Mauricio Gallego cuenta cómo nació su pasión por el kung fu
A lo largo de su vida el sanantonino ha practicado esta disciplina que hoy lo tiene a cargo de una de las escuelas más importantes del país. Junto a su hijo Javier ha recorrido un camino que lo ha llenado de satisfacciones.
Cuando Mauricio Gallego Orellana se inició en las artes marciales, a los 10 años, en Chile no existían escuelas que practicaran estas disciplinas.
A pesar de eso, este sanantonino decidió seguir adelante con esta pasión la que finalmente se convirtió en un eje fundamental de su vida.
"Después se abrió la escuela de Arturo Petit, quien trajo la idea desde Estados Unidos y la implementó en el país. Yo alcancé a agarrar la cola de eso y al final me puse a practicar por revistas. Tampoco había muchas películas. Más tarde conocí a un profesor que se estaba preparando para un examen y él empezó a enseñarme. Mi profe se fue a Brasil y yo seguí solo practicando ", detalla.
Para no olvidar lo aprendido, comenzó a invitar a sus amigos para que practicaran y en un momento, llegó a tener más 70 alumnos con quienes practicaba en las instalaciones de la panadería El Maná que pertenecía a su padre.
Escuela de kung fu
Hoy es el dueño de la escuela de Kung Fu del gimnasio Arrayán, la que actualmente cuenta con más de cien alumnos y que se ha convertido en una de las más importante del país y en uno de los primeros gimnasios de San Antonio.
"El kung fu es bien genérico y el que nosotros practicamos es específico y se llama Choy Lee Fut por ponerle un apellido", cuenta Gallego.
El maestro explica que este es uno de los estilos más tradicionales e importantes del mundo. "Donde vayas tú serás reconocido con tu grado", dice.
-¿Qué diferencias tiene el kung fu con otras artes marciales como el kárate?
-El kung fu es chino y esa es una de las grandes diferencias que muchas veces la gente no visualiza. El kárate es japonés, el taekwondo es coreano y el full contact americano. Este último lo inventaron como un sistema de pelea.
Este descendiente de españoles explica que el kung fu no es un deporte como la mayoría cree. "El kung fu es una filosofía de vida. Tú no haces kung fu solo en el gimnasio, ya que lo practicas en tu casa, en tu trabajo, con tu familia porque es una postura frente a la vida".
En este constante aprendizaje, Mauricio ha viajado a China y a otros lugares del mundo para participar en diversos seminarios. Uno de ellos fue en el 2016, en la ciudad Sidney cuando asistió por dos semanas a la escuela del maestro Chen Yong Fa, descendiente directo del fundador del estilo Choy Lee Fut quien vive en Australia desde que se mudó de China en 1983.
Para este amante de las artes marciales es muy importante su participación en estos encuentros porque su objetivo es transmitir el conocimiento que ha adquirido a sus alumnos y así formar instructores que sigan la tradición de enseñar y preservar este estilo de kung fu. "Yo creo que tendremos Choy Lee Fut por mucho tiempo más en Chile y en San Antonio".
Además de las clases de kung fu, Mauricio estuvo un tiempo dedicado a las comunicaciones. En Canal 2 condujo el programa "Entre paréntesis" junto a Ximena Arriagada, el cual tuvo mucho éxito.
"Me convertí en el dueño de una productora y con mi equipo hicimos muchos programas. Fue un nicho interesante, pero demandaba mucho tiempo. Después tuvimos problemas con algunos auspiciadores porque nuestros programas se alargaron mucho. Al final decidimos parar", explica.
Tras dejar la productora, Mauricio siguió adelante con la administración de la panadería "El Maná", que es de su propiedad, y con las clases de kung fu en el gimnasio Arrayán ubicado en calle Del Canelo en Llolleo. "Con mis hermanos tenemos una sociedad. Mi familia toda la vida tuvo panaderías y de ahí que nosotros seguimos adelante con el negocio".
Camino
En este camino por seguir adelante con la enseñanza del kung fu también está Javier, hijo de Mauricio, quien además es uno de sus alumnos más avanzados.
Javier también pudo perfeccionar su entrenamiento en el extranjero, ya que durante su estadía en Nueva York en 2016, mientras cursaba un postgrado en Derecho, tuvo la oportunidad de entrenar con el también muy respetado maestro Wong Zen Yem de la rama Xin Hui del mismo estilo Choy Lee Fut.
Mientras era alumno temporal del maestro Wong, Javier Gallego representó a Chile y a San Antonio en el octavo torneo Abierto de Artes Marciales de Nueva York en la ciudad de Queens, donde se quedó con una medalla de oro en la categoría de formas de armas y con una medalla de bronce en la categoría de formas de manos vacías.
"Mi hijo fue creciendo como alumno, ya que practica kung fu desde los 10 años. Hoy en día Javier ha sido mi gran puntal pues el gimnasio está muy bien gracias a él. Mientras yo practicaba en Australia, él hacía lo mismo en Estados Unidos. Todo ese conocimiento se lo hemos ido entregando a los alumnos", señala Mauricio.
Javier explica que siempre le gustó el kung fu, pero cuando se fue a Santiago a estudiar Derecho, intensificó aún más su entrenamiento, comenzando a subir más rápido de nivel. "Traía todos mis conocimientos a San Antonio y junto con mi papá pudimos hacer crecer la escuela, profesionalizarla aún más y empezamos a aprender más cosas. Le dimos un nuevo impulso", detalla el profesional.
Mauricio asegura que detrás de todos estos años de trabajo, hay mucho esfuerzo y tiempo invertido, por eso para ambos es muy importante seguir adelante con todo lo aprendido.
Nuevas disciplinas
En el 2016, algunas de las disciplinas que se practicaban en el gimnasio Arrayán fueron desapareciendo para darle paso a la primera escuela de kung fu de San Antonio.
"Siempre se ha hecho pilates y yoga, pero en estos años el gimnasio se fue transformando en una escuela de kung fu y entonces, ahí le pusimos más energía", cuenta Javier.
Mauricio agrega "de repente la balanza se cargó más a las artes marciales y hoy tenemos un gimnasio mejor montado".
Para este maestro de kung fu es muy importante que los sanantoninos conozcan esta disciplina y seguir motivando a sus alumnos, los cuales han trascendido a través de generaciones.
"Esto también lo practico por mi salud y para mantenerme bien. No te digo que esto es un varita mágica, pero sí te ayuda a mantenerte bien", explica y luego agrega "la gente no tiene que ver el kung fu como deporte porque no lo es. Tampoco es algo difícil, por eso mi motivación es aprender bien para enseñar bien".
Tanto Mauricio como Javier invitaron a la comunidad a acercarse al gimnasio para conocer esta disciplina. "Estamos enseñando de un manera muy profesional y ojo, que la edad en las artes marciales es solo un tema mental. Hay que tener voluntad y entereza, la cual uno trata de mantener durante todo el tiempo", asevera el maestro Mauricio Gallego.