Se termina la larga espera para adulto mayor ciego al que le derrumbaron su casa
Por primera vez Onofre Olguín sonríe. Hace un mes comenzaron a construir su casa y pronto volverá a la normalidad.
"Me han dicho que está quedando bonita mi casa", dice Onofre Enrique Olguín, un adulto mayor ciego que desde hace meses esperaba que le construyeran su casa, que fue demolida por el gran daño estructural que le causó el terremoto del 27/F.
Aunque por su situación de discapacidad Onofre no ha podido ver por cuenta propia los avances en la construcción, está feliz. La angustia que tenía en el rostro por la larga espera se ha transformado en una gran sonrisa.
"Estoy contento, no hallo la hora de estar de nuevo en mi casa, de volver a dormir tranquilo bajo mi propio techo", recalca Olguín, quien durante los últimos nueves meses durmió en el living-comedor de sus vecinos.
Antecedentes
Olguín fue beneficiado con un subsidio para damnificados que recibió por los severos daños que tuvo su casa tras el terremoto de 2010. En marzo de este año una empresa contratada, a través del Serviu, derrumbó lo que quedaba de su vivienda, ubicada en la calle La Chinchilla en Llolleo Alto.
En ese momento, le dijeron que tardarían dos meses en construir su nuevo hogar, pero la empresa no cumplió con su palabra.
Ahí comenzaron los problemas para él. Durante varios meses no hubo respuesta sobre la contratación de una nueva empresa. En septiembre le señalaron desde Serviu que comenzarían a construir en octubre.
Finalmente, la edificación partió hace un mes, quitándole un peso de los hombros.
Onofre, quien es conocido por pedir limosna a la salida del mall sanantonino, está pronto a cumplir 67 años y anhela para su cumpleaños poder volver a su refugio. "El 15 de diciembre estoy de cumpleaños, sería bonito recibir mi casa, para recibir un regalo, porque nunca he recibido nada", soñó con una tierna sonrisa.
Los recuerdos
La historia de Onofre, quien quedó ciego en 2008 debido a una enfermedad, con su hogar se remonta a principios de los '90. Cada vez que conversa sobre su vivienda aparecen los recuerdos con su esposa, quien falleció en 2005.
"Cuando empecé a salir a la albacora (pescar) le dije a mi señora que iba a juntar plata para que tuviéramos nuestra casa. Todas las semanas iba a guardar la plata al banco y cuando tuvimos todos los ahorros que necesitábamos obtuvimos el subsidio y compramos nuestra casa", cuenta.
Junto con esto, él recuerda otro momento feliz de su vida. "Cuando salió Frei ( Ruiz-Tagle de Presidente), un día cuando regresé de la albacora, estaba esperándome mi señora en el muelle. '¿Qué estás haciendo acá?', le dije. Me contó que si uno pagaba $50 mil al contado la casa nos iba a quedar pagada al tiro y eso hicimos. Ella estaba feliz", cuenta desde el ante jardín de la casa donde formó su familia.
Solicita ayuda
Cuando le demolieron la casa a don Onofre, la constructora a cargo le dejó muchas de sus pertenencias en el patio, las que fueron sustraídas.
"Me dejaron la cocina a gas, los muebles de cocina, la mesa y las sillas afuera y me lo robaron todo", señala.
Es por esto, que solicita ayuda para amoblar su nuevo hogar. "No estoy pidiendo que me lo regalen, si no que si alguien tiene una cocina y muebles de cocina en buenas condiciones y a buen precio se acerque a mí, sería muy bueno".
Además, Onofre Enrique solicita ayuda para arreglar el piso de su nueva casa. "Me informaron que me harán solo piso de cemento. Pregunté qué podía hacer y me dijeron que por mi ceguera no pusiera cerámicos, porque si caía agua al piso podía tener un accidente. Ojalá alguien me oriente para solucionar este problema", señala Olguín, quien a pesar de estos inconvenientes expresa, después de muchos meses de tensión, serenidad en su rostro.