David Muñoz Castillo
Viernes 8 de diciembre. Minuto 52 del partido entre Santa Cruz y San Antonio. El volante Pablo Tamburrini se barre sobre el césped del estadio Joaquín Muñoz García para recuperar una pelota en el duelo por la última fecha del Transición de la Segunda División.
Tras la jugada, el mediocampista supo de inmediato que algo no estaba bien. Lo sacaron de la cancha y a los pocos minutos lo llevaron a un hospital. Los rayos X determinaron que tenía una fractura de peroné y el compromiso de algunos ligamentos de su tobillo derecho.
"Me barrí a quitar una pelota y quedé pegado en el piso, me doble el pie. En el momento sentí el sonido y sobre la misma me apreté el pie. Sentí como los huesitos volvían a su lugar. Me fue a ver el Ricardo (Hernández, kinesiólogo) y traté de pararme, pero no pude", recordó.
Este lunes Pablo se controló en el IST de Santiago y el médico le anunció que debe ser sometido a una intervención quirúrgica. Deben esperar que la zona se deshinche para operar.
"Tenía el pie muy hinchado, es complicado operar, porque la piel no queda igual", contó sobre la justificación de esta espera que se le hace eterna. "Quiero que me operen luego, para empezar la recuperación que será de dos ó tres meses.".
En su casa del paradero 21 de Gran Avenida en Santiago, el "Tambu" aguarda impaciente y preocupado. "Justo ahora finalizo mi contrato, no sé qué va a pasar conmigo".
Desde el club le prometieron que no lo iban a dejar solo. "Los gastos de la operación corren por parte del seguro del club. Todos se han portado muy bien, los profes y mis compañeros, me han llamado harto".
En su hogar también recibe el respaldo. Pablo es casado y tiene dos hijas, de 8 y 3 años. Mientras habla por teléfono, se escucha a la pequeña Emilia, quien cuida a su padre. "Me pasa los bastones, me ayuda a desabrocharme la bota".
El mediocampista tenía conversaciones para jugar nuevamente en Palestina o un país asiático. "Con esto ya no puedo hacer nada, si me quedó en Chile voy a perder uno ó dos meses del torneo y también la pretemporada", proyectó. Las opciones de retornar a Medio Oriente estaban avanzadas, y Pablo solo esperaba "terminar bien el campeonato con San Antonio para dar una respuesta".
El volante antes de regresar al SAU (vistió la lila en la temporada 2010) jugó en el Al-Bireh del fútbol palestino. "Estuve tres meses al principio y tuve una buena experiencia, después firmé por 10 meses y la experiencia fue mala. Me quedaron debiendo 5 meses de sueldo y me quedé 5 meses sin jugar, porque no aguanté que no me pagaran. Tenía contrato vigente y no podía jugar en otro equipo", resumió sobre su paso.
Cada vez que se habla de Palestina vienen a la mente las imágenes de un país en conflicto permanente con Israel. Tamburrini afortunadamente no enfrentó esa realidad. "Viví en Ramada y en Jerusalén, donde estaba era súper tranquilo, nada de guerra, nunca vi nada. En las calles anda harto israelí con las metralletas, pero es como normal", contó sobre su estadía.
Pablo se nacionalizó palestino y jugó por la selección de ese país. "Sabía que acá no iba a jugar por la selección, tomé esta alternativa, fue una bonita experiencia, conocí hartos lugares por la selección y ahora estamos clasificados a una copa de Asia. Me quiero recuperar pronto para jugar esos partidos", expresó con optimismo el volante que quiere volver lo antes posible al fútbol.