La "Tía Nidia" sigue vigente tras 4 décadas dedicadas a la docencia
El pasado jueves, Nidia Cifuentes, directora de la escuela Carmen Romero Aguirre de Lo Abarca, se llevó una tremenda sorpresa: los alumnos le realizaron un emotivo homenaje por su larga trayectoria en la educación de Cartagena.
Nidia del Carmen Cifuentes Uribe, directora de la escuela Carmen Romero Aguirre de Lo Abarca, llegó el pasado jueves como es habitual a cumplir sus funciones que hace 19 años realiza de forma ininterrumpida en el establecimiento educacional.
Tras cumplir con las obligaciones de la mañana, a eso de las 11 horas los otros profesores la convidaron a acercarse al patio, donde una enorme sorpresa estaba presente.
Uno de los pizarrones tenía escrita la leyenda "Felicidades Tía Nidia... 40 años al servicio de la educación", y esa fue la primera pista de lo que venía para la querida directora.
Luego, se dio cuenta que todos los alumnos, profesores y trabajadores de la escuela Carmen Romero Aguirre le tenían preparado un homenaje por sus cuatro décadas dedicadas a la educación.
"Fue una gran sorpresa, porque me habían dicho que teníamos otra actividad, que para esto vendría la prensa. Se suponía que era por algo relacionado con el programa de integración escolar. Pero cuando salgo de la oficina y veo que en el pizarrón salía mi nombre me di cuenta que era para otra cosa", cuenta entre risas la feliz homenajeada.
Tras la emotiva entonación del himno nacional, la querida "Tía Nidia" comenzó a disfrutar junto a su familia (fueron invitados su marido Bruno Valderrama, su hija Nidia Carina y su nieto Julián, solamente faltó su otro hijo Augusto) de las presentaciones artísticas que realizaron los alumnos para festejarla.
Así fue como se entonó la canción "La Jardinera" con los alumnos de tercero y cuarto básico a cargo de la profesora Graciela Cortés; la alumna Javiera Vicencio, de séptimo básico, le regaló el poema "La Maestra", de Héctor Gagliardi, y los alumnos de quinto y sexto básico del coro poético dirigido por la profesora Fernanda Parada se lucieron con la obra "Oda a la Primavera", del poeta Pablo Neruda entonado con mucha pasión y dedicación.
Cartagenina 100%
Fue cerca de media hora de emociones y recuerdos, donde más de una vez Nidia Cifuentes soltó alguna lágrima haciendo memoria sobre su carrera en la docencia que cumple 40 años desde que comenzó a ejercer el oficio en la comuna de Cartagena.
"Soy nacida y criada en el sector alto de Cartagena, ahí vivía con mi familia. Estudié la básica en el colegio particular de Cartagena y luego terminé los estudios en San Antonio", detalla la cartagenina que actualmente tiene 63 años (11 de junio 1955).
Cuando apenas era una veinteañera, comenzó a trabajar en el año 1978 con la autorización del Ministerio de Educación de aquella época en la escuela Pedro Aguirre Cerda de Cartagena, donde hacía clases de primero a cuarto básico.
"Coincidimos con un programa que realizó el gobierno para regularizar a los docentes que estábamos sin título, pero que teníamos cuarto medio. La verdad es que la vocación la tenía desde chica, porque con mi hermana jugábamos a ser profesoras cuando éramos pequeñas y la vida finalmente nos dio la razón y las dos somos maestras", reconoce en referencia a su hermana Analía Cifuentes, también profesora y que el pasado jueves expresó un emotivo discurso en la escuela Carmen Romero Aguirre de Lo Abarca para su hermana Nidia, el cual estuvo lleno de amor y admiración.
De los recuerdos sobre su paso en la escuela Pedro Aguirre Cerda, la "Tía Nidia" comenta que "tuve la suerte de encontrar colegas en ese tiempo que eran muy generosos con los docentes que íbamos entrando, eran prácticamente nuestros guías y siempre estuvieron dispuestos a ayudarnos para que pudiéramos desempeñarnos de la mejor manera en nuestro trabajo como profesores de básica".
Llamado de lo abarca
Paralelamente a su trabajo en la escuela Pedro Aguirre Cerda, Nidia Cifuentes también sumaba horas académicas en el liceo Eugenia Subercaseaux. "Hacía un número de horas en Cartagena y otras más en San Sebastián, hasta que en 1999, el alcalde de Cartagena de aquella época, don Luis García Rojas, tuvo la confianza en mis capacidades y me envió trasladada a la escuela Carmen Romero Aguirre", recuerda.
Sin embargo, previo a esta importante designación, la "Tía Nidia" ya había sido consultada en dos ocasiones para ver si estaba dispuesta a ocupar la dirección de la escuela de Lo Abarca. "Dos veces ya le había dicho que no al alcalde, porque no me atrevía, tenía harto miedo de asumir este desafío, ya que dirigir un colegio es algo con una tremenda responsabilidad. Pero la tercera vez, que fue en marzo de 1999, el alcalde me dijo que no me iba a preguntar, sino que estaba trasladada en bien de la educación. Ya tenía 21 años de trabajo en Cartagena, así que comencé una nueva etapa", afirma con orgullo.
-¿Cómo han sido estos 19 años como directora?
-Han sido de mucho aprendizaje sobre la marcha. Encontrarme en el camino con gente que me apoyó y ayudó en la formación de los equipos de los docentes es algo que me tiene contenta, porque hay un equipo de trabajo muy bueno y que está siempre organizado.
-¿Qué diferencia tiene la educación rural con la que le tocó conocer en Cartagena?
-Pienso que la educación rural va a la vanguardia de la educación en general. De los 21 años en Cartagena, en comparación a los dos primeros años que estuve en Lo Abarca, aquí realmente aprendí muchas más cosas. Acá teníamos que estar actualizados en la información y en todo lo que es la normativa, algo que en Cartagena no pasaba, ya que nos preocupábamos de hacer nuestra clase y nada más. Un profesor rural, en cambio, es multifacético: desde la entrada de los niños hay que preocuparse de su estado emocional, familiar, de cómo les ha ido en todo. Ahora contamos con profesionales para esos ámbitos, pero cuando empezamos teníamos que ser sicólogos y orientadores de los chicos, y esas son experiencias con las que pude enriquecerme.
-¿Cómo se siente tras cuarenta años de trabajo?
-Pienso que aún puedo entregar un poco más. En estos momentos estoy cosechando todos los frutos que sembré a lo largo de mi carrera. Esta es una labor muy bonita, sueño todos los días con llegar al colegio, ya que acá pasamos gratos momentos.