Katherine Ríos Méndez
El corazón de Blanca Vásquez Osorio (69) se detuvo en medio de los preparativos familiares para celebrar las bodas de oro que cumpliría el próximo año.
"Ella sólo era casada con mi tata por el civil, así que estábamos preparando la ceremonia religiosa con su vestido blanco, como una novia siempre quiere, pero lamentablemente el sueño se nos acabó el martes", confidencia Ariel Berríos, nieto de quien fuera la coordinadora provincial de la fundación Damas de Blanco.
Ayer se realizaron los servicios velatorios en la esquina de Lautaro con Aconcagua, en la iglesia Asamblea de Dios Autónoma de Barrancas, en donde sus más cercanos la despidieron, tras fallecer la noche del martes en el hospital Claudio Vicuña luego de padecer un largo período de enfermedades que comenzaron en 2015. "Posteriormente se le declaró un cáncer endometrial", precisa Ariel.
Blanca Vásquez nació en Santiago en 1948 y llegó a mediados de los '50 a San Antonio. Se conoció en el colegio con su esposo Luis Berríos, con quien formaría más tarde una familia.
Madre de dos hijos y abuela de cuatro nietos, realizó cursos de costura e ingresó a trabajar a la fundación Cema Chile. Luego, un 19 de marzo de 1989, impulsada por su motivación de servicio social, entró a la fundación Damas de Blanco, voluntariado que trabaja en recintos hospitalarios realizando una labor de acompañamiento y apoyo tanto material como espiritual a los enfermos terminales.
"Cuando ella comenzó el trabajo en el hospital Claudio Vicuña, con las Damas de Blanco, lo hizo con un espíritu de servicio, de ayudar al desvalido para poder transmitir una palabra de esperanza y lo hizo hasta el final", dice su hijo Luis Berríos (49) con una emoción.
Gracias a su ímpetu, entrega y amor al prójimo, llegó a ser la coordinadora de la filial local de la fundación, cargo donde se mantuvo por más de 20 años. Desempeñó labores administrativas, procurando siempre velar por los más desamparados. "Fue una mujer que se caracterizó por entregar amor, siempre preocupada de todos. El legado que nos deja es el amor al prójimo, preocuparse por el otro, por el que está necesitado", recuerda Ariel.
Damas de blanco
La fundación Damas de Blanco tiene sus orígenes en 1958, cuando el pastor no vidente de la Iglesia de Dios Misiones Mundiales, Alberto Küpfer, junto a su esposa y a una hermana de la congregación, detectaron la necesidad de ayuda material, moral y espiritual de los enfermos del hospital del Salvador, en la capital. Poco a poco se fueron sumando voluntarias que trabajan en diferentes hospitales de Chile. Hoy la filial de San Antonio cuenta con 14 de ellas.
"Blanca nos incentivaba en la labor y lo hizo hasta el último momento. 'Visiten a los enfermos', nos dijo el día antes de morir", revela Nolberta Peñailillo, secretaria de la filial sanantonina.
1989 Ingresó a las Damas de Blanco motivada por su espíritu de servicio social.
11.00 de hoy habrá una ceremonia religiosa y luego será sepultada en el cementerio Parque del Sendero.