Rodrigo Ogalde

Con sus rostros conmocionados, la pena brotando en lágrimas que no se atrevieron a caer y el drama desatado frente a sus ojos. Así terminó, ayer, el viaje de un grupo de trabajadores que vio cómo uno de sus compañeros de labor murió luego de sufrir un grave accidente automovilístico en el acceso a la rotonda Curicó.

Este hecho ocurrió pasadas las 11.00 horas. Según testigos, el camión proveniente de Santiago y de propiedad de la empresa constructora Cañas Calderón, venía en caravana junto a otros tres vehículos mayores con rumbo a Santo Domingo, donde los empleados que eran trasladados en esos móviles realizarían una obra de pavimentación.

Adán Reyes Ortiz (62) guiaba su camión y viajaba junto a dos obreros, un colombiano y otro haitiano. Sus compañeros de trabajo afirmaron, en entrevista con Diario El Líder, que dicho vehículo avanzó raudo por el ingreso a la rotonda, pero justo ahí colisionó a otro camión de la misma empresa que se cruzó en su imparable paso.

"Yo no vi mucho, solo sentí que él me chocó porque venía detrás de nosotros. Luego pasó derecho por acá (el costado del acceso a la rotonda) y se dio vuelta", relató el conductor del camión que fue impactado por el vehículo guiado por Adán Reyes.

Apenas ocurrió el accidente, los demás trabajadores que se trasladaban en los camiones de la constructora corrieron a auxiliar a sus colegas. Ellos mismos habrían sacado a Reyes desde la cabina y también ayudaron a otros dos ocupantes a salir. Quedaron impactados porque el chofer apenas podía hablar.

Minutos más tarde, al lugar llegaron las ambulancias del Samu y la unidad de rescate de Bomberos de San Antonio. A pocos metros del camión volcado, y ante el dolor que reflejaban los otros trabajadores, Adán Reyes, tendido en el piso y con el rostro ensangrentado, luchaba por su vida.

Los equipos de emergencia aplicaron maniobras de reanimación, pero el hombre se desvaneció y, cerca de las 11.30 horas, los paramédicos del hospital Claudio Vicuña confirmaron su deceso. Un silencio recorrió aquella escena. La tristeza sobrecogía. Mientras se veía bajar camiones a alta velocidad por el Nuevo Acceso.

"Hicimos todo lo que pudimos", dijo un funcionario del Samu, que se retiró abrumado. Otra ambulancia llevó a los dos heridos al hospital. Ellos, gracias a que estaban en la parte del camión que quedó arriba tras el volcamiento, solo sufrieron lesiones de carácter menos grave.

"Era una buena persona, un hombre muy trabajador, muy humilde", expresó el chofer cuyo camión fue impactado por el vehículo conducido por Adán Reyes. Sus sollozos estremecían.

Empresa

Cristián Cañas, dueño de la empresa constructora Cañas Calderón, explicó a Diario El Líder que él había adelantado en uno los camiones, pero al ver que se demoraban en alcanzarlo en la rotonda Curicó, paró y se devolvió. Así fue cómo vio que Adán Reyes estaba gravemente herido.

"Don Adán llevaba como dos años trabajando con nosotros. Él era muy buena persona, muy responsable. Los chiquillos (los demás trabajadores) dicen que parece que se vino muy rápido y no pudo frenar y le pegó un topón a otro camión", declaró Cañas en diálogo con nuestro diario.

El mismo empresario admitió que Reyes no venía a San Antonio desde hace mucho tiempo.

Hasta la tarde de ayer, el trabajador colombiano José Caicedo y su colega haitiano Judi Aberlitis se recuperaban en el hospital local de las lesiones que sufrieron. Ambos no podían creer que la muerte haya estado tan cerca. Ambos jamás olvidarán el triste episodio que vivieron en San Antonio.