Sepa por qué le pusieron Barrio Chino al céntrico sector de San Antonio
En el Centro Cultural se llevó a cabo la Segunda Jornada de Historia Local, instancia que rescató el valor patrimonial de la ciudad.
¿Alguna vez se preguntó por qué se le llama "Barrio Chino" al sector conformado por las avenidas Balmaceda, Centenario y Puente Arévalo? o ¿por qué la industria textil Rayonhil influyó mucho en la construcción de la identidad de San Antonio?
Muchas de estas interrogantes fueron contestadas en la Segunda Jornada de Historia Local, instancia organizada por el Centro Cultural San Antonio (Ccsa) y la Sociedad de la Historia de San Antonio, que tuvo como finalidad instruir e interesar a la comunidad para dar a conocer el valor cultural y el legado patrimonial de la ciudad.
La actividad contó con la presencia de los historiadores locales Constanza Vega Neira, Bárbara Herrera Acuña y Rodrigo Tobar, y de los nacionales Mario Garcés y Nelson Castro, quienes conversaron con el público presente algunos aspectos curiosos de la ciudad.
En la jornada se rindió un homenaje al fallecido escritor y profesor sanantonino Rubén Santibáñez, acentuando su invaluable aporte en la masificación de la cultura y las artes en la comuna puerto.
Barrio chino
Una de las temáticas que se abordó en la actividad tuvo relación con el rescate de la memoria del emblemático barrio Balmaceda (antiguamente barrio Parroquial), espacio donde la experta Bárbara Herrera expuso algunos datos curiosos, desde su conformación hasta su particular denominación de "Barrio Chino".
Según la historiadora, el lugar tuvo sus orígenes a fines del siglo XIX, siendo uno de los primeros asentamientos humanos en la ciudad, cuya calle principal fue Segundo Plaza Poblete, el primer alcalde de San Antonio. El barrio estuvo conformado por personas de sectores rurales que migraron a causa del auge de los embarques y desembarques de mercancía, detonando la posterior creación del puerto en 1912.
El nombre de "Barrio Chino" fue puesto por los arrieros debido a los constantes robos que sufrían los comerciantes chilenos con rasgos asiáticos en dicho lugar cuando acortaban camino para transportar sus productos. A raíz de esta práctica, era común escuchar la frase "no pasen por donde los chinos, porque asaltan", quedando así patentado el apodo.
El barrio Balmaceda fue adquiriendo mayor relevancia debido al desarrollo de la Fiesta de la Primavera, los clubes deportivos Balmaceda y Estrella de Chile, y también por ser la cuna de la cultura bohemia en las primeras décadas del siglo XX.
FÁBRICA RAYONhIL
Otro de los temas que se abordaron en el encuentro fue la recuperación de la historia de la fábrica textil Rayonhil de Llolleo y su relevancia en el patrimonio de San Antonio. En la investigación, la historiadora Constanza Vega expuso que el testimonio de las personas que trabajaron en dicha industria ayudó a crear el relato histórico de ésta debido a la escasez de archivos.
Según lo exhibido por la especialista, la fábrica tuvo sus orígenes durante el período de la industrialización nacional en el siglo XX, siendo protagonista de los cambios sociales, laborales y económicos vistos desde la década de los 40 hasta los 80 en la ciudad puerto, pasando por la política proteccionista hasta el modelo neoliberal.
La industria fue una escuela de prácticas laborales y fuentes de trabajo para decenas de familias sanantoninas.
"Tuvimos una positiva respuesta de varios establecimientos educacionales y de la comunidad que quiso conocer más de sus raíces",
Sergio Baeza, presidente de la Sociedad de Historia de San Antonio."