La madre de cuatro hijos que devuelve la autoestima a los sanantoninos
Marcela Garrido tuvo que reinventarse muchas veces para salir adelante junto a su familia. Fue promotora, elaboró y vendió jabones naturales hasta que le dio el palo al gato cuando aprendió los secretos de los tratamientos estéticos. A continuación su bella historia de vida.
Viene llegando de Orlando, Estados Unidos, donde participó de una de las convenciones de estética integral más importantes del mundo. Ahí actualizó conocimientos, se perfeccionó en microblading (revolucionario método para conseguir cejas perfectas) y también se dio tiempo para adquirir productos de primera selección para su local Secreto's. Pero las bondades y la paz con que hoy cuenta no han sido eternas para Marcela Alejandra Garrido Núñez (40), ya que en años anteriores estuvo a punto de perder su hogar por no contar con el dinero suficiente para pagar los dividendos.
Pero esta madre de cuatro hijos, Allison (22), Luciano (17), Martina (12) y Katalina (10), sacó a relucir su resiliencia y dio un giro a su existencia, el mismo que hoy la tiene con una tranquilidad espiritual y laboral que disfruta junto a su familia.
Embarazo juvenil
Todavía no terminaba su adolescencia cuando se enteró que sería madre. Luego del parto, disfrutó los primeros meses de su hija Allison antes de finalizar sus estudios medios, pero la alegría por la bendición del primer hijo no prolongó el buen pasar en el matrimonio. No le quedó otra que ponerle el hombro y salir a trabajar.
Marcela aprovechó el boom de las promociones de productos y laboró para distintas empresas fortaleciendo las ventas y el posicionamiento de las marcas. Luego de un tiempo, las condiciones cambiaron y la obligaron a reinventarse. Y lo hizo trabajando para una conocida empresa de telefonía como vendedora de planes. Fue en ese instante, que coincidió con una de las dos oportunidades en que tuvo que arrendar su casa en Villa Miramar, cuando dio el que sería su gran salto al éxito: acercarse a los conceptos y técnicas de belleza integral. Su familia paterna financió su primer curso y el resto es historia.
Secreto´s de muchos
Antes de adentrarse en las técnicas de belleza formó parte de la agrupación Mujeres Emprendedoras de San Antonio con su pequeño negocio de jabones naturales. Llegó a elaborar más de cien tipos (romero, leche de cabra, miel, entre otros) que le permitió dar un paso hacia el rubro que hoy la distingue. "Vendía durante el día y por las noches elaboraba los jabones, dormía muy poco y los niños me apoyaban y ayudaban", recuerda de esa época, a mediados de la década pasada.
Su primera certificación fue en Zero Stress, los masajes reductivos y linfáticos; y luego hizo una capacitación en Estados Unidos que le permitió ampliar el giro e innovar en la materia, lo que tuvo su reconocimiento en la clientela.
Acomodó su vivienda para atender a pacientes y las recomendaciones boca a boca le hizo ganar prestigio y clientes. "Era incómodo atender en la casa, estaba cerca de los niños, pero no podía verlos ni estar con ellos. Tampoco podía moverse libremente, eso hizo que buscara un lugar donde estar más cómodos para realizar con propiedad nuestro programa estético", comenta sobre su actual centro ubicado en el segundo piso del edificio Huallipén, oficina 28.
En la céntrica torre de San Antonio, Marcela formó un equipo multidisciplinario para que el proyecto de transformación de sus clientes sea completo. Una kinesióloga, Joselyn Betancourt, y una nutricionista, Nicol Maldonado, dan vida a este trío femenino que trabaja con cariño y tesón para cumplir el sueño de cientos de sanantoninos.
-Mirando por el retrovisor, ¿cómo ve su vida hoy?
-Ahora puedo decir que estoy tranquila, que soy feliz. Tengo unos hijos maravillosos que no molestan en nada, me acompañar y apoyan en todo, tengo una familia espectacular. Puedo decir que trabajo en lo que me gusta.
No obstante, reconoce que el camino "no ha sido fácil, requirió mucho esfuerzo y años de trabajo. Es difícil conseguir la confianza de la gente y la obtuve gracias a mi profesionalismo, la competencia es despiadada, cruel. Pero acá en el edificio convivimos muy bien los cuatros centros de estéticas que existen, nos potenciamos a la perfección. Al final, son los clientes los que deciden donde atenderse.
-¿Existe dolor en el proceso para ser bello?
-Para ser bella hay que vez estrellas, dicen, pero no hay sufrimiento en los tratamientos. Las clientas me dicen que tengo las manos suavecitas para los masajes y terapias faciales profundas.
-¿Quiénes son más vanidoso, los hombres o las mujeres?
-Ambos lo son, si bien atiendo a muchas más mujeres, los hombres están atreviéndose de a poco a someterse a un tratamiento de belleza, a quitarse el rollito, las arrugas de la cara, marcar abdomen. Es bueno que se atrevan. El nombre del centro Secreto's apunta al resguardo de la identidad del cliente porque existe un dejo de vergüenza que cuesta que se rompa. Todo tratamiento se complementa con un cuidado alimenticio. Ahí es donde entra la nutricionista, porque se trata de un trabajo integral, sólo así se consigue un cambio completo en la autoestima y en el físico.
Aporte a la sociedad
Para Marcela, todo lo que ella y su grupo realizan en el centro de estética tiene como finalidad ser un aporte a la sociedad, ya que mediante sus trabajos ayudan a la comunidad con problemas agudos de autoestima productos de sus cuerpos. Justificando esta sentencia es que durante la temporada invernal realizan una serie de concursos para sus clientes a través de su fan page Secreto's que contemplan un tratamiento integral gratuito, como también descuentos en los distintos tratamientos.
"Cuando hacemos los concursos, los promocionamos como un cambio de cuerpo y alma. Eso es lo que buscamos, apoyar a quienes han confiado en nosotras. Varias clientas me han dicho que gracias a nuestro trabajo han recuperado su autoestima, se han vuelto a mirar al espejo y se sienten más lindas. Uno termina generando un vínculo muy cercano con los clientes, nos vemos cerca de dos meses, nos comunicamos por Whatsapp y cuando ya terminan su tratamiento se extrañan bastante. El cariño de la gente es lo que me hace seguir estudiando, invirtiendo y con las ganas de cambiarme a un lugar más grande. Sería ideal una casa que tenga distintas secciones y áreas verdes", cuenta sobre el fondo social al que apunta su trabajo.
Marcela es feliz en su centro, su agenda se llena con facilidad y aunque esté a tope se las ingenia para atender a una novia apremiada por los arreglos de última hora.