Niño de Bellavista creó un superhéroe que lucha por la justicia y contra las drogas
Rodrigo Acuña heredó de su madre Addie la pasión por el dibujo. Sus ratos libres los ocupa para trazar y colorear. Las últimas vivencias fuertes del sector donde vive lo llevaron a desarrollar un personaje que combate los flagelos que atormentan al barrio.
Lo que se hereda no se hurta. Esta frase tiene su fiel reflejo en el talento artístico que traspasó Addie Martínez a su retoño Rodrigo Acuña.
Con apenas 13 años, el pequeño estudiante del establecimiento Elim Kimú destina buena parte de su tiempo libre, y hasta en horario de clases, a expresar en papel los personajes de animaciones que disfruta viendo en Netflix, leyendo en comics o en el cine, donde quedó alucinado con la película Venom, uno de los villanos del Hombre Araña del universo Marvel.
Siendo muy pequeña, Addie comenzó a dibujar como una forma de expresar sus sentimientos de alegría y frustración. Los retratos eran su fuerte, pero con el tiempo y las obligaciones fue dejando de lado ese gusto por los trazos y el coloreo.
"Dibujé mucho cuando era más chica, pero después con el estudio, el trabajo y la maternidad lo dejé de lado. Siempre me gustó dibujar y expresarme a través de los dibujos. Siento que me faltó estudiar un poco más para haber desarrollado esa faceta artística", sostiene la madre de Rodrigo y del pequeño Juan Carlos, otro fanático de las figuras de acción, del séptimo arte y en especial del Hombre Araña
Despertar artístico
Es inquieto e introvertido en ocasiones, pero cuando entra en confianza es un excelente compañero de diálogo. Así es Rodrigo, quien en más de una oportunidad se llevó un reto de sus profesores por dibujar en sus cuadernos en vez de estar prestando atención a las materias y tomando apuntes. "En vez de jugar en los recreos me pongo a dibujar. Hay profesoras que me retan por no estar concentrado en clases, pero a veces no son muy entretenidas. Veo tutoriales para seguir las dimensiones de los cuerpos para que las figuras no queden desproporcionadas. Me gusta dibujar porque me relaja", afirma con la inocencia que lo caracteriza.
Alrededor de los cinco años, Rodrigo partió dando sus primeros pasos en la faceta artística, en el almacén de su abuela, donde mataba el tiempo después de clases, mientras otros niños corrían por las calles, peloteaban o jugaban consolas. "Empezó a dibujar casi a la misma edad que yo, pero él es más comprometido. Trato de darle en el gusto comprándole los lápices, croqueras y plasticinas para que haga los dibujos que tanto le gustan", explica con orgullo su madre.
Este alumno de séptimo básico amante del dibujo no tiene un número total de la cantidad de siluetas o figuras que ha realizado, esto en parte porque las va dejando en cualquier parte de la casa. Muchas terminan dañadas o en el tacho de la basura. "Los dibujos y los monitos en plasticina los deja en cualquier lugar de la casa. La plasticina con el calor se derrite y se pega en los muebles. Por momentos es desagradable. No le gusta utilizar plasticina más dura porque pierde movilidad. Hicimos un compromiso para resguardar sus obras y que le permita ir desarrollándose en esa faceta. Si él quiere más adelante podrá estudiar algo para perfeccionar su técnica, porque ahora todo es innato. En el colegio le han visto sus figuras de plasticina y las han solicitado para algunas intervenciones. Hace poco elaboró unos dioses griegos muy bonitos y después que vio Venom quedó maravillado. Espero que pueda disfrutar de su talento por mucho tiempo", cuenta la orgullosa mamá.
Nuevo superhéroe
Pasar toda su vida en Bellavista, en la zona alta de la comuna puerto, le permitió a Rodrigo presenciar realidades que no todos los niños de su edad conocen. Es por eso que en los últimos meses se ha empecinado en desarrollar un personaje local, netamente sanantonino, que combata el tráfico de drogas y sus efectos en la juventud.
"Estoy trabajando en una historia de acá (San Antonio), con un personaje que defienda a los jóvenes y que ponga justicia por la muerte de sus padres, vinculada a un problema de drogas. Es como una especie de villano, me gustan los villanos, pero en el fondo es un justiciero que busca justicia con sus propias manos. Es un drama muy fuerte como Batman", reveló sobre la temática principal de la historieta que se encuentra desarrollando y que muy pronto espera dar a conocer a la comunidad.
-¿San Antonio necesita un superhéroe que luche contra las drogas?
-Las últimas cosas que pasaron en Bellavista (manifestación que terminó con el ataque a una vivienda vinculada a la venta de drogas) no habrían pasado con un superhéroe cuidándonos en todo momento. La ciudad necesita un protector, pero eso es una fantasía porque la realidad es distinta.
En la misma línea que su retoño, Addie expresa que a pesar de los esfuerzos, ganas y buena voluntad de las autoridades y las policías, la lucha contra la delincuencia y el tráfico de drogas se ve sobrepasada y cientos de familias terminan viviendo con temor por las constantes balaceras, venta de estupefacientes, riñas y amenazas.
"Lo que le pasó a la casa de los Santiaguinos (que fue desmantelada) se veía venir, fue una explosión social de los vecinos cansados y agotados. No justifico para nada lo que pasó, pero la gente está aburrida que no se haga nada para evitar la venta de drogas a la vuelta de tu casa. Es difícil vivir acá arriba, mucha gente desconoce nuestra dura realidad", contextualiza.
Camino a la animación
Aprovechando las múltiples tecnologías y como los tutoriales terminaron reemplazando a los libros, Rodrigo está entusiasmado en plasmar sus nuevas creaciones en la plataforma digital. "Me gusta dibujar, lo disfruto. Dibujar en el computador es más fácil y no sale tan caro. Así no me andan botando los dibujos que se me quedan por la casa", afirma el niño entre risas aludiendo a la falta de cuidado por mantener sus dibujos y figuras de plasticina de personajes de acción.
-¿Te gustaría estudiar algo relacionado con el arte, para aprovechar de mejor manera tus conocimientos?
-La verdad que ahora no sé. Lo paso bien dibujando y pintando. Me divierte, aún soy chico para pensar en eso, falta mucho tiempo. Sí me gustaría aprender más y que los dibujos sean más reales, más perfectos, con más sombras y relieves. Tal vez con el tiempo me perfecciono. Mi mamá me dice que estudie algo con arte, a lo mejor en el futuro.
Rodrigo vive su mundo, disfruta yendo al colegio, compartiendo con su madre que lo chochea siempre y con su hermano Juan Carlos, que es un torbellino a los cuatro años. Los dibujos y las figuras de plasticina son su pasión actual, lo mismo que la historieta que está desarrollando para combatir la delincuencia en Bellavista y San Antonio. Claro, porque Rodrigo quiere que un superhéroe los ayude a vivir y dormir un poco más tranquilos por las noches.