Sanantoninas demuestran que practicar aeroyoga mejora la calidad de vida
Alejandra Ilica y María José González se entregaron de lleno a esta disciplina y aseguran que han dejado de lado los medicamentos y dijeron adiós a las enfermedades.
Aeroyoga es una práctica terapéutica de crecimiento personal inspirada en técnicas ancestrales como el Natha Yoga.
Esta disciplina utiliza la suspensión y la ingravidez en un columpio de cinta como plataforma, fomenta la creatividad, desbloquea enfermedades, mejora el tono muscular e incluso favorece el rejuvenecimiento celular.
Esto bien lo sabe María José González (31), instructora certificada de aeroyoga por la academia Aeroyoga Chile, quien desde el 14 de agosto del 2017 imparte el taller "Aeroyoga Respira" en el sector de Pelancura (Antonio Núñez de Fonseca 3865).
María José informó que las clases son personalizadas y duran una hora 15 minutos, aproximadamente, están acompañadas de música de relajación que permite entrar en estado de profunda relajación y desconexión de la vida cotidiana.
"Partimos con un calentamiento corporal, realización de posturas (asanas) manteniendo la atención en la respiración, siempre por la nariz. Y terminamos con una profunda relajación, la parte favorita de todas/os", enfatizó María José.
Beneficios
Físicamente la práctica trae consigo un alivio de la musculatura, especialmente de la espalda, además de su tonificación. También permite un mayor control y consciencia del cuerpo.
Para Alejandra Ilica (34), quien lleva más de un año practicando aeroyoga, la postura del puente por ejemplo descomprimió su lumbociática.
Ignacia Ilica (17) sufre de bruxismo debido a la ansiedad que le produce el colegio y la vida diaria, por lo que se ha incorporado al taller con positivos resultados.
"Al día siguiente que vengo al taller ya me siento mejor y no sufro de bruxismo", expresó la estudiante.
Las posturas invertidas producen un flujo sanguíneo directo al cerebro consiguiendo mayor oxigenación en él, según comenta María José.
A nivel científico y espiritual la práctica constante produce una nueva percepción de la vida. "Con la práctica empiezas a ampliar tu campo de percepción de la realidad. Muchas veces tenemos enfoques esquematizados o programados y esta práctica nos brinda una nueva forma de ver la vida", expresó la monitora.
Mejora también la calidad del sueño y la digestión puesto que las posturas, junto a una respiración yoguica, hacen un masaje en los órganos internos mejorando el proceso digestivo.
La especialista informó además que es importante asistir con ropa cómoda y no haber comido una hora antes de la clase. Cualquier tipo de persona, sin importar la enfermedad, condición o edad puede asistir a estas clases.
"He tenido personas de 65 años haciendo giros y posturas invertidas", enfatizó María José.
Las clases se imparten los días martes y jueves a las 17.30 y a las 10.30. Sin embargo, María José tiene disponibilidad para clases personalizadas. Para mayor información está el correo respirahorizonte@gmail.com @aeroyogarespira (instagram) y al fono +56 9 42786064.
35 mil pesos, dos clases por semana y 25 mil, una vez por semana es el valor de la mensualidad.