A 4 años de cárcel condenan a chofer ebrio que provocó muerte de joven
Tribunal aplicó la Ley Emilia contra un prevencionista de riesgos que fue hallado culpable del delito de conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte.
La semana pasada un prevencionista de riesgos fue encontrado culpable de provocar la muerte de Valentina Palma Muñoz (25), quien era la copiloto del vehículo que el acusado chocó estando ebrio.
Ayer el Tribunal Oral en lo Penal (TOP) de San Antonio entregó la sentencia que deberá cumplir David Romero Acuña (30) y ésta fue dura.
La terna de jueces, integrada por los magistrados José Cifuentes (presidente), Olga Fuentes y Paulina Martínez, determinó una pena de cuatro años de prisión, estableciendo que sea de cárcel efectiva.
El fallo del TOP indicó que "se condena al autor del delito de conducción de vehículo motorizado en estado de ebriedad causando muerte (…) a soportar la pena de cuatro años de presidio menor en su grado máximo, al pago de una multa de 8 UTM (casi 400 mil pesos), inhabilidad perpetua para conducir vehículos de tracción mecánica".
Sin beneficio
Pese a que David Romero no contaba con antecedentes penales, el tribunal no aceptó la petición de la defensa, que solicitaba que el condenado cumpliera la pena bajo libertad vigilada intensiva.
En el mismo fallo, los jueces explicaron por qué desestimaron otorgarle beneficios:
"El encartado (Romero) de forma irreflexiva en ningún momento reconoció como causante de su temeraria conducta perniciosa la ingesta de alcohol previa a los acontecimientos, sin asumir responsabilidad alguna en los hechos".
Los jueces abordaron este punto porque la defensa del chofer argumentó llamativamente que la propia víctima era responsable de su muerte y que su cliente solo era culpable de la conducción en estado de ebriedad, cuya alcoholemia indicó que chocó con 2,1 gramos de alcohol en la sangre.
¿Por qué Valentina Palma habría sido culpable de su deceso? La defensa expuso que la destacada estudiante universitaria realizó una "auto puesta en peligro (…), la víctima asumió un riesgo al momento de subirse al auto (porque sabía que Romero estaba ebrio)" y se aportó ante los magistrados que el vehículo, un Kia Morning, era de ella.
Además los abogados privados aseguraron que el quisqueño y la copiloto eran pololos al momento del accidente, el 10 de julio de 2016, lo que la familia de Valentina desconoció.
El fallo judicial desestimó todo el argumento de la defensa y aportó que "la ingesta de alcohol de Romero Acuña aparece, de los antecedentes vertidos en el juicio, como una conducta natural, habitual y arraigada en él".
Debido a esta falta de reconocimiento de su responsabilidad en la muerte de la joven y a que el consumo de alcohol sería un hábito para el acusado, los jueces reflexionaron que "no ha sido posible establecer que una intervención individualizada (libertad vigilada) pueda lograr ser eficaz y efectiva para persuadir al encartado de sus conductas transgresoras de la normativa legal motivadas por su consumo de alcohol".
Tribunal
La madre de la joven que falleció luego de que Romero Acuña chocara contra un árbol en la ruta que une Algarrobo con El Quisco, Rossana Muñoz, expresó su conformidad con la sentencia: "Es una sentencia muy buena para la Ley Emilia, porque a pesar del fallo del Tribunal Constitucional (TC) se deja en libertad a los jueces (del TOP) para aplicar la ley".
La madre de Valentina se refirió al TC porque los abogados del condenado presentaron en agosto pasado un recurso ante dicho tribunal, logrando un fallo a favor del acusado, que dejaría sin efecto la cárcel afectiva para Romero.
Sin embargo, a la luz de lo estimado por el TOP de San Antonio se deberá revisar nuevamente el fallo del TC, puesto que la sentencia en su contra no le otorga ningún tipo de beneficio.
La defensa de David Romero tiene diez días para presentar un recurso de nulidad del fallo del TOP ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso.
"Lo único que esperábamos es que este tipo recibiera una condena que diga que es culpable de conducir ebrio y matar a una persona, para poder cerrar nuestro duelo. Yo necesito que él cumpla una condena, que asuma su responsabilidad", dijo la madre que perdió a la menor de sus siete hijos.
2,1 gramos de alcohol en la sangre tenía el chofer cuando chocó con un árbol en julio de 2016.