la protectora de klaus
Gloria García es la administradora de la residencial El Cinzano, el lugar donde hoy Klaus pasa sus días. "Lo conocí cuando estaba en un hostal vecino. Andaba en auto, iba al negocio a comprar y dejaba los vueltos, siempre tenía billetes y a veces por las ventanas incluso tiraba plata. Luego, de a poco, vi que no iba teniendo dinero, después se quedó sin auto. Un día le pregunté qué le pasaba, y me dice que no tenía dónde estar. Como yo conversaba con él y era tan culto, entonces me dio pena y le dije que se quedara conmigo, que no se podía quedar en la playa", cuenta quien hoy está a cargo del hostal ubicado en plena Playa Chica de Cartagena. -¿Cómo se tomó el ofrecimiento? -Me preguntó cómo me podía pagar y yo le dije que no importaba, que me ayudara a sacar la basura, o a lo que fuera. Me daba lata que una persona con educación estuviera de esa forma. Ya van como cuatro años de eso. -¿Cómo ve actualmente a Klaus? -Tiene 51 años. Tiene mucha educación, es súper culto. Del tema que le converses, él sabe y habla súper bien alemán. Eso sí ya no está viendo mucho, así que lo tengo que llevar al consultorio para lo que manden a Valparaíso. La otra vez lo llevamos y le dieron una orden, pero él no quiso ir. También hablé en la municipalidad para que lo autorizaran a estacionar autos y con esa plata se pudiera dar vuelta, porque no tiene otro ingreso. -¿Nadie lo viene a ver? -Tiene un amigo que se llama Jaime, que venía siempre, pero una vez que no tuvo plata no se le vio más.