Rodrigo Ogalde
A la edad de 86 años y después de luchar contra un cáncer que se ramificó a gran parte de sus órganos, la noche del lunes dejó de existir el ex dirigente vecinal de Llolleo, Manuel Alejandro Covarrubias Cartagena.
La vida de este hombre nacido en Santiago partió el 26 de febrero de 1932 en Santiago, ciudad en la que su padre, Alejandro Covarrubias, era dueño de la fábrica textil "Sierra Bella".
Manuel Covarrubias llegó a vivir a San Antonio en 1971. Fue casado con Amada Cornejo Serra, quien falleció en 2011. Con ella tuvo tres hijas: María Loreto, Ximena y Marisol.
"Era un hombre muy versátil: trabajaba con su papá en la fábrica, pero también hizo cualquier trabajo que lo hiciera sobrevivir", contó Ximena, quien recordó que su padre era el administrador del negocio familiar de su abuelo.
En Santiago también ofició de chofer de micros y empleado del matadero.
En 1969 se trasladó a vivir a Osorno, donde abrió la tienda "La Competidora" y se dedicó a sus labores de dirigente del básquetbol local. Allá explotó su veta política y se lanzó en una fallida candidatura a alcalde por esa ciudad sureña.
Tras estar por una década en San Antonio, en su casa de la calle Mercedes Norte, en el año 1982 y abrumado por la crisis económica, se marchó a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades laborales.
En la nación estadounidense trabajó en el colegio Sagrados Corazones de la ciudad de San Francisco, donde finalmente se jubiló. Así lo recuerda su hija Marisol, quien en San Antonio fue alumna del colegio Cristo Rey y del ex Liceo Fiscal.
Sus hijas María Loreto y Ximena se casaron en Estados Unidos, donde esta familia echó raíces y pudo acostumbrarse al estilo de vida de aquel país.
Fue en 1995 cuando Manuel Covarrubias, después de pensionarse, entendió que debía regresar a su querido Llolleo. "Decidieron con mi mamá volver a su casa", añadió Ximena.
En Llolleo, Covarrubias no hizo más que dedicarse a lo que siempre quiso: el servicio público. Ese era el camino que le llamaba la atención y como dirigente vecinal así lo dejaba claro.
Su casa política estuvo en la derecha y fue militante de Renovación Nacional, aunque en la última elección municipal de 2016 postuló a concejal por San Antonio con los colores del movimiento Amplitud. Se le conoció además por defender a Augusto Pinochet.
En los últimos años, Covarrubias se había esmerado en impulsar las gestiones desarrolladas por la Corporación de Desarrollo de Llolleo, tendientes a convocar apoyos de autoridades con el fin de que este sector sea reconocido por el Estado chileno como una comuna independiente de San Antonio.
Según sus hijas Marisol y Ximena, el anhelo de su padre era ver a Llolleo transformado en un lugar tranquilo y con opciones de progreso, pero por un camino separado de la ciudad sanantonina. "Esa era su sueño", admitió Marisol.
"Él quería que hubiera progreso en Llolleo", confirmó Ximena, quien cree que su papá quería imitar las ideas buenas que vio cuando residió en Estados Unidos.
Sus hijas lo consideraron siempre un hombre bueno, que no vivía tranquilo cuando sabía del sufrimiento de otras personas, especialmente de aquellos que pasaban hambre.
Los restos de Manuel Covarrubias son velados desde ayer en la Funeraria Belén, de Barrancas, ubicada en Barros Luco 2036, donde hoy, a las 12.00 horas, habrá un responso. Más tarde, a las 15.30 horas, será sepultado en el Cementerio Católico de Recoleta.
Sus hijas, que le dieron seis nietos y una bisnieta, lamentaron la muerte de Manuel Covarrubias, pero igualmente se mostraron agradecidas del apoyo que han recibido de quienes conocieron a este dirigente vecinal de Llolleo.
Uncosan
Sergio Alarcón, dirigente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, recordó a Manuel Covarrubias "como una buena persona que en lo social trabajó con mucha energía por lo que quería conseguir".
1971 fue el año en que el extinto dirigente Manuel Covarrubias llegó a vivir a San Antonio.