Raúl Abarca Pailamilla
Con una emotiva ceremonia mapuche, familiares, amigos y la comunidad indígena de San Antonio despidieron al lonco Isidro Antipán Rosas, quien falleció la semana pasada a los 54 años, producto de una falla cardiaca.
El velorio de este líder indígena se llevó a cabo en el sector de Las Vizcachas, en la parte alta de Llolleo, donde residía el lonco Antipán. Luego sus restos fueron trasladados hasta el cementerio Parque del Sendero.
Antipán estuvo casado con Luisa Saihueque, con quien tuvo cinco hijos: Gloria, Hugo, Mireya, Rubén y Leonel. Todos ellos llegaron hace 10 años a San Antonio.
Rubén, quien fue el aprendiz de su padre y heredero del título de lonco, contó que por razones de trabajo su padre emigró hasta la comuna puerto, proveniente de la comunidad Mucochureo, de la comuna de Lautaro, en la región de La Araucanía.
"Acá llegó él primero, y luego llegamos todos los demás. Él siempre fue una persona muy sabía y quería que todos, como familia, estuviéramos unidos. Por lo mismo hoy trabajamos todos juntos en la empresa de pintura que montamos. Hermanos, cuñados y cuñadas, todos trabajamos en esta empresa familiar", dijo Rubén en referencia al local Rhas, ubicado en Lauro Barros.
El hijo explicó que su padre asumió como lonco o jefe de su comunidad luego de que un tío le heredara este cargo.
"Esto de ser lonco es de familia, el tío de mi padre, José Cheuquel Lincopán fue lonco antes en la comunidad de Lautaro. Mi padre se encargó toda su vida de difundir la cultura mapuche y es así como se ganó el respeto de muchas personas. Yo siempre estaba al lado de él. Mi papá, ahora que lo analizo, siempre me estuvo preparando para que yo asumiera su cargo. Me enseñó todo lo que él podía transmitirme y antes de morir, como presintiéndolo, les dijo a todos que quería que yo lo sucediera", mencionó.
Tras una emotiva ceremonia, llena de rituales, las nietas del lonco, con trutruca y cultrún en mano, marcaron el paso del cortejo fúnebre hasta el cementerio Parque del Sendero.
Hugo Antipán mencionó que "mi papá fue el mejor padre que me pudo dar Dios. Sabemos que se fue a un mundo mejor a reencontrarse con sus antepasados, por eso estamos contentos. Nos quedamos con todo lo que él nos dejó, que fue la unidad como familia, hermanos y como comunidad mapuche".
54 años tenía Isidro Antipán, quien arribó a San Antonio buscando mejores condiciones para su familia.