En audiencia de formalización revelan que robo de un arma gatilló el cruel homicidio
Los dos implicados en el crimen de Cristian Arteaga (19) quedaron ayer en prisión preventiva.
Una llamada telefónica y el supuesto robo de un arma fueron parte de las situaciones que ocurrieron el día en que un hombre de 29 años mató a su vecino de un certero disparo en la cabeza, en lo que para el Ministerio Público se trató de un homicidio calificado.
Ayer en el Juzgado de Garantía el fiscal Samuel Núñez formalizó cargos a los dos implicados en la muerte de Cristian Jesús Arteaga Castro (19).
A ambos los acusó de ser autores del crimen: a Isaías S.D. por haber disparado, y al otro, Juan S.J., por haber tenido conocimiento de la intención de matar a Arteaga y por colaborar en que su amigo escapara tras balear a la víctima.
Arma robada
En la audiencia, el fiscal jefe de San Antonio reveló que el homicidio de Arteaga se habría gestado porque el "Cheo", como apodan a Isaías, se habría convencido de que la víctima fatal le había robado un arma de fuego mientras carreteaban juntos la madrugada del sábado pasado en la población Villa Miramar 1 de El Quisco, donde eran vecinos.
"La madre de la víctima relata que 'recibí un llamado telefónico, me llamó el 'Cheo' diciendo que mi hijo, el 'Gualo' (como llamaban al occiso), le sacó una pistola de la casa y que lo iba a matar (…). Esta llamada es las 12.05 horas (del sábado pasado), siendo que el homicidio ocurre 35 minutos después, lo que da cuenta de la premeditación", señaló el fiscal en la audiencia.
El abogado defensor privado de Isaías, Juan Carlos Rivera, contradijo al fiscal, pues a su juicio se trata de un homicidio simple, puesto que, aseguró, no hubo ni premeditación ni planificación para cometer el delito porque "no basta con sentir el impulso de matar a una persona (para que exista la premeditación)".
Además, Rivera argumentó que la llamada telefónica "justifica que no hubo premeditación porque no llamaría a la madre para decirle lo que haría", y señaló al juez que "mi imputado me autorizó para decir 'yo portaba el arma que en definitiva culminó con la muerte de la víctima', pero dice que no ocurrió como se está diciendo".
El abogado particular afirmó, sin entregar detalles, que existiría una "eventual legítima defensa" de su cliente.
Por su parte, el coimputado aseguró que sólo colaboró con sacar a Isaías del sitio del suceso porque sería linchado por vecinos que fueron testigos del crimen.
La fiscalía solicitó para ambos acusados prisión preventiva dado el cruento crimen cometido. El juez Daniel Zúñiga aceptó y fundamentó su determinación:
"La participación de Isaías S.D. no cabe duda porque fue reconocido por testigos como autor del disparo, como lo dice la propia defensa (...) En el imputado Juan S.J. podría concurrir la participación como autor, tanto porque esperó al imputado, conduce el vehículo con el que se dan a la fuga , así como también presenció el asesinato".
Calificado
Respecto de la calificación del delito, el magistrado coincidió con el Ministerio Público en que se trataría de un homicidio calificado.
"No estamos en presencia de un homicidio simple, teniendo en cuenta el tiempo que medió entre el disparo y la llamada, que es considerable para que en una situación de impulso una persona pueda desistir de esta ira, pero en ese tiempo se puede apreciar que hay un plan, por cierto un mal plan; por el horario, con gente, público, en un lugar abierto; lo que hace entender que no iban a conseguir impunidad, pero no implica que no se trate de un plan (para matar a Arteaga)".
Así, el juez de garantía decretó que ambos fueran puestos en prisión preventiva por los cien días en que se fijó la investigación. Los dos imputados serían trasladados a una cárcel de fuera de la provincia porque pidieron resguardos, pues insistieron en que en la prisión de San Antonio o la Valparaíso "se los van a pitear (matar)".