Ni una falla
En sus cuatro décadas en el café, Pailamilla cuenta con orgullo que "no he tenido nunca una falla y no recuerdo haber tirado alguna licencia. Mi papá no nos dejó plata, pero nos dejó la herencia de la responsabilidad", manifiesta. Por esto y más lo destacan sus actuales jefes, los hermanos Rojas. "Nunca ha faltado. Y siempre exige lo mejor. Cuando mi papá le enseñó le dijo que todos los productos debían ser de calidad y Paulo lo aprendió y siempre exige lo mejor para sus preparaciones", afirma Ricardo Rojas. "Agradecemos el compromiso y el cariño que Paulino nos ha brindado y esperamos que siga con nosotros por muchos años más", asevera la familia Rojas Musri, quienes le celebraron su trayectoria con una convivencia, un galvano y un fin de semana pagado en Olmué.