La tragedia carretera que hace 60 años enlutó la Navidad de San Antonio
El 22 de diciembre de 1957 más de veinte personas fallecieron en el kilómetro 80 de la Autopista del Sol, a corta distancia del conocido Paso Sepultura. Dieciocho de los fallecidos eran trabajadores de la Bolsa de Comercio que iban de paseo a Cartagena.
Domingo 22 de diciembre de 1957. La ruta 78, que une al puerto de San Antonio con Santiago, no tenía ni un cuarto del tráfico que alcanza en la actualidad. Pocos chilenos tenían el privilegio de adquirir un automóvil. Los microbuses estaban incrementando su circulación vertiginosamente y hacían tambalear al negocio de los trenes y tranvías. Ese día, tres de ellos- dos rumbo a Cartagena y el otro en sentido contrario hacia Santiago- nunca llegaron a su destino. A mitad de camino se encontraron con la muerte.
En el kilómetro 80 de la vía, que en 1995 fue concesionada por el Ministerio de Obras Públicas y recibió el nombre de Autopista del Sol, murieron 22 personas y quedaron decenas de heridos.
Triste ránking
Por cerca de 50 años fue la peor tragedia carretera en la historia de Chile. En la actualidad, sin embargo, alcanza el triste récord de ser una de la diez más desgarradoras que recuerde la nación.
El 17 de mayo de 2006, 26 personas perdieron su vida en la Ruta 5 Sur, cuando un bus con 51 pasajeros de la empresa Tur Bus cayó al lecho del río Tinguiririca, en la Región de O'Higgins.
El más fresco en la mente de los sanantoninos ocurrió el 23 de noviembre de 2010. Veinte personas muertas y 26 heridos -la mayoría con residencia en la comuna puerto- fue el resultado de un accidente registrado entre un bus interprovincial y un camión. Un memorial en el kilómetro 47 de la Autopista del Sol, en la comuna de El Monte, recuerda el triste suceso.
Los hechos del fatídico 22 de diciembre de 1957 se desencadenaron en cámara lenta, como una horrible película de terror que nunca llegaba a su final.
Dos de las máquinas habían salido cerca de las 7 y media de la mañana desde la capital con destino a Cartagena. Era un servicio especial que ofrecía uno de los móviles de la línea Matadero-Palma de la Región Metropolitana para transportar a un grupo de trabajadores de la Cámara de Comercio de Santiago y sus familias a un viaje de fin de año.
Salieron muy temprano para aprovechar el día. La Navidad estaba a la vuelta de la esquina. La Gerencia General había entregado una cuantiosa suma de dinero para el disfrute de sus funcionarios.
Mal año
La historia se ha trasmitido por generaciones entre los habitantes más cercanos al punto de la desgracia. Salvo detalles como el número exacto de fatalidades, gran parte del relato se trasmitió a los fundos más cercanos a La Marquesa y Leyda en los días posteriores. Las radios Chilena, Minería (ambas fuera del aire en la actualidad) y Cooperativa divulgaron el suceso al resto de la población.
1957 había sido un año malo en Chile. La desgracia navideña fue la guinda de la torta. Entre el 2 y el 3 de abril se desencadenó una serie de violentas protestas.
Organizaciones sindicales y gremiales de la Región Metropolitana, más los puertos de San Antonio y Valparaíso, convocaron a manifestarse en contra de la congelación de sueldos y el alza en los precios de distintos productos que había propuesto el Presidente Carlos Ibánez del Campo. El militar había ganado su segundo periodo como mandatario en 1952, en la primera elección presidencial en la que se permitió a las mujeres sufragar.
Los desórdenes dejaron una veintena de fallecidos. Algunas versiones hablan de 21, otras de más de 70. Los lesionados sobrepasaron los cinco mil en las tres ciudades mencionadas anteriormente. Ibánez decretó estado de sitio y paralizó las funciones del Congreso Nacional, que en marzo de ese año había elegido nuevos diputados y senadores, que finalmente asumieron el cargo el 15 de mayo.
San Antonio, aún perteneciente a la Región Metropolitana, formaba parte de la Octava Agrupación Departamental y era representado por Rafael de la Presa Casanova, entre otros cinco parlamentarios. Las manifestaciones se conocieron como "La Batalla de Santiago" y "Las Luchas de Abril".
¿Cómo fue?
En 2007, cuando se cumplieron cincuenta años de la tragedia, el periodista Eduardo Rodríguez contó a Diario El Líder que un Pullman Bus con 14 pasajeros a bordo del recorrido San Antonio-Cartagena-Santiago se encontró de frente con el vehículo en que iban los excursionistas de la Cámara de Comercio.
"De repente ambos chocaron violentamente como resultado -tal vez- de un exceso de confianza de ambos conductores. Ante los ojos atónitos de los ocupantes de la segunda micro con turistas se sucedieron las escenas más desgarradoras", relató.
"El vehículo Matadero -Palma quedó convertido en una masa de fierros, maderas y latas. Desde el interior saltaron los cuerpos de varios ocupantes", prosigue su declaración publicada el 23 de diciembre del 2007.
La segunda máquina con turistas iba unos cien metros más atrás y alcanzó a detenerse con "un violento frenazo". Sus ocupantes se bajaron y trataron de auxiliar a las víctimas.
"Pero varios cadáveres botados a lo largo del camino y restos de mutilaciones entre los fierros retorcidos de la micro les dieron trágicas proporciones al evento", prosigue el texto de Rodríguez, quien recuerda que la Revista Vea publicó un extenso reportaje titulado "La Pascua se fue llorando".
Tragedia
Diario El Líder acudió a los archivos de la Hemeroteca de la Biblioteca Pública Vicente Huidobro de San Antonio, pero no hay diarios de la época. Probablemente, porque en aquellos años las publicaciones en la zona eran esporádicas o circulaban por poco tiempo. Tampoco existen registros audiovisuales. La televisión estaba recién partiendo. Había un solo canal. La Universidad Católica de Valparaíso había realizado la primera transmisión de UCV TV recién el 5 de octubre de ese año, menos de tres meses antes del accidente.
18 cuerpos fueron identificados como funcionarios de la bolsa de comercio o como sus familiares. Los otros cuatro correspondían a pasajeros del Pullman.
Bomberos, Carabineros y ambulancias del hospital Claudio Vicuña de San Antonio salieron al lugar, donde se hallaron con decenas de personas cercenadas, en estado de shock y graves heridas. Varias estaban atrapadas entre ambas máquinas.
Un tren, del entonces ramal Santiago-Cartagena, trasladó a los lesionados de menor gravedad hasta la desaparecida estación de Barrancas, que estaba en las cercanías de la municipalidad, para luego llevarlos al hospital de San Antonio, que aún no tenía el actual edificio y entregaba su atención en un recinto de madera que tenía su frontis principal hacia calle Lautaro y Luis Reuss.
A pesar de los múltiples cambios que ha experimentado la vía, hasta hoy se conserva un monolito que dice "un accidente truncó sus vidas. Su recuerdo nos acompañará siempre. Una oración por sus almas es nuestro mejor homenaje, sus compañeros de trabajo de la Cámara de Comercio de Santiago".