Mónica Jorquera Escobar
La madre de una adolescente que habría sido víctima de una violación cuando tenía 14 años dice estar totalmente desesperada. "Vivo aterrada pensando que esto volverá a ocurrirle a mi hija y que la van atacar".
El miedo de esta mujer, cuyo nombre se mantendrá bajo reserva para resguardar la identidad de su retoño, es porque el presunto autor de la violación se instaló a vivir en la misma población donde reside con su hija.
"Con mi hija somos las dos solas y ahora este hombre (que habría violado a su hija) está viviendo a 70 metros de distancia. Desde que se instaló aquí, ya no estoy tranquila y mi hija ya ni puede ir al colegio porque tiene que pasar por su casa (del acusado) para ir al liceo", detalló.
Esta mamá además denunció que el acusado de la violación se encuentra con una orden vigente de alejamiento de la víctima, la cual se fijó, según consta en un fallo del Tribunal de Familia de San Antonio de septiembre pasado, en que el imputado debe mantener una distancia de un mínimo de 200 metros de la afectada, lo que no se estaría cumpliendo al residir a 70 metros.
"Yo puse la denuncia del incumplimiento (de orden de alejamiento). Del municipio y de la OPD (Oficina de Protección de Derechos de la Infancia), fueron a medir y por eso sé que son 70 metros. Pero aunque esté el informe de la muni, igual no se hace nada y no lo sacan de ahí", explicó angustiada.
Escapó
La mujer relató que junto a su hija "escapó" desde la Región Metropolitana luego de ocurrido el hecho de violencia sexual, puesto que tanto la afectada como el supuesto victimario eran vecinos.
"Me fui de esa población para alejar a mi hija de él y de toda su familia. Y llegamos a vivir acá (lugar que no se revelará para proteger a la afectada que hoy tiene 16 años) escapando de todos, pero ahora estamos peor porque él llegó y dice que no se irá", lamentó la progenitora.
Lo que espera esta mamá es que le presten ayuda para lograr que el presunto autor de la violación, un joven de 23 años, deje su residencia y cumpla con la medida cautelar que se le impuso desde que se denunció la violación en diciembre de 2015.
"No sé a quién más golpearle la puerta, pero yo no quiero seguir escapando con mi hija, necesitamos ayuda para poder llevar una vida tranquila", dijo, y reveló que su retoño asiste a un centro del Programa de Protección Especializado en Maltrato y Abuso Sexual Infantil (PRM) debido al daño sicológico que ha padecido tras el ataque sexual.
"No quiero que mi hija siga sufriendo. Espero que esto se resuelva antes de que le vaya a pasar lo mismo otra vez, al estar esta persona dando vueltas", expresó la mujer.
2015 se denunció la violación que habría ocurrido en contra de la adolescente.
14 años tenía la menor que sería la víctima de la violencia sexual. Hoy tiene 16.