Gendarmería denuncia a funcionario que habría pintado la cara a reo muerto
Diego Paredes Rodríguez falleció la tarde del lunes al interior del penal.
Rodrigo Ogalde
La tarde del lunes pasado, Diego Paredes Rodríguez, de 36 años, murió tras sufrir un infarto al interior de la cárcel de San Antonio.
Ayer, la familia de este hombre expresó sus dudas respecto al protocolo que Gendarmería aplicó para atenderlo cuando este habría manifestado que sentía un fuerte dolor en el lado izquierdo del pecho.
Durante la mañana de ayer, los seres queridos de Paredes recibieron una carta escrita por otro reo, a la que accedió Diario El Líder.
En dicha misiva, el interno, cuya identidad no fue revelada por quienes confiaron la carta a nuestro diario, afirma que él mismo llevó a Diego Paredes a la enfermería cuando este se sintió mal en medio de una sesión de ejercicios físicos que realizaba en dependencias del penal. También sostiene que el malogrado recluso solicitó ayuda a un paramédico por segunda vez después de que la dolencia persistiera e incluso denuncia que pudo ver al occiso con la cara pintada, acción que atribuye a un funcionario del recinto.
"Vamos a tomar acciones legales en contra del paramédico e igualmente contra Gendarmería, porque ellos también tuvieron que ver en lo que le sucedió a mi hermano y no le prestaron ayuda", afirmó Elisa Paredes, hermana del reo fallecido.
Según la mujer, su hermano gozaba de buena salud aunque la semana pasada le comentó a su madre que sentía un dolor en el pecho.
"A Diego lo vieron (en enfermería) tres veces y le dieron una aspirina. Se sentía mal y le dolía el pecho. Después que mi hermano estaba fallecido, este tipo (supuestamente el paramédico) le pintó la cara y se mofó de él porque pensaron que (Diego) estaba jugando", agregó Elisa Paredes.
En efecto, en la carta se dice que "estaba pintada su cara (como señal de burla) del señor paramédico... Esto era lentes falsos, cejas, barba, todo de color verde. Esto me hizo entender que no fue tomado en serio y que no recibió la asistencia que necesitó sino que malos tratos de parte del paramédico".
La autopsia efectuada al cuerpo de Paredes determinó que el llolleíno murió por un infarto agudo de miocardio, el cual habría tenido una evolución de 72 ó 96 horas, de acuerdo a la información que el Servicio Médico Legal les entregó a los familiares.
Elisa Paredes insistió en que su hermano no recibió la atención médica de urgencia que necesitaba para enfrentar el infarto que lo afectaba.
Fuentes de Diario El Líder confirmaron que, la tarde del lunes, personal del Samu del hospital Claudio Vicuña concurrió a la cárcel para verificar el estado de salud de Paredes, aunque no tuvieron más que hacer que ratificar su deceso al interior de la cárcel.
Esperaba salir
Tabita Cayuleo, pareja de Diego Paredes, contó a nuestro medio que él estaba a dos semanas de salir a la calle porque le darían el beneficio de la libertad condicional.
Su hermana Elisa reveló que el hombre cumplía una condena de 3 años por robo y microtráfico. "Mi hermano se inculpó por otra persona, todos saben eso", sostuvo la mujer que dijo sentir mucha pena por su fallecimiento.
Diego Paredes Rodríguez tenía tres hijos de 19, 16 y 14 años. Vivía en la población Viuda 9 y hasta antes de tener problemas con la justicia, se había dedicado a trabajar como portuario en el Espigón.
"Tú en la cárcel estás pagando tu error, pero no por eso no te van a dar la asistencia que te corresponde", alegó Tabita Cayuleo.
Los restos del hombre son velados desde la tarde de ayer en el salón de la Funeraria Luz de Cristo, ubicada en la esquina de 3 Sur y Barros Luco, en Barrancas. Hoy, después de una misa que se oficiará en la Parroquia Cristo Rey de Llolleo, será sepultado en el Cementerio Parque del Sendero.
Gendarmería
Consultado por la denuncia que se hizo a través de la carta escrita por el reo que acompañaba a Diego Paredes, el director regional de Gendarmería en Valparaíso, coronel Álvaro Rivera, después de ver dicho documento que le fue enviado por El Líder a través de su equipo de comunicaciones, dijo, en una declaración pública, que "frente a la denuncia recibida y atendiendo la gravedad de los hechos, que son absolutamente opuestos a los lineamientos institucionales, es que hacemos público nuestro rechazo y más enérgico repudio, por lo que inmediatamente se ha dispuesto que todos los antecedentes sean remitidos al Ministerio Público, para que esa instancia establezca las responsabilidades que corresponda".
Rivera añadió que "paralelamente, se ha solicitado al alto mando la desvinculación inmediata del funcionario responsable de tal deleznable hecho y se instruyó el respectivo sumario administrativo para establecer la eventual participación de otros funcionarios en los hechos tan lamentables ya referidos".
rodrigo.ogalde@lidersanantonio.cl