Inmaculada Concepción, el nuevo polo comercial de Llolleo
Durante los últimos años este céntrico sector ha tenido importantes mejoras, con una inversión que supera los mil millones de pesos. Esto ha gatillado la proliferación de un gran número de nuevos locales comerciales.
Ropa para grandes y chicos, cafés y ricas tortas, elementos de decoración, muebles, insumos de electricidad e incluso artículos de ortopedia. Esto y mucho más se puede encontrar en la nueva cara de la calle Inmaculada Concepción, en pleno centro de Llolleo.
Una serie de mejoras se han realizado en este sector de la comuna de San Antonio que ha permitido dar vida a nuevos emprendimientos, como a su vez disminuir la delincuencia en una zona que destaca por estos días por su limpieza y orden.
"Está mucho más bonito y ordenado el lugar. Antes estaba más sucio y hasta abandonado. Ahora tiene más vida, hay nuevos locales y mucha más gente circulando. Antes incluso era peligroso hasta caminar por acá", dice Francisca Peñailillo (43), quien se encontraba compartiendo un trozo de torta junto a su hijo en uno de estos flamantes locales.
El recinto se llama el "Café de la Claudia" y lleva menos de una semana operando en Inmaculada Concepción 125, entre Del Canelo y José Miguel Carrera.
Su dueña, Claudia Parra (52), reconoce que el sector ha cambiado mucho en el último lustro y que se transformado en una gran oportunidad para los comerciantes de la zona.
"Pese a que llevo poco tiempo, porque abrimos hace seis días, a la gente le ha gustado nuestro local, ya que destacamos por una atención personalizada y además con la terraza abarcamos también a los fumadores. Queremos que esto tenga vida toda la semana, por eso abrimos de lunes a sábado, de 9 a 21 horas, y los domingo, de 16 a 20 horas", cuenta.
Parra también detalla que "el sector es muy bonito y tiene mucha más vida. Inmaculada Concepción está tomando mucho auge, porque está limpio. Eso le ha gustado a la gente, porque se dan cuenta que hay más cosas en Llolleo".
Desde la vitrina
Miriam Catalán (41) confiesa que era una de las tantas vecinas de Llolleo que muchas veces salió a caminar por el sector sin encontrar muchos atractivos.
"Yo vivo por acá y a veces uno salía a dar una vuelta y llegaba hasta la plaza de Llolleo y se acababa la entretención. Por eso decidí instalarme en este lugar con mi proyecto personal", relata Catalán en su local "La Vitrina", donde se pueden encontrar desde espejos, cuadros y fotos con imanes hasta ropa con originales diseños.
"Es una tienda de diseño y nos gusta que la gente tenga una alternativa en Llolleo, que no tenga que cruzar obligatoriamente hasta el centro de San Antonio para encontrar lo que busca. Eso es a lo que apostamos los nuevos comerciantes de esta calle: ser una alternativa al comercio de Centenario", añade.
Para Catalán el plus de estos nuevos emprendedores radica en que sus locales son atendidos por sus propios dueños.
"Estoy desde agosto operando y he visto que a la gente le ha gustado mucho este concepto de que hayan más tiendas en Llolleo. Nos dicen que es mucho más entretenido acá y además que en el centro de San Antonio tienen problemas con los estacionamientos", menciona.
Se aburrió de los jefes
El alcalde de San Antonio, Omar Vera, explicó que "este resurgimiento del centro de Llolleo no es casual y obedece a las remodelaciones que se han realizado tanto en la plaza como en las veredas de las calles Inmaculada Concepción y Providencia".
"El municipio, a través de los fondos de Gobierno, invirtió más de mil millones de pesos en remodelar las veredas, iluminación, mobiliario urbano y la plaza de Llolleo. Todo esto para incentivar la inversión de los privados en términos de negocio. Junto a ello nosotros le hemos agregado todas las actividades culturales para generar un polo complementario con los comerciantes", describe Vera.
Y uno de estos comerciantes es Eduardo Durán (46), un electricista de profesión que se aburrió de bailar al ritmo de sus jefes.
"Yo soy de Lota. Allá trabajé en la mina. Me vine a San Antonio y encontré pega en Saam. Estuve 15 años, hasta que nos echaron a mí y a unos compañeros. Como estaba aburrido de los jefes, me surgió la idea de instalarme con un local de electricidad", comenta.
Mientras trabajaba en lo que sería su nueva fuente laboral, Durán sin querer llegó hasta Inmaculada Concepción 138, donde se arrendaba su actual local.
"Llevo seis meses y me ha ido bien. De a poco la gente se va pasando el dato y además que los precios son buenos", afirma el dueño de "Electricidad Durán".
El locatario explica que "decidí colocarme con este negocio para independizarme, porque uno se aburre de los jefes. Anduve como tres meses buscando un local y sin querer encontré este, en un sector que ha cambiado mucho. Llolleo ha tirado harto para arriba. La plaza está muy linda y ahora con estos locales ha cambiado mucho esta calle".
Uno de los locales más antiguos de Inmaculada Concepción es la Mueblería Llolleo, situada en la intersección con José Miguel Carrera.
Con una trayectoria de más de 18 años, Liliana Álvarez, una de las dueñas, cuenta que ha sido testigo del resurgir de esta arteria llolleína.
"Don Fernando Ubiergo (el cantante) ha sido un gran inversionista en todo este lugar. Él es dueño de varios locales acá en Llolleo y ha ayudado mucho al sector, al igual que los trabajos que ha hecho el municipio con el tema cultural, porque atrae mucho público, sobre todo en el fin de semana", analiza la comerciante.
Respecto a la afluencia de público, opina que "aún estamos muy lejos de lo que es el centro de San Antonio, pero sí hay muchos más locales donde vitrinear. Este año económicamente no ha sido muy bueno. La gente consume muy poco, pero sí llega harto público el fin de semana".
Álvarez espera que con estos nuevos locales se realicen más fiscalizaciones para disminuir la delincuencia, sobre todo ahora que hay más comercio.
"Por acá pasa Carabineros, pero una vez al día. Hay muchos curaditos estacionando autos y nadie fiscaliza. Ojalá que se pueda hacer algo", espera.
Lucía Martínez (59) es otra locataria de esta concurrida calle. Ella se instaló con un puesto de ortopedia en lo que es el bulevar de Llolleo.
"Llevo dos años y se nota que ha cambiado mucho este lugar. La gente que lleva más tiempo en el sector nos dice que ha disminuido mucho la delincuencia, porque antes acá era un lugar muy oscuro. Hoy hay más vida y más movimiento y eso es bueno. Ojalá que la gente se siga acercando a este sector que ha cambiado mucho", culmina.