La querida "Tía Pepa" ahora les enseña español a los haitianos
Más de 120 alumnos tiene actualmente la profesora sanantonina Inés Vicedo Pardo, quien después de jubilar en la escuela Poeta Pablo Neruda, quiso seguir con la docencia.
Inés Vicedo Pardo confiesa que se sentía incompleta. Parece que algo le faltaba a su día a día. Desde que se jubiló hace tres años como profesora de la escuela Poeta Pablo Neruda, estaba con un vacío vocacional que le daba vueltas en su cabeza. Tenía todas las ganas de seguir enseñando, pero no sabía hacia dónde dirigir sus intenciones.
Hasta que en junio de este año se le presentó una oportunidad caída del cielo. A las dependencias de la iglesia Adventista de Cartagena llegaba una importante cantidad de migrantes haitianos que necesitaban asesoramiento para sus primeros meses en el país, además de aprender las palabras básicas del idioma español para hacerse entender. Fue así como el pastor colombiano Esmith Martínez, perteneciente a la iglesia Adventista Del Litoral (que agrupa a todas las iglesias de la provincia), tomó contacto con Inés Vicedo.
"Creo que fue una necesidad mutua lo que se fue dando. Porque me sentía con ganas de seguir enseñando y la comunidad haitiana necesita aprender el idioma español. Entonces acepté la propuesta, comenzando las clases de español con pocos alumnos. Las reuniones primero las hacíamos en una residencial en Cartagena, y luego nos facilitaron un espacio en el templo adventista", detalla Inés Vicedo, quien actualmente le enseña español a más de 120 haitianos con los que tiene clases en Cartagena y San Antonio.
"Nací para enseñar"
La vida como docente de Inés Vicedo comenzó cuando apenadas egresada de la Escuela Normal Superior José Abelardo Nuñez hizo un reemplazo en la Escuela Número 1 de San Antonio, a los pies de Cerro Alegre, institución que sería su único lugar de trabajo durante más de cuatro décadas.
Cuando era alumna del liceo Sara Cruchaga, una adolescente Inés les hacía clases de reforzamiento a niñas y niños que eran hijos de los amigos de sus padres o vecinos del sector de cerro Arena, lugar donde la docente ha vivido toda su vida.
"Como siempre he pensado, creo que nací para enseñar, era algo que traía desde pequeña. Siempre he dicho que si volviera a nacer, sería profesora", reconoce Inés, quien es más conocida por quienes fueron sus alumnos como la querida "Tía Pepa", ya que a su padre le decían Pepe.
En su función como profesora de la Escuela 1, vio pasar por delante de sus ojos a varias generaciones de sanantoninos.
Hasta que tres años atrás, tuvo que verse en la obligación de jubilar, algo que no llenó por completo las expectativas de Inés Vicedo. Lo que más quería era seguir enseñando. Y qué mejor que entregando un aporte a la comunidad haitiana que ha visto en Chile el país donde esperan concretar sus sueños.
Español/creole
Los haitianos hablan entre ellos en la lengua criolla llamada "creole", la que según explica la profesora Inés Vicedo "es un francés criollo que solamente se habla en Haití, con mucho dialecto y palabras que fueron mutando del francés. Lo que más les cuesta para aprender español son las pronunciaciones, ya que por ejemplo la letra r no la cargan fonéticamente como estamos acostumbrados acá".
Por eso, uno de los primeros ejercicios que la docente realiza con los haitianos que acuden a sus clases de español (alumnos entre los 18 y los 45 años), es el repetir palabras para que vayan adoptando la pronunciación.
Además, cuenta con la ayuda de un manual "Ann Pale Pañol Ann Pale Kreyol" (que significa hablemos español, hablemos creole), el que fue editado por el gobierno de Chile una vez que la llegada de ciudadanos haitianos se fue multiplicando a lo largo del país.
"Lo tuve que estudiar y pude darme cuenta que no era tan difícil aprender para luego empezar a enseñar español. A cada alumno se le entrega el manual impreso, que tiene 27 páginas, además de trabajos entretenidos para que puedan aprender de forma didáctica. Por ejemplo, con dibujos de los objetos que están pronunciando", detalla la "Tía Pepa".
Buenos alumnos
Inés Vicedo comenta que la relación que ha podido forjar con sus alumnos ha sido buena desde la primera clase.
"La mayoría está compuesta por jóvenes que vienen a buscar trabajo. A todas las clases vienen personas nuevas, porque por el momento esto es una rueda sin fin, ya que siguen llegando muchos haitianos a la provincia de San Antonio. Son personas muy honestas, muy trabajadoras y además muy inteligentes y algo que tengo que recalcar es que son muy respetuosos conmigo que soy su profesora de español", acota.
En sus clases la docente ha contado con la ayuda del haitiano Marc Dorrelus, quien las oficia de intérprete cuando la "Tía Pepa" tiene que dar una explicación muy larga.
Buena red de apoyo
Después de las clases de español, los haitianos comparten una merienda que consiste en galletas, jugo, té o café. Esta actividad es organizada por Inés Vicedo, quien cada 15 días recibe una ayuda extra de parte de los funcionarios de la caja de compensación Los Héroes que se encuentra en la torre Bioceánica.
"Estaba buscando ayude y gente que colabore con las clases y así fue como los funcionarios de Los Héroes de San Antonio se ofrecieron para cooperar y están a cargo de las onces cada 15 días. Agradezco esta ayuda en nombre de la jefa de la oficina, Alejandra González", dice feliz la profesora normalista, quien además aprovecha de nombrar a las personas que componen el equipo que trabaja con ella: su esposo Enrique Cañas, Antonio Oyarce, Rodolfo Mena, Gonzalo Rojas, Mabel Díaz, María Angélica Madrid e Ivonne Valladares.
"Estoy muy agradecida de Dios por la oportunidad que me entregó de seguir enseñando y haciendo clases. Ahora me siento feliz y contenta haciendo clases de español a la comunidad haitiana que sigue creciendo a lo largo del Litoral Central", afirma orgullosa Inés Vicedo Pardo, la querida y recordada "Tía Pepa" de la Escuela Número 1 de San Antonio.