David Muñoz Castillo
Humberto Suazo se ve feliz. Sonríe. Su rostro transmite felicidad, en sus ojos se refleja la satisfacción de contemplar un sueño hecho realidad, un legado que dejará a la comunidad de Lo Gallardo, a San Antonio, a la provincia y principalmente a los niños. Con esta obra le dobla la mano al destino, se burla de la pobreza, de la precariedad, de la falta de oportunidades. "Chupete" no quiere que otros pasen por lo que él vivió cuando construía sus anhelos en polvorientas canchas.
Un estadio es el legado (no podía ser de otra forma) que "el hombre venido del planeta gol" le regala a la tierra que lo vio crecer, que vibró con sus goles en Chile, México y por la selección.
Un recinto equipado con lo mejor para las actuales y las nuevas generaciones de futbolistas. No escatimó en gastos y prefiere no hablar de cifras. "No duele tanto el gasto, porque veo la cara de felicidad de toda le gente y con eso quedo más que pagado. Gracias a Dios me fue súper bien, lo importante es ver eso, la emoción de la gente", dice con humildad, con ese sentimiento que realmente los grandes pueden expresar no solo en palabras, sino que también en obras.
En lo que fue el antiguo estadio de Lo Gallardo "Chupete" levanta un nuevo recinto. Cancha de pasto sintético de última generación, galerías con butacas para 500 personas y un área de servicios, que hasta incluye una cafetería, son algunas de las instalaciones que el llolleíno comenzó a transformar en realidad a comienzos de este año.
"Soñaba con tener este recinto. Al ver las imágenes se fueron modificando algunas cosas. Ahí uno se da cuenta que se hizo algo muy bonito. Espero que la comunidad lo ocupe de buena manera y lo cuide, que es algo muy importante", afirma mientras está parado en el medio de la cancha del nuevo estadio, el recinto que Humberto le regaló no solo a Gallardo, también a todo San Antonio.
Razones para gastar una millonaria cifra Humberto Suazo tiene de sobra, pero a lo largo de esta entrevista se repite un concepto, uno muchas veces olvidado en la sociedad actual: el bien común. "Al final cuando uno hace algo es por el bien de la comunidad, por el club Gallardo y que disfruten de este complejo".
También tiene razones personales y familiares. "Chupete" se siente como en su casa en Gallardo. Disfruta de la pasión del fútbol, la que comparte con su esposa y sus cuatro hijos (André, las gemelas Arantza y Grettel, y el más pequeñito, Jesús).
"Lo principal es que mis niños están contentos, los tres que juegan por el club. Tenía terrenos en otro lado y ahí lo podía hacer, incluso más grande, por el tema del espacio. Lo hice acá porque le agarré un cariño a Gallardo, se han portado muy bien conmigo. Lo mejor que podía hacer era construir esto", explicó el goleador.
Y agregó más argumentos: "Mis hijos están felices y les quedan muchos años por jugar; el más chico, que va a cumplir 5 años también va a venir. Al final lo hice pensando en el bien de la comunidad. Cuando uno está tranquilo y contento quiere dejar cosas y qué mejor que ver las caras de felicidad de las personas de Gallardo, que viene siempre a ver cómo vamos. El otro día cuando se prendieron las luces llegó mucha gente. Creo que están esperando que empiece a funcionar pronto".
Durante sus 17 años de carrera como profesional, Humberto Suazo tuvo un largo recorrido. Jugó en Santiago, México incluso España, pero en este periplo no olvidó sus raíces, y ahí está otra de sus motivaciones para realizar este gran proyecto. "Mucha gente habla porque no me conoce. Siempre intenté estar en contacto con los niños, ayudar a que tengan mejores canchas para desenvolverse, porque uno cuando chico jugaba en canchas de tierra y hasta donde se podía. Entonces, ahora está la posibilidad de entregar esto", dijo.
Entrenador
Cuando recién partía este año Humberto Suazo confirmó su retiro definitivo del fútbol. Un semestre jugó por el SAU, porque quería que el pequeño "Chuy", como llama a su hijo Jesús, lo viera jugar.
Este verano se abocó al trabajo con la selección Sub 13 de la Puerta, tercera en el Nacional de Coyhaique. "Chupete" quiere explotar esa veta, entregar sus conocimientos a los más pequeños. Ese es uno de sus proyectos para el futuro. "Si Dios quiere más adelante haré mi escuela de fútbol. Estamos analizando muchos temas. Estoy muy contento y motivado a la vez, quiero recibir gente, que se sientan cómodos en esta cancha" declara el goleador.
Poco queda de ese muchacho díscolo, silente y malhumorado. Hoy está maduro, pensando en el futuro, en su familia y en la gente que lo rodea.
En vez de esperar la pleitesía de las huestes del club Gallardo, su "socio" en este proyecto, Humberto no se cansa de agradecer a la tienda "bruja" por la oportunidad de cumplir su sueño.
"Estoy agradecido con Gallardo, con la directiva, siempre nos tratamos con respeto y trabajamos en conjunto", contó sobre este proyecto que venía incubando hace años.
"Me comentaron de México sobre un proyecto similar. Siempre me preguntaba por qué no existían recintos mejores para que los niños jugaran o que Gallardo tuviera una cancha mejor. No quiere decir que la que había antes fuera mala; por el contrario, la trataron de parar con mucho esfuerzo y se vieron los avances, un tiempo estuvo muy bonita"; sin embargo, Humberto quería lo mejor para sus hijos y para la comunidad. Por eso no escatimó en gastos para hacer el mejor estadio del fútbol amateur de la comuna.
"Vino a visitar el estadio la persona que trabaja con mi representante y dijo: 'con razón se gastó lo que se gastó, vale la pena'", relató esta anécdota, que para él no es más que eso, porque su motivación es "ver a las personas contentas. Al final no cambiará nada, todo seguirá como antes, el club ocupando la cancha como siempre", pero obviamente con unas instalaciones de lujo.
Humberto es un asiduo de los distintos recintos deportivos de la comuna. Jugando por Gallardo recorrió varias instalaciones y detectó una gran falencia en todos estos reductos. Por eso en su estadio instaló una "cafetería con todas las comodidades, muy amplia, con mucha variedad. Además tendremos buenos camarines, con agua caliente y galerías para que la familia pueda acompañar a los jugadores los fines de semana".
"Chupete" repite que este es un proyecto familiar y del club "brujo", porque asegura que "ellos siempre fueron un aporte, lo mismo que las autoridades, como el alcalde y los concejales. Todo ha marchado bien. No queda más que esperar el día de la inauguración y darle rodaje al estadio de Lo Gallardo", expresa con una gran expectativa. Humberto y la comunidad de Gallardo espera con ansias ese instante, el momento en que el nuevo estadio de la comunidad entre en funcionamiento. Solo faltan unos días para este acontecimiento.