La desconocida faceta del peculiar vendedor de waffles de San Antonio
Raúl Espinoza Mella posee más de 40 años de experiencia en talleres de teatro en diversos colegios e instituciones y afirma que seguirá ligado a las tablas hasta que el cuerpo se lo permita.
Paseando por las principales calles de la ciudad de San Antonio, una figura llama la atención de los vecinos que transitan con frecuencia las avenidas y paseos de la ciudad puerto.
Portando una chaqueta de color marrón oscura, sumado a un chaleco grisáceo, una camisa de líneas color celeste, pantalones de tela acompañados por calcetines negros y zapatos cafés muy lustrados, un hombre de 65 años recorre con su carrito verde diversos sectores del litoral para vender wafles (galleta de masa crujiente rellenos de manjar y coco) caseros a aquellos que quieran endulzar su estómago y vida.
"¡Waffles!, ¡ricos los waffles!, ¡waffles!" pregona por las calles sanantoninas al mismo tiempo que algunas personas que lo conocen se acercan para comprarle. Otros, sorprendidos por su peculiar e inusitada apariencia, más ligada a la de un profesor, solo llegan a preguntarle si de verdad es un vendedor ambulante.
Así relata el profesor de Lenguaje, Comunicación y Teatro, Raúl Espinoza Mella, el inicio de su "carrera" como vendedor ambulante por las calles de San Antonio y Cartagena. Una labor que, según afirma, continuará realizando actualmente solo en la comuna puerto, puesto que en el balneario desarrolla ahora un nuevo proyecto: impartir talleres de teatro a los adultos mayores de dicha localidad.
"Me hice conocido aquí con el seudónimo de ´Don Waffle´. De hecho, mucha gente de San Antonio y Cartagena todavía me reconoce por ese nombre. Tengo incluso amigos y conocidos que lo hacen. Sin embargo, lo que muchos no saben es que yo soy profesor de Lenguaje, Comunicación y Teatro, y que por mucho tiempo realizaba talleres en diversos establecimientos educacionales del país, incluido el Litoral Central. Pero sigo siendo ´Don Waffle´ hasta el día de hoy", relata entre risas el hombre.
Actualmente Raúl Espinoza Mella reside en el sector de Vista Hermosa junto a su señora Isabel Fuica, con la que ha llevado un matrimonio feliz de 45 años desde que se conocieron, siendo la carrera de Lenguaje y Comunicación la cuna de su hermosa relación.
"Yo tengo una historia un poco enrevesada. Nací en Santiago pero a los 17 años me fui a estudiar la carrera de Pedagogía de Lenguaje, Comunicación y Teatro en la sede de la Universidad de Chile de Osorno. Fue así que empecé con esto de la dramaturgia a través de ayudantías, además de conocer a la que sería mi futura esposa. Después de titularme me dediqué a dar clases en diversos colegios y escuelas, poseyendo actualmente más de 40 años de experiencia en esto. Trabajé incluso en el Teatro Municipal de Osorno, por lo que me considero de corazón osornino", expone.
-¿Y cómo fue que llegó a Cartagena?
-Yo llegué el 2014 por idea de mi mujer. Ella quería que nos mudáramos a una parte del Litoral Central. Le dije que fuera en cualquier parte menos Cartagena (risas), pero al final nos quedamos aquí y con el tiempo he llegado a querer este lugar.
-¿Y ahí comenzó a realizar talleres de teatro en la comuna balneario?
-No. Yo empecé primero vendiendo waffles el mismo año que llegué para complementar la pensión que recibía, aproximadamente en el mes de agosto. Fue a través del destacado dramaturgo Fernando Cuadra, actual integrante de la Corporación Cultural de Cartagena, que comencé a desarrollar esos proyectos de a poco, además de entablar una estrecha amistad con él.
-¿Vendiendo waffles?
-Sí. Es muy divertido como empecé. Recuerdo que invité a don Fernando a tomar once a mi casa y le pregunté a mi señora qué le íbamos a ofrecer. Como ella sabe hacer waffles, sugirió que le ofreciéramos eso. Eso sí, fue tanta la cantidad que hizo que nos sobraron, entonces mi mujer me dijo que los vendiera en la feria. Respondí "¿yo?" y me contestó "sí", y fue así como comencé en esta labor. Los vendo a $700 por las principales calles de San Antonio.
-¿Y cómo empezó con sus proyectos de teatro?
-Es otra anécdota muy divertida. Yo he escrito varios textos y quería presentarle uno. Recuerdo que me contacté con don Fernando para pedirle su opinión personal sobre una de mis obras literarias en un taller que realizaba, claro que se lo solicité en privado. La cosa es que estaba yo en esa clase, cuando escucho que él (Fernando Cuadra) menciona mi texto delante de todo el público. ¡Yo no lo podía creer! Al final todos me felicitaron, pero me faltaba todavía su opinión. Me acuerdo que dijo firmemente: "usted tiene la obligación de publicar lo que ha escrito y seguir escribiendo". Y fue así que publique mi primer libro llamado "Corazón parchado & otros relatos".
-¿Y sobre qué trata este libro?
-"Corazón parchado" es una especie de diario de vida de un niño entre los 9 y 10 años que relata desde un punto de vista infantil los momentos que él vive ante la ausencia de su padre desaparecido durante la época de la Dictadura, en un departamento en el sector sur de Santiago junto a su madre y sus dos hermanos. La gracia del texto es que no destila odio contra el régimen, se basa en la reflexión que tiene el pequeño sobre el contexto en el que vive. Hay experiencias personales mías dentro de la obra y es de fácil lectura. De este libro saqué 300 copias y todas las vendí.
Proyectos
Raúl Espinoza Mella relata que en el año 2015 comenzó a realizar sus primeros talleres como profesor de Teatro en el liceo Eugenia Subercaseaux de Cartagena y que fue a través de una obra que presentó en el liceo Poeta Vicente Huidobro que se trasladó a este último establecimiento para continuar con su pasión.
"Estuve un año trabajando en ese lugar haciendo variadas presentaciones con los estudiantes del establecimiento. Después se terminó mi contrato ahí y de repente fui contactado por David Alarcón, asistente social de la Casa del Adulto Mayor de Cartagena. Él tenía conocimiento de mi trabajo y quería que yo hiciera un taller de teatro para que las personas de la tercera edad del balneario socializaran y se divirtieran a través de un espacio lúdico", explica el hombre.
Mella expresa que de las seis personas que integraban el grupo original, actualmente son 30 los integrantes que lo componen, pasando a ser legalmente una agrupación legal recién a finales del año 2017 con el nombre de Teatro del Adulto Mayor de Cartagena (Teama).
"Yo quiero morir haciendo teatro, así que seguiré hasta el fin", dice.