Carina Cabrera Aballay
El Centro Cultural Juan Aspeé citó a todos los ex habitantes de la población a una reunión el sábado recién pasado a las 20 horas en el Grupo Escolar y la jornada se transformó en una gran sorpresa.
"Desde antes de las 19.30 horas ya había una fila enorme afuera. Nosotros esperábamos que fueran más de cien personas y llegaron alrededor de 600. Fue un emocionante reencuentro para toda la gente", señala Ema Soto, integrante del centro cultural.
Soto cuenta que "muchos de nosotros no nos veíamos hace más de 25 o 30 años. Los abrazos duraban dos minutos, todos estábamos felices de volver a estar unidos".
La palabra emoción se repite en quienes vivieron el encuentro de esta población, que empezó a desaparecer a inicios de los años 90. Una de las antiguas habitantes de la población que no se perdió la fiesta fue Hilda Riquelme, de 74 años.
"Yo soy nacida y criada en la Juan Aspeé, allí nacieron mis hijos y pasé gran parte de mi vida. Cuando tuvimos que abandonarla, perdí el contacto con vecinos de toda la vida, por lo que el reencuentro me emocionó mucho. Hasta hoy la emoción me embarga", afirma Riquelme, con la voz entrecortada.
La población
Quienes habitaron en esta población destacan la unidad que existía entre todos.
"En esa época no había maldad y todos nos cuidábamos entre todos. Si un vecino salía otro le cuidaba la casa. Había unión y protección y eso se reflejó en la fiesta, donde todos nos abrazamos con tanto cariños, entre lágrimas de alegría por los recuerdos", relata Nayda Cuéllar, quien llegó en su adolescencia a vivir al tradicional sector sanantonino.
Próxima reunión
Debido al éxito de la fiesta, los vecinos asistentes ya están pidiendo a la organización que se haga otro encuentro de las mismas características.
"Esto tiene que volverse una tradición. Todos queremos volver a reunirnos y que ojalá puedan llegar los que no estuvieron ", dice Cuéllar.
Debido a la alta convocatoria, el Centro Cultural Juan Aspeé ya está pensando en una próxima cita. "Queremos congregar a todos a un nuevo malón, para que juntos podamos bailar, cantar y divertirnos como lo hicimos el sábado pasado y cómo lo hacíamos cuando vivíamos allí, porque puede haber desaparecido la población en forma física, pero en nuestro corazón y en nuestra mente sigue viva y presente por siempre", afirma Ema Soto Zúñiga.
600 personas aproximadamente asistieron el encuentro de los ex vecinos de la población.