La joven locutora que transmite la palabra de Dios con pasión y devoción
Yael Mondaca es un referente del mundo cristiano sanantonino. A pesar de su corta edad, tiene una destacada trayectoria en las comunicaciones y en el mundo artístico difundiendo el evangelio.
Posee una personalidad carismática que no pasa desapercibida, pero también puede defender con fuerzas sus creencias cuando se siente sobrepasada o amenazada. A los 15 años descubrió su pasión por las comunicaciones, tras realizar una serie de labores en la radio Vida Nueva, de editorial evangélica. En esa emisora local debutó con el programa Forjando Líderes Apostólicos y Proféticos, y ahí, desde el locutorio, difunde la palabra de Dios.
Su dulce voz no sólo encanta a través de la radio. A su corta edad, Yael Mirella Mondaca Campos (24) elaboró sus propias producciones musicales, con letras inspiradas en vivencias personales. Tanto impacto tuvieron sus canciones que junto a su pareja de toda la vida y esposo hace siete años, Héctor Hernández, recorrió Chile y Sudamérica. Sus discos "Llamamiento de Amor" y "Sigo Creyendo" han cruzado fronteras y convertido a esta oriunda del cerro Alegre de San Antonio en un joven referente y portavoz del mundo cristiano.
Encontró su camino
Un fuerte y profundo quiebre en el 2007 obligó a su núcleo familiar a reorganizar sus prioridades y buscar un camino que les permitiera encontrar la paz y la tranquilidad deseada. Mirta Campos, la jefa de hogar, se refugió en el evangelismo y bajo el amparo de dicha religión rearmó a los suyos. Así fue como nació y comenzó a crecer el fuerte e inquebrantable lazo entre Yael y el evangelio.
"Mi mamá nos refugió en la religión evangélica. Y nos quedamos en ella, por sobre otras, por la libertad que te da. Es muy distinta a todas, te entrega una libertad plena en el Señor. Muchos nos ven y nos llaman locos por la forma que tenemos para profesar nuestra fe, eso ocurre porque creemos un ciento por ciento en el Señor y en lo que Dios tiene destinado para cada uno de nosotros. Elegiría mil veces esta religión", confiesa Yael sobre sus inicios y devoción por la religión evangélica.
-Llegaste muy joven a la radio, ¿qué te motivó?
-Comencé a los 14 años en la radio, primero en los controles, luego tomé la batuta del programa y empecé a predicar el evangelio con el programa radial. Siempre tuve los horizontes muy claros, en ese tiempo forjé mis objetivos y he tenido la posibilidad de bendecir a muchos. La vida es muy dura para algunos, ocurren cosas muy feas. Llegar al evangelio es un camino y solución para salir adelante.
Yael cuenta que en la radio lograron tener una alta sintonía porque "era una novedad a nivel local evangelizar a través del mensaje radial. Pero no solamente abordábamos temas religiosos, sino que la contingencia y lo que realmente afecta a la comunidad en el día a día. No por ser cristianos vivimos en una burbuja, los problemas nos afectan de la misma forma ue a los demás. La radio tiene que tener chispa y dinámica, no es netamente canuta (ríe).
Luego de un tiempo alejada de la radio por la maternidad y por su trabajo en la distribución de productos congelados del mar, volvió a la locución con su programa Militantes del Reino, en la radio Vida Nueva.
-¿Es difícil ser líder en este mundo cristiano?
-Uno puede tener su vida propia y diferente, y a la vez tener un liderazgo dentro de la iglesia, porque una como mujer muchas veces se ve relegada en ciertas cosas. A mí no me costó tanto porque tenía mis cosas claras, me siento feliz de llevar 10 años en las comunicaciones y cantando. Con el resto de las mujeres tengo muy buen onda. Tengo varias amigas en Chile y también fuera de nuestras fronteras. Nos apoyamos mutuamente y somos una grata compañía. Son un gran apoyo cuando se vienen los eventos en distintas ciudades.
Marca la diferencia
Como conocedora del mundo evangélico, Yael Mondaca es una voz fuerte y con propiedad para opinar sobre el funcionamiento y alcances de la religión. De la misma forma, para esta sanantonina la crisis institucional que afecta a la iglesia Católica, con los abusos denunciados por curas y obispos que fueron tardíamente abordados por el Vaticano, es un momento delicado y doloroso.
"Es una crisis que se veía venir por el tema de los abusos que terminaron saliendo a la luz. Todo lo que está oculto de alguna forma termina revelándose y saliendo a la realidad. Aunque esta crisis hoy golpea mucho a la iglesia Católica, no es exclusiva, porque de seguro pasa en todos lados. Sin embargo, no podemos echar a todos en el mismo saco ni tildarlos de cierta forma", opina esta joven creyente.
De la misma forma, sostiene que la solución a los abusos de menores al interior de la iglesia no pasa por cambiar una serie de normas ni el celibato. "Es difícil encontrar una solución al abuso de poder, no pasa porque los curas se casen. Quienes han cometido estos abusos es porque se trata de personas enfermas, desequilibradas y que merecen castigos reales como todos los demás. El fin de los abusos pasa por un tema de real vocación y de intereses sumamente claros en los sacerdotes".
La maternidad
Yael y Héctor se conocen desde la adolescencia. Se casaron hace siete años y siempre quisieron ampliar la familia y repartir su inmenso amor. Héctor Elías llegó un 28 de diciembre a alegrar la vida del matrimonio Hernández Mondaca, el cual sumará un nuevo integrante ya que Santiago viene en camino.
"Siempre quisimos tener hijos, luego de seis años vino la sorpresa y milagro de vida que es Elías y ahora estamos esperando a su hermanito (Santiago). Con la llegada de Elías nuestra vida se ha vuelto caótica, pero adoramos ser padres. Estamos esperando con muchas ansias y entusiasmo al nuevo integrante que vendrá a compensar los años de espera para ser padres. Espero muy pronto ver a nuestros minis corriendo por la casa", confiesa sobre sus deseos de haberse convertido en madre y de los pocos meses que le quedan para volver a serlo.
Como referente femenino, el movimiento que busca poner fin al acoso y discriminación contra la mujer no podía estar ajeno en esta conversación. "El movimiento feminista tiene una profunda mirada de mujer, si bien no creo que las marchas sean la forma de reclamar, debemos terminar con todo tipo de acoso y abuso contra nosotras. Me agrada mucho la idea que las mujeres defendamos nuestro género, espero que sirva también para terminar con las agresiones entre las mujeres, porque lo único que hace es desvalorizarnos", concluye.