El SAU tendrá un complejo de entrenamiento en San Juan
El empresario Miguel Díaz levanta un centro recreacional en La Patagüilla que incluirá tres canchas de fútbol donde los cadetes y el primer equipo lila se prepararán.
Miguel Díaz, el empresario y principal inversionista de la sociedad anónima Lilas, la administradora de San Antonio Unido, admite que las cadetes del club necesitaban un espacio digno y con comodidades para entrenar. Hoy la cancha Guillermo Alvarez Cañas cuenta con las mínimas condiciones para desarrollar el proyecto formativo.
Por eso el dueño de los áridos Río Maipo se embarcó en un ambicioso y millonario proyecto en el sector de La Patagüilla de San Juan. En 60 hectáreas de terreno que pertenecían a la Diócesis de Melipilla y que correspondían al centro de retiro espiritual Sagrada Madre de Dios, el empresario proyecta la construcción de un centro recreacional que se llamará "Pascualito" en honor a su padre Pascual y dentro de este enorme predio destinará unas 6 hectáreas para desarrollar un complejo deportivo que estará enfocado eminentemente al desarrollo del trabajo formativo de las series cadetes de San Antonio Unido y también para el desarrollo del equipo estelar.
"Uno no tenía que ser tan gil para darse cuenta que faltaba un lugar para que los niños entrenaran", confiesa Miguel Díaz mientras que recorre en un jeep la enorme propiedad.
A pocos metros del ingreso que da con el camino a San Juan se dispondrán tres canchas de fútbol, una de pasto natural con medidas de 120 metros por 90 y otras dos sintéticas de 90 por 60 metros.
Además se construirán camarines y otras instalaciones. El complejo ya contaba con 10 cabañas, un salón comedor, una piscina y una gran casona que desde una colina domina todo el predio.
El empresario prefiere no hablar de cifras ni de la millonaria inversión que realiza. "Si mis hijos saben, me retan", asegura con una sonrisa. Lo que más le interesa a Miguel Díaz es dejar un legado. "Lo que me preocupa es trascender con cosas buenas, hacer cosas por la gente de San Antonio y especialmente por los niños, que son el futuro de este club. Los grandes vienen de paso, juegan un tiempo y se van. No dejan nada. Los niños son nuestro patrimonio", declara con convencimiento Miguel Díaz.
Recordó que hace más de cuatro años inició el seguimiento para comprar el terreno de la Iglesia, hasta que se dio la oportunidad. Hace cuatro meses inició los trabajos. En un momento, en el inicio de las obras, 70 personas trabajaron en la limpieza y la nivelación de la quebrada, que será el corazón del centro de entrenamiento lila. Además 20 máquinas, entre camiones y excavadoras aportaron en la fase inicial del proyecto.
Ayer otras máquinas trabajaban en la construcción de caminos interiores, que en el futuro llevarán el nombre de ex jugadores de San Antonio Unido, mientras otra cuadrilla creaba una franja para la instalación de la electricidad que le permitirá dotar de agua a todo el recinto.
Porque además de concentrarse en el complejo deportivo, la idea de Miguel Díaz es crear un centro recreacional que le dará la oportunidad a la familia u organizaciones, como clubes de adultos mayores disfrutar de la piscina y de una serie de senderos donde se podrá hacer caminatas, andar en bicicleta o trotar.
Es un proyecto a largo plazo, pero su impulsor espera que en marzo estén listas las canchas y operativo el sector del centro de entrenamiento.
Los otros espacios tardarán más tiempo, pues se asesorará con paisajistas para crear lugares de esparcimiento e instalará vagones de trenes sobre un pequeño estero que recorre la propiedad que servirán como cabañas en el lugar donde el SAU entrenará en un futuro muy cercano.