Abuelita enfrentó a dos ladrones que le robaron su automóvil
Antisociales la esperaban cuando ella llegó a su casa. La empujaron y huyeron en el vehículo de la profesora jubilada.
La profesora jubilada María Ester Moya Álvarez (70) se caracteriza por ser una mujer muy activa y trabajadora. Vive sola hace más de 20 años y siempre ha sido muy independiente. Y aunque dice no ser una mujer temerosa, desde ayer la violencia y la delincuencia la obligaron a adoptar medidas de seguridad que jamás pensó que necesitaría.
La tarde del miércoles salió de su trabajo en Barrancas cerca de las 19.20 horas, por lo que calcula que llegó a su casa en Llolleo como a las 19.30.
Como siempre, detuvo su vehículo frente al portón de su domicilio en calle Eucaliptus antes de llegar a Cristo Rey. Sin embargo, esta vez vio algo raro. El cerrojo del portón permanecía abierto y el candado estaba en el suelo.
"Cuando lo vi medio abierto me bajé y se me acercaron mis perros como avisándome algo. Ahí me di cuenta que venían dos tipos saliendo de mi casa. El primero gritó ¡vamos al auto! Yo los seguí, porque no sentí miedo. Pero cuando traté de abrir la puerta del auto para que no se lo llevaran me empujaron y me botaron al suelo. La intención de ellos claramente era tirarme el auto encima", relata la profesora con un sentimiento de indignación por haber perdido el vehículo que con mucho esfuerzo había comprado.
"Como profesora tengo una pensión muy baja. No tengo plata guardada en la casa y siempre ando con lo justo para vivir durante la semana. No tengo mayores gastos, pero todo lo que tengo lo he obtenido con el esfuerzo de mi trabajo", reflexiona.
María Ester dice que por lo general, se preocupa de sacar las llaves y tomar su cartera cuando se baja a abrir el portón, pero que esta vez, como vio algo inusual, no atinó a nada más que a bajarse y averiguar qué pasaba.
"No dejé el motor andando, porque siempre tomo las precauciones para que quede bien enganchado y no se vaya a ir para atrás, pero sí tenía las llaves puestas y mi cartera adentro con todos mis documentos", se lamenta al comentar los hechos.
Cuenta que ayer se dedicó durante toda la jornada, junto a sus familiares, a tramitar nuevamente todos sus documentos como cédula de identidad y licencia de conducir, entre otros.
"Tengo que ver otro teléfono, debo cambiar las chapas de las puertas de mi casa también, porque se llevaron mis llaves...", añade.
De acuerdo a lo indicado por María Ester, se trató de dos hombres de unos 25 años de edad, de tez blanca y de contextura fornida, quienes huyeron con su vehículo por la calle Cristo Rey hacia el norte.
"Muchas veces no hay ningún vecino en la calle cuando llego, pero esta vez sí había varios y llamaron de inmediato al teléfono del cuadrante. Los carabineros de Llolleo no se demoraron más de 5 minutos en llegar. A pesar de todo, aún no aparece mi autito", comenta.
Pese al dramatismo del hecho delictual que la afectó, esta valiente mujer dice que no está asustada, pero que desde ya coordina nuevas medidas de seguridad para su casa, pues esta es la décimo quinta vez que antisociales ingresan a robar a su domicilio.
Esta vez no se llevaron nada de valor desde el interior de su casa, pero lamenta el robo de su auto, el que todavía es buscado por Carabineros, sin resultados positivos hasta el momento.
"Nunca me había pasado algo como esto, pero no estoy dispuesta a que me suceda algo parecido o peor. Ahora voy a ver cómo puedo tener cámaras y alarmas para evitar este tipo de situaciones", indica.
-¿Cree que la estudiaron para robarle el auto?
-Estoy casi segura que sí, porque la semana pasada vi un auto de color burdeos afuera de mi casa. Cuando miré a las personas que estaban en su interior, el auto se alejó. Además, los vecinos me dijeron que ayer (jueves) también vieron un auto sospechoso rondando.
-¿Sintió miedo?
-No, porque incluso los quise encarar para que no se llevaran el auto.
- ¿Pero cree que hubiese sido mejor no encararlos?
-El auto se lo hubieran llevado igual, pero después me di cuenta que estaban preparados para una violencia mucho peor.
-¿Por qué?
- Porque iban con la tapa de una asadera chiquitita que tenía. Me imagino que la tomaron para espantar a los perros o para pegarme a mí.
2 hombres de unos 25 años de edad fueron -según María Ester- los que ingresaron a su casa y se llevaron su auto.