El campeón de atletismo máster que busca llegar al Mundial de España
Cristián Valenzuela entrena pensando en la cita planetaria de Málaga en septiembre, mientras se las ingenia para financiar la expedición. Los títulos nacionales e internacionales son su mejor carta de presentación.
Año 2013. Una oportunidad de trabajo en San Antonio le hizo armar sus maletas y emigrar junto a su familia para incorporarse a Maersk, la multinacional que fabrica contenedores en la localidad de Malvilla, en el área de mantención de salas eléctricas.
Cristián Alberto Valenzuela Inostroza (46), de profesión electricista, fue deportista en su niñez y en la juventud, le encantaba jugar fútbol y paseaba su talento por las canchas capitalinas. Su espigada figura le permitía superar con facilidad a los defensores y cumplir como buen alero derecho levantando centros para el "9" o ganar en velocidad y definir mano a mano frente a los guardavallas.
Pero la vida y la necesidad de trabajar lo obligaron a dejar la pasión deportiva en segundo plano y abocarse a otros menesteres como la familia. Con los años contrajo matrimonio con Sandra Hidalgo y luego nació Javiera.
Asentado con propiedad en la Cartagena y con ganas de probar si su cuerpo tenía las mismas cualidades y agilidad que en la adolescencia, conversó con su esposa y con la venia de la "patrona" descolgó los botines y se unió a los superseniors de Cartagena Atlético.
Con la camiseta de los Mortadelas volvió a marcar diferencias con su aceleración y velocidad. Rápidamente se convirtió en figura y fue convocado a la selección local que disputó el regional de la Anfa en su categoría, donde alcanzaron los cuartos de final. Fue en el duelo ante Valparaíso, jugado en el estadio Ramón Alarcón Alarcón, donde marcó un golazo arrancando desde la mitad de la cancha y definiendo como un crack. Los locutores lo bautizaron el "Hijo del Viento", apodo que cuelgan a atletas sumamente veloces como Jesse Owens, Carl Lewis y Usain Bolt.
En forma paralela, su hija Javiera destacó con su velocidad en un torneo interescolar comunal y llamó la atención de los profesores del Círculo Atlético que la incorporaron a sus filas. Justo por esas casualidades de la vida que permiten tener una segunda oportunidad, Cristián llegó al atletismo. Un día Sandra no puedo llevar a Javi a entrenar y Cristián asumió el desafío. En la pista atlética del Olegario Henríquez, el experimentado profesor Higinio Bustos lo reconoció y lo invitó a probar sus cualidades como velocista. El ojo del "profe" una vez más no falló.
Regreso a las pistas
En menos de un año, Cristián pasó de ser un desconocido en las pistas a ser el rival a vencer. "Ni Santa Isabel me conocía cuando empecé a correr", dice entre risas.
Luego de tres meses de preparación, se adjudicó el regional en la categoría máster sobre 45 años, en las series de 80 y 300 metros planos. Las invitaciones y los reconocimientos comenzaron a llegar, hasta se cambió de club y hoy corre para la Universidad Católica. Una lesión al muslo lo mantuvo alejado varias semanas de las pistas, pero su regreso fue en grande y en el Sudamericano de Atletismo Máster Santiago 2017 ganó oro en las postas 4 x 100 metros planos y 4 x 400 metros planos. Además obtuvo plata en la prueba de 400 metros y fue reconocido como atleta destacado y por su espíritu deportivo.
-¿Considera que "despertó" tarde en el atletismo?
-Siempre me gustó el deporte pero cuando joven jugaba fútbol, era rápido y marcaba así diferencias, además en esa época no estaban las condiciones que hoy existen. De un tiempo a esta época todo el mundo está corriendo, practicando running y con una variedad de implementos deportivos. Puede ser que despertara tarde, pero fue una oportunidad especial. Ya no practico fútbol porque me puedo lesionar y no me ha ido mal. En el atletismo tuve una oportunidad que quiero aprovechar hasta donde pueda.
Con su marca en el Sudamericano Máster 2017, donde se acercó al récord nacional de los 400 metros planos con un tiempo de 54 segundos y 80 milésimas, quedó entre los mejores 50 velocistas del mundo y clasificó al Mundial de Málaga, España, que se realizará entre el 4 y el 16 de septiembre. Incluso en el Nacional repitió los logros y rebajó en 20 centésimas su marca en esa misma prueba.
-¿Se está preparando para el Mundial?
-Entreno entre una hora y media a dos horas diarias en el estadio de San Antonio bajo la dirección de Marcelo Peña. Ahora, a fines de abril, termino la curva competitiva con el torneo del Día del Trabajador en Santiago. Luego voy a descansar un par de días y en mayo comienzo la preparación para el Mundial, ya que a fin de ese mes hay que definir la compra de pasajes, ver la estadía en hoteles y la inscripción.
Aún lejos del mundial
Sin embargo, el Mundial no está tan cerca como parece, ya que los dos millones de pesos que significan estar 12 días en Europa no están dentro del presupuesto familiar y "no voy a encalillar a mi familia pidiendo un préstamo", asevera contundentemente.
-¿Cómo piensa financiar este viaje?
-Muchos amigos me han ofrecido ayuda y creo que terminaré realizando actividades solidarias para financiar todo el gasto que implica pasajes, estadía, alimentación, ropa y zapatillas. Tengo tiempo todavía para buscar los recursos y espero que alguna empresa pueda colaborar. Las zapatillas que tengo para correr cuestan 140 mil pesos y me las regalaron, con eso te digo todo.
-Pero me imagino que quiere estar sí o sí en España en septiembre...
-Sí, quiero llegar y estar en el Mundial, competir en mi categoría con los mejores del mundo sobre 45 años, bajar la marca nacional de los 400 metros planos, meterme en una final y quedar entre los ocho primeros, así podré escalar en el escalafón mundial. Tengo muchas ganas de ir, para eso me estoy preparando y buscando los métodos para estar presente. Me acaban de invitar a Paraguay a competir, pero es un gasto que no estoy en condiciones de asumir si quiero ir al Mundial y además se corre el riesgo de sufrir alguna lesión que me impida ir a España. Tengo toda la fe que estaré y que no sufriré lesiones que me lo impidan.
Estos últimos dos años corriendo son calificados como magníficos por Cristián. "He conocido a mucha gente de distintos países, el mundo del deporte es sumamente lindo e involucra a la familia y eso es lo que más me gusta. No me arrepiento de no haber corrido antes, aprovecho esta oportunidad que me cayó del cielo y quiero ir superando metas. Sueño con ser el nuevo récord nacional de 400 metros planos y repetir el título en el Sudamericano de Cochabamba del 2019.
Sin obnubilarse con el financiamiento de lo que será su experiencia en el Mundial, Cristián continúa entrenando cada tarde tras bajar desde Malvilla bajo las instrucciones de su entrenador. Con el bolso lleno de ilusiones, sueña en grande con seguir volando en la pista mientras pueda.