la Defensa Civil arribaron a los distintos locales, con el objetivo de prepararse para la llegada de los ciudadanos. En los ingresos de los colegios, estos jóvenes, con sus característicos uniformes azules, estaban listos para solucionar dudas y ayudar a las personas con discapacidad y a los adultos mayores.
Entre la multitud, que llegaba ansiosa por encontrar su mesa, Francisca Gómez (24) estaba atenta para ayudar a quienes lo necesitaban, ofreciendo amable su brazo a los adultos mayores o haciendo las gestiones con los jefes de local para que aquellos que tienen problemas de movilidad pudieran votar sin tener que subir las escaleras.
Francisca lleva ocho años trabajando en la Defensa Civil. "Ingresé cuando tenía 16 años porque fueron unos voluntarios a hacer demostraciones de lo que hacían a mi colegio y me interesé por esta labor", cuenta la joven.
Desde que comenzó, ella dedica todos los días sábado a la Defensa Civil, donde ha aprendido primeros auxilios, rescate, traslado y patrullaje. "Mis compañeros y amigos me decían que era fome, porque tenía siempre ocupados los sábado en la tarde, pero yo les decía que quería ir porque me gusta mucho ayudar a la gente", indica la joven, que fue la encargada de la Defensa Civil en el Grupo Escolar.
Ella cuenta que su principal motivación es servir a las personas. "Me encanta ayudar a la gente y allí nos enseñaron distintos modos de hacerlo. Ha sido una experiencia reconfortante para mí. Las gracias de las personas son mi recompensa, sobre todo de los adultos mayores, que tienen más inculcado el deber cívico. Nosotros les ayudamos, estamos corriendo para ellos y nos agradecen de una forma que me gusta. El gracias para mí es una satisfacción", afirma Gómez.
Kevin Dupret (20) es otro de los voluntarios que estaba presto para ayudar en el Grupo Escolar. "Llevo cinco años y comencé por un amigo que me contó que se ayudaba a las personas y me interesó, por lo que altiro me fui a inscribir", cuenta el joven que durante todo el día facilitó que muchos sanantoninos pudieran votar.
La primera vez que le tocó participar en comicios fue para la anterior elección presidencial. Kevin recuerda perfecto ese momento: "Estaba muy nervioso y emocionado a la vez. A ratos los nervios me comían y no sabía muy bien qué hacer con las sillas de rueda o con los abuelitos, pero ya he ido aprendiendo y tengo más experiencia ayudando a la gente. Ya sé qué hacer con los abuelitos o cómo reaccionar en caso de un desmayo o un accidente", señala.
"La tercera edad siempre es muy cariñosa, me dan las gracias y me dan un beso en la mejilla. Son muy agradecidos", manifiesta el joven que tiene una gran vocación de servicio y ahora se está capacitando en rescates graves.
"Tengo una pasión por ayudar a la gente, me nace del alma hacer esto por las personas. Espero los días de los eventos masivos o las elecciones porque me gusta el servicio a la comunidad", indica Kevin.
Cruz Roja
Otras voluntarias que son fundamentales en los sufragios son las integrantes de la Cruz Roja, que tienen presencia en todos los locales de votación del país.
"La Cruz Roja siempre ha estado acompañando a las personas. Nosotros nos organizamos semanas antes de las elecciones y preparamos nuestros equipos, que son dos voluntarias por colegios para apoyar a quienes nos necesiten", explica Sonia Concha, quien durante la jornada debió atender a personas que se descompensaron por problemas a la presión.
Sonia tiene más de 20 años en la institución, en que cumple un sueño de toda su vida. "Desde chica me ha gustado esto, yo jugaba con agujas y jeringas. Yo pienso que como no pude estudiar para ser una enfermera, se me dio la oportunidad de desarrollarme y aprender en la Cruz Roja", señala con una gran sonrisa que le ilumina el rostro.
Es tal la pasión que siente por su trabajo que contagió a su esposo con su energía. "Mi marido ahora es socio de llamado, es decir, a él lo tenemos de chofer repartiendo implementos y ayudando. Ahora de viejos los dos vinimos a cumplir nuestros deseos de ayudar juntos a la comunidad", indica Sonia desde la enfermería instalada en el Grupo Escolar.
-¿Por qué siente esta vocación de servicio?
-Desde chica que siento la vocación por ayudar. Yo fui criada en un colegio de monjas, donde me enseñaron desde niña a estar bien con los demás, ser positiva y no ser amargada. Yo ando siempre contenta por la vida y bien optimista.
Sonia participó por primera vez en las elecciones presidenciales de 1993, donde salió electo Eduardo Frei. "Antes venía más gente y eran solo tres colegios en la comuna, pero como ha crecido tanto San Antonio, ahora tenemos siete locales, todo ha cambiado mucho", manifiesta Sonia.
Junto a esta entusiasta voluntaria, está Celia Ulloa, cuya primera experiencia en una elección se remonta a fines de los años '80.
"Desde el Sí y el No he participado en todas las elecciones. En el plebiscito participó mucha gente, la gente venía contenta por dar su voto y por volver a la democracia", señala, quien ha trabajado en distintos locales de votación de la comuna.
Celia tiene más de 40 años en la reconocida institución, donde ingresó por motivos personales. "Cuando mis hijos estaban chicos, pasaban enfermos y mi suegra me sugirió que entrara a la Cruz Roja, para que tuviera más conocimiento y atendiera a mis hijos. Comencé a participar, hice los cursos y aquí estoy todavía", cuenta Ulloa, quien ha ocupado distintos cargos en la institución y ahora es, como ella señala, solo un soldado más".
-¿Qué la hizo quedarse en la institución?
-Me quedé porque me gusta ayudar. En mi barrio yo ayudo a todos. Mis vecinos llegan a golpearme la puerta para pedirme inyecciones, que les tome la presión y yo siempre los ayudo.
Celia señala, mientras cruza sus manos sobre su pecho, que "me nace ayudar a otras personas, me gusta estar con mis hermanos que tienen problemas. Con esa vocación yo debería haber sido visitadora social o algo, pero sin tener un título yo ayudo, soluciono problemas, no los agrando, los achico".
La voluntaria hace un llamado a todos para colaborar en situaciones como las elecciones: "La gente debe cooperar, ponerse una mano en el corazón y ayudar. No es necesario pertenecer a una institución para ayudar a sus hermanos, porque en este mundo todos somos hermanos, aunque algunos lo nieguen, somos todos iguales", concluye Celia, desde el Grupo Escolar, el primer lugar donde colaboró desinteresadamente en una elección.