Familia de niño que murió atropellado por un bus en El Tabo pide justicia
Los abuelos de Gustavo Vargas cuentan cómo era el jovencito de 16 años que falleció el miércoles pasado luego de que lo impactara de frente un bus fuera de recorrido.
Gustavo Vargas iba montado en su caballo favorito, "El Bonicho", cuando se encontró de frente con la muerte.
A la altura del puente Córdova, en la comuna de El Tabo, recibió el impacto de un bus mientras iba de vuelta a su casa el miércoles pasado.
"Había estado con unos amigos viendo unos gallitos (aves)", cuenta su abuela Victoria Burce.
El joven tenía solo 16 años.
"Todo esto ha sido increíble, hemos visto lo mucho que lo querían", agrega antes de contar los tristes momentos en que se enteró de que su nieto había sido víctima de un fatal accidente de tránsito de regreso a su hogar.
Piden justicia
"Nos vinieron a avisar y nos fuimos inmediatamente al hospital (Claudio Vicuña de San Antonio) porque ya se lo habían llevado. Nos fuimos detrás de él. Cuando llegamos allá le estaban haciendo un escáner y reanimándolo. En ningún momento estuvo consciente para poder hablar con él", relata. No hubo despedida.
El médico de turno en el Servicio de Urgencias, según su testimonio, se acercó varias veces a hablar con la familia.
"Nos dijo que no había esperanzas de que viviera o que si quedaba con vida iba a ser en estado vegetal, sin saber ni cómo se llama", prosigue Victoria en medio de su angustia.
"A las 11 y cuarto de la noche salió el doctor nuevamente y nos contó que había fallecido", continúa.
La mujer describe las múltiples lesiones con que lo vio. "Fue algo espantoso".
Piden justicia
Victoria quería contar lo que pasó esa noche. Sentía que se habían dicho cosas que no eran ciertas al momento de recibir a Diario El Líder en su casa de avenida Los Boldos, en el sector El Triángulo de El Tabo.
"Deseamos que se haga justicia y que se sepa qué pasó", resalta.
-¿Qué hacía Gustavo a esa hora (20.15 horas) en la calle y a caballo?
-Venía saliendo del puente. Había ido a buscar un gallito. Iba siempre, conocía el camino por el que estaba transitando.
"Es un camino iluminado. El chofer no lo vio y pasó todo esto. No sabemos a qué velocidad pudo ir para reventar al caballo y causarle la muerte al niño", añade.
Leopoldo Vargas, abuelo de Gustavo, anticipa que dentro de los próximos días verán la posibilidad de entablar acciones judiciales para establecer qué sucedió y cuáles son las responsabilidades.
"Tenemos que hacer justicia por él", afirma Victoria, su abuela.
-¿Cómo era Gustavo?
-Era un niño sano. Iba del colegio a su casa y de su casa al colegio. Andaba a caballo o estaba con sus amigos. Todos lo conocían y lo querían.
Cursaba el primero y segundo medio en la comunidad educativa Newen de Las Cruces.
"Para nosotros ha sido sorprendente lo mucho que lo querían. Era muy alegre. No creemos la cantidad de gente que vino (a su velatorio). La casa estuvo llena día y noche", dice.
Al mediodía, en el Cementerio de El Totoral, también se congregó una multitud.
"Si usted le pedía un favor, él lo hacía. Era un niño de campo, si yo plantaba él me acompañaba y plantaba, si criaba aves, el también", recuerda su abuela, quien lo crió como su madre junto a otros cuatro hermanos.
"No merecía lo que pasó. Era un buen niño y sentimos que se tiene que hacer justicia. Nosotros sabemos que no fue su culpa", complementa Leopoldo Vargas.
"Estamos esperando aún, porque todo ha sido reciente, pero en la semana ya veremos si hacemos una demanda o una querella, pero queremos seguir adelante. Era muy joven como para que le pasara lo que le pasó", expresa.
"Yo como su abuela, como su mamá, porque soy quien lo crió, tengo pena, pero también tengo energías para seguir adelante", finalizó Victoria Burce.
"Para nosotros ha sido sorprendente lo mucho que lo querían",
Victoria Burce,, abuela del niño fallecido."
"No merecía lo que pasó. Era un buen niño y sentimos que se tiene que hacer justicia. Nosotros sabemos que no fue su culpa",
Leopoldo Vargas,, abuelo de Gustavo."