Desgarrador relato de madre de niño de 5 años mordido por su propio perro
Tras ser atacado el lunes, Alonso está grave y a la espera de una operación.
Un impactante episodio vivió la familia Vega Ortúzar, de Santo Domingo, el lunes recién pasado, cuando su hijo Alonso, de 5 años, fue agredido por su perro.
La tarde del lunes, Francisca Ortúzar, madre de Alonso, dejó que él y sus hermanos salieran a jugar a la calle con otros niños. "Amarré al perro, que era una mezcla de bull terrier con pitbull, porque se ponía muy nervioso cuando veía a los niños correr", comenta.
"A las 8.30 de la tarde los llamé a tomar once. Les estaba preparando el pan, cuando escuché el grito. Salí corriendo y en el antejardín vi que Alonso estaba botado y el perro encima de él, mordiéndole la cabeza. Le abrí el hocico y se lo quité. No sé cómo reaccioné así", dice.
Tras esto, cuenta, "Alonso se desesperó y salió corriendo por la calle, después volvió y estaba tranquilo. No lloraba ni nada. Yo, en cambio, estaba histérica, llamé a todo el mundo para pedir ayuda y mis otros hijos lloraban. Fue horrible la escena".
Como Francisca Ortúzar estaba sola con sus cinco hijos, uno de tres meses, los vecinos llevaron al niño al Cesfam de Santo Domingo, desde donde lo derivaron al hospital Claudio Vicuña. A la una de la madrugada lo trasladaron de urgencia a la Clínica Alemana, "porque en San Antonio no hay cirujano plástico infantil".
La madre señala que "su estado es de gravedad hasta que cierre la herida, porque al estar expuesta tiene riesgo de infección. El perro le arrancó el cuero cabelludo y musculatura, por lo que tiene sus huesitos al aire. Es probable que deban hacerle un injerto. También tienen que hacerle un escáner para descartar si quedó con algún daño en el cerebro", afirma preocupada.
Alonso, quien cursa kínder en el Colegio Cristo Rey y juega por la escuela de fútbol de Colo Colo, "ha tenido pesadillas, por lo que está con tratamiento siquiátrico. Mañana (hoy) comenzará una terapia sicológica, porque está con estrés postraumático", señala la progenitora, que informó que el perro fue sacrificado tras el ataque.
La adopción
Hace cuatro meses la familia había adoptado al animal, cuando tenía alrededor de nueve meses. "Buscamos un perrito para cuidar la casa. Su anterior dueño, que es de Casablanca, nos dijo que el perro estaba acostumbrado a los niños, que era un poco brusco para jugar, porque era grande, pero que nunca iba a atacar a un niño", recuerda.
-¿El perro había tenido otros episodios similares?
-Había sido brusco jugando, pero cuando compartíamos en familia no era agresivo, sino que cuando los niños corrían se ponía nervioso. Ese día yo misma amarré al perro, pero no sé cómo se soltó.
-¿Cree que dejar al perro amarrado lo podría haber estresado?
-No, al contrario, cuando estaba amarrado él se echaba tranquilo.
Ortúzar indica que "me imagino que ese día había tantos niños corriendo, que quizás se puso más nervioso". Otra hipótesis que maneja es que "el perro cazaba, porque cuando mordió a Alonso estaba contento, como pesqué a la presa y me van a felicitar por lo que hice. No estaba bravo, no me atacó ni nada cuando lo separé del Alonso".
Tras el episodio, intentaron contactar a la persona que les dio al can. "No tuvimos respuesta. Nos dimos cuenta que ahora tiene una foto con un perro igual de grande que el que nos dio. Nos dijo que lo daba en adopción porque no tenía espacio, entonces, ¿por qué ahora tiene otro igual?, ¿por qué lo regaló? El perro venía con alguna maña y fue súper irresponsable al entregarlo así", afirma.
-¿Se arrepiente de haber adoptado al perro?
-Sí, obvio. Cuando lo vi encontré que era muy grande, pero me dijeron que era pequeño y estaba acostumbrado a los niños. Nosotros ya habíamos tenidos perros, dos pitbull, y creíamos que solo era asunto de crianza.
"Alonso la sacó barata. Si le hubiese mordido la cara o el cuello no estaríamos hablando de esto. Espero de corazón que nuestra historia les sirva a las personas y que si quieren tener alguna mascota la tengan desde pequeña y no tengan perros peligrosos en casas con niños", recomienda la acongojada madre.
"Salí corriendo y en el antejardín vi que Alonso estaba botado y el perro encima de él, mordiéndole la cabeza. Le abrí el hocico y se lo quité",
Francisca Ortúzar"
"Alonso la sacó barata. Si le hubiese mordido la cara o el cuello no estaríamos hablando de esto",
Francisca Ortúzar"