Alerta por aumento de las medusas en la costa: explican los peligros de su picadura
Expertos aseguran que la temperatura de las aguas sería la causa de esta situación. Por suerte no ha llegado la temida "fragata portuguesa".
Con la llegada del verano no sólo comienza el calor. También algunas alertas relacionadas con el mar, entre ellas la aparición de medusas, animales marinos cuyos tentáculos pueden ser tóxicos y que en épocas anteriores han obligado a cerrar varios balnearios. Así pasó en 2016 en las playas de Punta de Tralca y Los Corsarios de El Quisco; Chépica A, Chépica B y Piedras Negras, en El Tabo; El Canelo y Canelillo en Algarrobo; Costa Azul en Cartagena; y Marbella, Playa Sur y Playa Norte en Santo Domingo; con la temible presencia de la fragata portuguesa.
El año pasado la situación fue menos grave, pero igual la Seremi de Salud obligó a cerrar varios de estos mismos espacios durante el verano.
Para esta temporada, fundamentalmente en febrero, los expertos prevén una concentración de estos "visitantes", no particularmente de la fragata, pero sí de especies similares e igual de nocivas para la salud.
En los consultorios de la costa se han reportado numerosos casos de picaduras. Incluso un funcionario de la Armada, que participó en la búsqueda de un joven santiaguino ahogado en El Tabo, resultó con varias lesiones por esta causa. El número exacto de afectados es imposible de determinar, según indicaron autoridades sanitarias a Diario El Líder, pues muchas personas abandonan el borde marino sin preocuparse de las complicaciones de estas heridas.
El doctor en Oceanografía Biológica e investigador de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Sergio Palma, explicó a El Líder que "las medusas pertenecen a un grupo que se llama cnidarios, los que tienen la capacidad de disparar pequeños dardos microscópicos que paralizan a sus presas, tanto para defenderse como para obtener su alimentación. En Chile se han identificado 93 especies de medusas, de las cuales las más tóxicas para el ser humano son la Chrysaora plocamia (es la más abundante y se distribuye desde Arica a Punta Arenas) y la Pelagia noctiluca".
Agregó que más de 3 mil personas por año pueden verse afectadas por la picadura de la primera.
"Las medusas y los otros cnidarios tienen numerosos tentáculos (desde algunos hasta cientos de ellos) con grupos de miles de células urticantes (como ortigas), que a su vez poseen un filamento enrollado que termina en una aguja, dardo o "miniarpón", a través del cual inocula las toxinas a la piel de los bañistas", dijo el doctor Palma.
Por su parte, la dermatóloga Cecilia Orlandi, de la misma institución, señala que lo primero que se siente cuando uno es picado por una medusa es el eritema (enrojecimiento) en la zona de contacto con ese tentáculo.
"Puede aparecer a los pocos minutos, con ampollitas que son como cuando te quemas con el agua caliente. Después puede ser que la piel quede con rayas en donde se tuvo contacto con el veneno, pero algunas de estas especies tienen toxinas tan potentes que ejercen efectos súper dañinos también en los tejidos internos", detalló.
La especialista puntualizó que además de la alergia que provocan estas toxinas, pueden llegar a producir problemas gastrointestinales como náuseas, mareos, vómitos y taquicardia.
"Después de eso viene como una hipotensión en donde las personas picadas pueden desmayarse y tener una falla renal o incluso un paro cardíaco que es motivo de muerte cuando se está nadando en el mar", afirmó.
"Siempre hay que tener cuidado con las medusas, aunque uno crea que las que se encuentran varadas en la arena están muertas, porque los nidocitos de los tentáculos siguen vivos 2 ó 3 días, por lo que no hay que tocarlas ni con el pie", recomienda el doctor Sergio Palma.
La dermatóloga Orlandi aconseja que en caso de picadura, lo primero es echarse suero fisiológico, y si no se tiene a mano, reemplazarlo por un litro de agua con una pizca de sal. También puede usarse agua con vinagre o aplicar bicarbonato con un poco de agua. En ningún caso rascarse o frotarse con la arena porque eso empeora las cosas.
"Tampoco echarse agua de mar ya que nuestras costas están contaminadas y tienen una fuerte cantidad de bacterias; ni orina, ni cosas calientes, ni hielo directamente. Si uno va a poner algo frío, que sea una bolsa con hielo para no diluir el veneno en la superficie. Luego ir al Sapu o Cesfam más cercano", finalizó.