El 20 de mayo pasado un vehículo llegó hasta una casa del pasaje La Cantera, en El Quisco. Desde el auto abrieron fuego. El mortal tiroteo hirió a Bastián Morales Balboa (20) en el pecho y a G.F.M. (16) en la cabeza. El primero falleció en el consultorio quisqueño y el segundo se mantiene grave.
El hecho de sangre llamó la atención por lo cruento y hoy sigue dando de qué hablar por cómo se ha desarrollado el caso.
La semana pasada se conoció el rumor que señalaba que dos personas acudieron hasta el Tribunal de Garantía de San Antonio para confesar su participación en el homicidio, pero que fueron enviados a su casa.
Este trascendido fue confirmado ayer por diversas fuentes, como el Ministerio Público, puesto que efectivamente el pasado 25 de mayo dos menores de edad acudieron hasta el juzgado en compañía de un abogado para exponer que ellos estuvieron involucrados en la muerte de Morales Balboa y en el homicidio frustrado de G.F.M.
Pese a que la lógica hace pensar que los dos debían ser aprehendidos de inmediato frente a la grave confesión, aquel día los jóvenes no fueron detenidos y, en cambio, se les citó a declarar para el lunes siguiente: el 28 de mayo.
¿Por qué no los detuvieron? Desde la Fiscalía de San Antonio informaron que el 25 de mayo "el fiscal jefe, Samuel Núñez, se reunió con el juez de turno, (Daniel Zúñiga) solicitándole de manera urgente y por escrito la orden de detención respecto de ambos individuos y de un tercero, por los delitos de homicidio y homicidio frustrado".
Sin embargo, detallaron desde el Ministerio Público, "el magistrado (de turno), también por escrito, denegó la petición del fiscal, al considerar que no se daba la urgencia que el artículo 9 del Código Procesal Penal exige (urgencias frente a las que no se solicita una autorización judicial previa para dar una orden de detención), efectuando también una prognosis (pronóstico) de pena que -según su criterio- hacía desproporcionada la medida compulsiva solicitada (de arrestarlos frente a una futura pena que quizás no sea privativa de libertad)".
Fuentes de Diario El Líder indicaron además que no bastaba, el día que llegaron a confesar, el propio relato de los menores, puesto que siempre existe la posibilidad de que los mismos confesores podrían faltar a la verdad y por ello se debía contrarrestar la declaración con lo indagado por la policía.
Declaran
El 25 de mayo los dos menores se marcharon a sus casas y el lunes 28 no se presentaron a la citación, pero esta semana entregaron su declaración en la Policía de Investigaciones, donde aseguraron ser los autores del crimen, aunque sus relatos se alejan de lo recabado por la Brigada de Homicidios, que el 22 de mayo entregó un informe sobre el caso.
"Restaron declaración, no reconociendo los hechos de la forma en que se informó por parte de la policía", detallaron desde la fiscalía.
La BH ha llevado a cabo todas las diligencias pertinentes en este caso, estando hasta ayer a la espera de una orden de detención para arrestar a los dos menores.
Al respecto, el Ministerio Público ayer nuevamente envió una solicitud de orden de detención en contra de los adolescentes, sin que esta fuera respondida por el tribunal hasta el cierre de esta edición.
El hecho de que el pasado 25 de mayo los dos jóvenes no fueran detenidos tras su confesión, generó molestia en el consejero regional Mauricio Araneda, quien no dudó en pedir explicaciones.
"Me parece de la mayor gravedad (…). Se declaran confesos y les dicen 'vuelvan el lunes'. Ni en el peor escenario se puede ver esta falta de organización entre el Ministerio Público y tribunales. Frente a esto emplazo a que la fiscalía responda por qué sucedió (…) porque resulta inentendible para la comunidad (…). Sea la fiscalía o el tribunal que den una respuesta", dijo Araneda.