Pablo Jesús Gómez

Después de estudiar para ser estilista en Santiago, el sanantonino Alfonso Bórquez Álvarez, con apenas 22 años, dio el gran salto de su vida y se embarcó en una aventura hacia Nueva York, Estados Unidos.

En la ciudad norteamericana tendría más oportunidades para desarrollar su pasión por el estilismo. En 1991 llegó a la casa de Juan Briceño González, un amigo sanantonino de su familia que vivía en el sector de Queens y así poco a poco fue entrando en la órbita de los salones de bellezas neoyorkinos.

Hasta que tuvo la oportunidad de ingresar a trabajar en el salón "Rodolfo Valentino" que se encontraba en Long Island. "Llegó a vivir conmigo y acá siempre lo pasó bien y disfrutó porque la ciudad tenía todo lo que le gustaba a él, como era la moda y el glamour de la gente", explica Juan "Banana" Briceño, quien recibió a Alfonso Bórquez cuando llegó a Nueva York.

Hasta que en 2003 Alfonso decidió volver a San Antonio, instalándose con un salón de belleza en calle Lautaro, en Barrancas, que fue bautizado como "Alfonso Bórquez".

Pero la muerte de su madre Rosa Álvarez, reconocida tanguera sanantonina, durante 2012, hizo que sus ganas de seguir en San Antonio se acabaran, y decidió una vez más viajar a Nueva York el 2014.

Barranquino

Alfonso José Bórquez Álvarez, conocido por todos como "Ponchi", nació el 14 de octubre de 1968 en San Antonio, realizando su enseñanza escolar en el colegio Cristo Rey y en el Instituto del Puerto.

Hasta antes de irse a estudiar a Santiago para ser estilista profesional, vivía en Barrancas junto a sus padres Alfonso "Chamaco" Bórquez y la mencionada Rosa Álvarez.

"El 'Ponchi' fue siempre muy querido en el sector de Barrancas, ya que era conocido por todos. Disfrutó la vida a concho, siempre tenía motivos para alguna celebración", reconoce su sobrina María Paz.

Vuelta a eeuu

El 2014 "Ponchi" Bórquez regresó a Nueva York, y tras un significativo paso por Miami en 2016, instancia donde vivió junto a su gran amiga Karina Acuña, desde el año pasado que estaba trabajando en el salón "Bayonne".

Hasta que un problema al hígado fue fulminante para la salud de Alfonso Bórquez, quien tras intentar dar la batalla, falleció lamentablemente el pasado 9 de diciembre en Estados Unidos.

Tal como era su deseo, sus restos, que fueron cremados en Nueva York gracias a la ayuda de sus amigos y otras familias chilenas, llegaron el pasado martes hasta San Antonio. La ánfora descansará en el cementerio Parroquial, y la misa para su descanso eterno se realizará hoy, a las 16 horas en la parroquia Santa Luisa de Marillac.

50 años tenía Alfonso Bórquez Álvarez al momento de fallecer en Nueva York, Estados Unidos.

Un triste adiós le brindaron ayer a la profesora Paulina Alejandra Nilo Vásquez, quien falleció el lunes tras colisionar en su automóvil contra un bus en la Ruta de la Fruta.

La docente, que se desempañaba como educadora diferencial en la Escuela Rural de El Convento, fue despedida por sus seres queridos, amigos y autoridades de Santo Domingo.

En el oficio religioso efectuado en la Parroquia de Santo Domingo, el padre Ricardo Reyes expresó hermosas palabras para destacar el trabajo que llevaba a cabo la malograda profesora.

A la ceremonia fúnebre se sumó el alcalde de Santo Domingo, Fernando Rodríguez Larraín, quien había expresado sus condolencias a la familia de la profesional.

Paulina Vásquez Nilo, cuyos restos fueron sepultados en el Parque del Sendero de Llolleo, recibió un homenaje póstumo de sus alumnos que, agrupados en la banda de la escuela, la despidieron con sus interpretaciones musicales.

La joven docente tenía sólo 31 años y era madre de una niña de sólo 2 años.