Fiscalía pide cadena perpetua para hombre que mató a ex pareja de 7 balazos en la cara
Ayer empezó el juicio oral en contra del mecánico que cometió el femicidio de María Alejandra Olguín (29), quien era madre de tres hijos. Imputado pidió perdón.
María Alejandra Olguín Barraza tenía 29 años. Era madre de tres hijos de 15,10 y 6 años. Había comenzado una nueva relación de pareja en Melipilla. El negocio de venta de quesos puerta a puerta iba bien. Todo le sonreía... Hasta que enfrentó el iracundo actuar de su "ex".
El 21 de noviembre de 2015 Fernando Delgado Saldaña (45) le disparó a María Alejandra en nueve oportunidades. Siete balazos dieron en el rostro de la víctima; los otros dos, en el hombro.
Dos años y medio después, Delgado Saldaña enfrenta a la justicia. Ayer comenzó el juicio oral en su contra, donde el Ministerio Público lo acusó de ser el autor de un femicidio cometido con alevosía y por ello solicitó que sea condenado a cadena perpetua calificada.
"La alevosía es porque actuó a traición. Derechamente él la atacó de tal forma que evita cualquier tipo de resistencia, donde también existe ensañamiento. ¡Le propinó siete disparos!", expresó el fiscal de la causa, Fred Silva, quien hizo hincapié en que acribilló a la víctima.
En el Tribunal Oral en lo Penal de San Antonio ayer se sumó como parte querellante el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), que también solicitó a la terna de jueces, compuesta por Olga Fuentes (presidenta), Luis Araya y Fernan Rioseco, que el acusado pase el resto de su vida tras las rejas por haber quitado la vida a la joven y porque, con su actuar, dejó a tres hijos menores de edad sin su progenitora.
"Una madre es algo que nunca podrá ser remplazado", expusieron desde el Sernam.
Hechos
Durante la acusación se dieron a conocer los hechos. El 21 de noviembre de 2015 María Alejandra, la "Ale", como le decían sus seres queridos, llegó en la tarde hasta la casa de Fernando Delgado, ubicada en el sector de El Sauce, en las cercanías de Leyda, cuando realizaban un asado.
Ese día, el imputado y la mujer discutieron porque la ella se llevaría a la hija que tenían en común, puesto que en ese entonces la pequeña estaba al cuidado de su padre.
Al comunicarle que la niña de 6 años se iría a vivir con ella, el hombre reaccionó de la manera más violenta. Fernando Delgado sacó desde su chaqueta una arma Smith & Wesson. Disparó nueve de los doce proyectiles de grueso calibre que tenía la pistola. Olguín cayó muerta en el patio de la residencia.
Todo ocurrió en la casa donde estaba el hijo mayor de la fallecida, quien escuchó los balazos.
"Apenas ocurrieron los hechos, él (Delgado) dice 'la embarré'. Llama a Carabineros y se queda en el lugar esperando", especificó el defensor privado del acusado, Ignacio Pinto.
Además, el abogado particular expresó que el implicado ha colaborado con la justicia, por lo cual solicitó que el tribunal considere aquello como una atenuante frente a una futura condena.
Ante esto, el fiscal Silva expresó que "nosotros indicamos que no se trata de una colaboración sustancial porque declara un año y medio después de ocurridos los hechos".
El juicio continuará la próxima semana. Se espera que entregue declaración el hijo de la occisa, quien estaba en la vivienda donde ocurrió el asesinato.
Perdón
Ayer, en el tribunal, el propio acusado describió lo sucedido. Así confesó el móvil del crimen: "(María) comenzó a decirme que se iba a llevar a mi niña. Le dije que no era un pedazo de pan o un perro para que se la anduviera llevando (...) que yo la quería proteger (...), pero ella insistió y yo le dije que no".
Sobre el momento en que le propinó los disparos a su "ex", el mecánico expresó que "no me explico qué me pasó. Fue un arrebato y disparé. No sé cómo explicarlo, yo aún no lo entiendo".
Al terminar sus 50 minutos de declaración, el imputado pidió disculpas.
"Pido perdón a todos a los que causé daño. Rompí mi vida y la de los demás. No me explico qué pasó. Tenía mi vida hecha, no logro descifrarlo. Pido perdón de corazón a mi hija, que quizás me vaya a rechazar".
Mientras Fernando decía estas palabras, los familiares de María Alejandra escuchaban estando de público en el tribunal. Todos movían la cabeza en gesto de desaprobación.
"No le creemos. Nada nos va a devolver a mi sobrina", dijo Alejandro Barraza, tío de la bella mujer que falleció de un traumatismo encéfalo craneano severo causado por los siete disparos que recibió en el rostro.
"Derechamente él la atacó de tal forma que evita cualquier resistencia, donde también existe ensañamiento. ¡Le propina siete disparos!",
fiscal Fred Silva."
"No me explico qué me pasó. Fue un arrebato y disparé. No sé cómo explicarlo, yo aún no lo entiendo",
Fernando Delgado, imputado"