Jesús Farías Silva - Jesús Farías Silva
Gloria Zenteno Peña, de 35 años, llegó a la comuna de El Tabo desde Puente Alto, en la Región Metropolitana, con sus seis hijos y su único nieto. Quería entregarles un ambiente grato, pacífico y alejado de las drogas. En la población en que ella vivía en la capital "se consumía pasta base día y noche", describe.
Dice que se vino "arrancando del flagelo", sin embargo, ahora toda su familia está en peligro de perder el hogar que con mucho esfuerzo construyeron en el Litoral Central.
"Fue así como compré a través de una promesa de compraventa un sitio en calle El Chagual", relata.
Entregó un pie de 3 millones de pesos mediante un vale vista y se comprometió a pagar 24 cuotas mensuales de 125 mil pesos para completar la deuda.
Lamentablemente, al corto tiempo quedó sin trabajo y no pudo seguir cumpliendo con esa obligación. Lo sabe y no lo niega. Debe millones por el lugar donde construyó una vida para su nieto y sus seis hijos.
El año pasado fue demandada ante el Primer Juzgado de Letras de San Antonio por los dueños anteriores del sitio. El caso quedó inscrito como la causa C-427-2017.
"Al no tener dinero tuve que recurrir a una defensa en la Corporación de Asistencia Judicial. Les dije que reconocía la deuda y que estaba dispuesta a cancelar las cuotas impagas, ya que había logrado que un matrimonio amigo de El Tabo se ofreciera a servir de aval", continúa.
La pareja incluso le ofreció hasta un espacio para colocar un puesto de venta de frutas y verduras, y así ganarse su sustento dignamente. Todo iba de maravillas, menos el lío judicial.
"Mal asesorada"
"Los abogados me dijeron que lo mejor sería pedir la nulidad de la promesa de compraventa exigiendo la devolución de los dineros que había cancelado", confidencia.
No obstante, esta asesoría es totalmente distinta a sus anhelos. Ella solo quiere seguir residiendo en su actual morada y no cambiarse nunca más de allí.
Si las cosas iban mal, desde este punto en adelante solo comenzaron a empeorar.
"Insistí en que deseaba salvar el sitio donde construí mi casita, ya que no tenía otro lugar donde vivir y que quería pagar la deuda del sitio con alguna facilidad", cuenta.
Tras esto, se formó un "desorden" entre su defensor, ella y los demandantes. Como el juzgado no entiende de confusiones, declararon a Gloria Zenteno "en rebeldía" y la sentenciaron "a hacer devolución del sitio y pagar como indemnización la suma de 3 millones de pesos", según consta en la carpeta judicial.
El documento no hace alusión a los 9 millones de pesos, que, según ella, destinó a construir su vivienda; ni al comprobante del vale vista correspondiente al pie que pagó al principio de la transacción o las copias de los vaucher del BancoEstado, que demostrarían las siete cuotas que alcanzó a pagar por la propiedad.
Conforme al Artículo 669 del Código Civil y de acuerdo a los papeles judiciales, debe presentar un recurso de apelación ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso. Este debe ser recepcionado hoy a más tardar al mediodía, en Valparaíso.
"Es una angustia tremenda, porque se aprovechan de que uno no conoce la ley. Acá hubo un error o algún tipo de negligencia. Tendrán que hacerse cargo una vez que todo esto termine, pero ahora lo que más me preocupa es que mi familia siga teniendo la casa, por la que he gastado mucho dinero y que podamos vivir en paz, que es lo que todo el mundo quiere", finalizó la mujer de 35 años y joven abuela.