Crónica
La historia de Valentina Vicencio (24) con su hijo está cargada por el sufrimiento y sacrificio que ha tenido que enfrentar esta familia de la comuna de El Quisco.
Ayer, esta mujer vivió las dos horas más eternas de su vida, tras la desaparición de su hijo, quien escapó de su hogar, ubicado en la calle José Narciso Aguirre de la comuna.
El hecho se registró pasada las dos de la tarde cuando se perdió el rastro al pequeño Joaquín (6), quien se le fugó a su abuela, la mamá de Castro.
La madre del menor y varias personas, entre familiares, vecinos y funcionarios tanto policiales como municipales, iniciaron una frenética búsqueda del menor por las principales calles, locales comerciales, juegos, plazas y alrededores. Pero nada.
Las pesquisas también se concentraron en el borde costero de la comuna de El Quisco, donde un grupo de personas revisó las playas del balneario. Pese a los esfuerzos, el menor seguía sin aparecer hasta que fue encontrado dos horas más tarde, por la pareja de la abuela, en un sitio cercano a la casa donde vive junto a su madre.
Valentina Castro agradeció a los vecinos, Carabineros y funcionarios de la Municipalidad de El Quisco que ayudaron en la búsqueda, al igual que las personas por redes sociales que compartieron las publicaciones del extravío de su hijo.
Accidente
"Yo tuve un accidente a los siete meses de embarazo de Joaquín, me apretaron la guatita con las puertas de un carro del Metro en Santiago y Joaquín nació prematuro. Al nacer nos dimos cuenta que el niño tenía muerte súbita (crisis de apnea severas), que es cuando dejan de respirar y hay que reanimarlos. Él estuvo hospitalizado un mes en la UCI del Hospital Metropolitano con solo meses de vida porque sus crisis eran muy seguidas y lo tuve muerto varias veces en mis brazos hasta que lográbamos reanimarlo. Usó monitor de apnea hasta los nueve meses y como no había esperanzas, sabíamos que si vivía quedaría con secuelas producto de la falta de oxígeno en su cerebro", describió la mujer, madre de dos niños más.
A medida que crecía su hijo, Valentina explicó que "siempre tuvo problemas. Buscaba constantemente la autoflagelación, rompía cosas para lastimarse, se fugaba, tenía dificultades y una hiperactividad severa, los daños neurológicos son irreversibles y hay partes de su cerebro que se quemaron y a causa de eso, mi hijo no tiene conciencia, no mide el peligro, no tiene raciocinio", mencionó.
Ayuda
Debido a los problemas de salud de su hijo es que esta madre y su familia siempre buscó ayuda en varios centros asistenciales, sin embargo, la corta edad de Joaquín impedía realizar un diagnóstico certero para comenzar un tratamiento.
"Llevo una lucha de años contra el sistema, su burocracia y el incompetente sistema de salud pública que tenemos. Las instituciones gubernamentales más que apoyo son una traba a la hora de sacar adelante a niños con dificultades siquiátricas. Mi hijo por todas sus complicaciones, a sus seis años, aún no logra ser escolarizado por un tema médico y educacional, debido a eso tengo un recurso de amparo a favor del niño y mía, en contra del Hospital Claudio Vicuña, Fonasa y otras instituciones por vulneración de sus derechos", agregó.
El hijo de Valentina es tratado en el Hospital Claudio Vicuña, donde se le diagnosticó Tdah (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad) y disociación sicótica.
"Hoy todo es una lista de espera y una lucha constante dejando los pies en la calle esperando que en algún momento te den la atención que necesitas, un trato digno y ayuda para poder hacerle la vida más amena a mi hijo", dijo.