Elefante marino causa furor entre los curiosos que llegan a la caleta
Cientos de personas concurrieron ayer en la mañana a la playa Pacheco Altamirano para conocer a este ejemplar de la familia de las focas. Director del museo explica que estaría descansado luego de largas jornadas nadando.
Abre los ojos por un par de minutos y luego los vuelve a cerrar para continuar con su largo descanso. Todo esto mientras grandes y chicos se acercan a contemplar a esta foca elefante o elefante marino que hace tres días llegó a la playa Pacheco Altamirano, en la comuna de San Antonio, para tomar un merecido descanso.
La llegada de este ejemplar, perteneciente a la familia de las focas, llamó de inmediato la atención de los sanantoninos, quienes han llegado hasta sector costero para conocer a este nuevo "turista" que se roba todas las miradas.
Mario y Eduardo Donoso, hermanos de la comuna puerto, fueron dos de los tantos curiosos que ayer llegaron hasta la playa Pacheco Altamirano para conocer a este elefante.
"Lo vi en las noticias y como andábamos por acá cerca pasamos a conocerlo. Se ve tranquilo y es bastante grande", dijo Mario, mientras que su hermano detalló que "igual uno no sabe cuánto tiempo se quedará y si está bien o no".
Impresionante
Marcela Carreño llegó desde Santiago a pasear por la comuna de San Antonio. Caminaba por el mercado cuando se enteró que un elefante marino descansaba en esta playa cercana a la caleta.
"Me parece impresionante. Vengo de Santiago y mientras compraba, un señor nos dijo que había un elefante marino acá. Es muy lindo, primera vez que veo uno en vivo y en directo, como se dice, antes siempre por la tele nomás. Lo veo, eso sí, medio cansado", elucubró.
José Luis Brito, director del Museo de Ciencias Naturales e Histórico de San Antonio (Musa), explicó que este elefante marino es un ejemplar subadulto, el cual se encuentra descansando en la zona.
"Son uno de los mamíferos marinos que tienen la mayor capacidad de natación oceánica. Se alejan mucho del litoral y navegan más de 5 mil kilómetros lejos de la costa. En el año 2000 incluso llegó uno a Isla Pascua. Son migraciones de muy largo aliento", detalló el experto.
Brito especificó que "cuando salen a descansar es porque están muy agotados y necesitan el calor del sol para su metabolismo y también dormir, porque realizan una natación cansadora. La flotabilidad la deben mantener constantemente para no ahogarse. Además tienen una capacidad de buceo muy alta de casi mil metros".
La familia
Los elefantes marinos pertenecen a la familia de las focas. Esta a su vez se dividen en cinco categorías: wedell, cangrejera, de ross, leopardo marino y la foca elefante o elefante marino. "Esta última es la más grande de todas. Del total de tipos de focas, solo hay registro en San Antonio de la leopardo y elefante marino".
Brito es uno de los investigadores que ha planteado que "la hipótesis que sostengo es que estos animales deberían tener grabado, en una especie de chip genético, que se heredaría en algunos machos, algo que los hace buscar infructuosamente las colonias -que se llaman elefantería- de hembras que son reproductivas. Por eso estos ejemplares adolescentes o subadultos son denominados erráticos o errantes, porque se encuentran buscando algo que ya no existe".
"Cuando salen a descansar, como es el caso de esta foca elefante, lo hacen por varios días o semanas. En la época de primavera y verano también salen a descansar y producen la muda de piel que se hace una vez al año", describió.
¿foca o lobo?
A modo de dato, el director del Musa entregó algunas diferencias entre la familia de las focas y lobos marinos, especies que muchas veces son confundidas.
"Las focas son más gordas y grandes que los lobos. Se arrastran con el vientre, porque sus aletas son muy pequeñas y no les sirven para caminar. El león o lobo marino tiene orejas visibles y además utiliza los brazos y piernas para trasladarse", informó Brito, quien llamó a los turistas a que respeten el espacio y descanso de esta impresionante foca elefante o elefante marino, que por el momento solo quiere dormir.
800 kilos pesa este elefante marino que se encuentra descansado en la playa Pacheco Altamirano.