José Salgado Núñez
En el embarcadero Puertecito de San Antonio se aprecia un mar de gente haciendo fila de manera tranquila y ordenada. La hilera comienza a moverse de a poco cuando una persona que sobresale de la línea empieza a gritar algunos nombres mientras hace señas por el lugar.
Paulatinamente el grupo desciende por unas escaleras y aborda una lancha que aguarda de manera silenciosa su instante para poder surcar las suaves olas de la costa y mostrar a los visitantes algunos de los parajes más pintorescos y tradicionales del puerto.
Una vez colmada con gente hasta más no poder, y con sus chalecos salvavidas bien puestos, la embarcación emprende su andar por la bahía de la ciudad puerto, mientras que en tierra firme se escuchan personas gritando "¡chao!" o "¡cuídense mucho!". En lo que se pierde la lancha por el horizonte, otra toma su lugar en el muelle para recibir con los brazos abiertos al resto de los pasajeros que no alcanzaron a subir.
Así se veía el embarcadero Puertecito del Paseo Bellamar la tarde de ayer, cuando más de una decena de turistas aprovechó el fin de semana largo para darse una vuelta por la ciudad y disfrutar de los tradicionales paseos en lancha. Una actividad que cada vez genera más adeptos.
Tal es el caso de Bernardo Vuelta, quien junto a su esposa Gladys Alday, quiso salir de su cotidiana rutina para admirar los pintorescos paisajes de San Antonio a bordo de un bote.
"Nosotros somos de Villa Alemana y siempre quisimos conocer San Antonio. Nunca habíamos venido, pese a que quedaba bastante cerca. La verdad es que deseábamos salir de la rutina de visitar Valparaíso y Viña del Mar. Fue así que llegamos aquí y quedamos fascinados con los recorridos en lancha y la cálida hospitalidad. Un muy buen panorama que sin duda recomendamos", señala.
Misma opinión tiene Denise Rojas, quien señala que no es la primera vez que viene a disfrutar de un recorrido en lancha junto a su marido Leonardo Contreras y su hijo Mateo durante el transcurso del fin de semana largo.
"Yo soy de Santiago, pero la familia de mi esposo es de San Antonio y siempre aprovechamos de venir acá cuando tenemos días libres. Disfrutamos de la preciosa vista de la ciudad desde la costa. Es una experiencia inolvidable que hay que pasar con la familia", afirma.
Para todos los gustos
David Cornejo es el patrón de la embarcación "Barba Roja", una de las tantas lanchas que se encarga de transportar a las personas por la costa de San Antonio.
De los años que lleva dedicado a este rubro, el hombre de mar indica que "una de las cosas que más le impresionan a uno es ver cómo los niños y adultos disfrutan de la hermosa vista panorámica de la bahía o de los lobos marinos descansando en los roqueríos.".
"Los pasajeros se entusiasman siempre con estos viajes, porque conocen más de cerca los grandes barcos que llegan de otros países a San Antonio, los animales marinos que habitan por las cercanías del embarcadero y también las grúas del puerto. Además de que un guía turístico se encarga de narrarles la historia de la ciudad durante el viaje. Eso es lo que más gozan los pasajeros", señala.
Cornejo expresa que "la mayor actividad en el año se registra los fines de semana largo y las vacaciones. Trabajamos todos los días de 10.00 a 17.00, aunque también de cómo está el clima. El precio general es de $2.500 por persona, siendo las familias las que más disfrutan de estos recorridos en compañía de sus hijos".
2.500 pesos vale un paseo en lancha por persona en el embarcadero Puertecito de San Antonio.