Comerciante vive profundo drama: perdió sus piernas por una extraña enfermedad
El próximo 16 de noviembre, a las 19.30 horas, se hará un beneficio en el Club de Leones de Cartagena para Ramón Maldonado, quien perdió ambas extremidades.
"Nuestra vida cambió tan rápido que aún no podemos asimilar lo que pasó". Clara Roblero se emociona cada vez que recuerda lo tranquila que era su vida hace solo unos meses.
En junio pasado, Ramón Prudencio Maldonado Pereira (60) perdió sus dos piernas de la noche a la mañana.
Grave enfermedad
Los vecinos de Cartagena estaban trabajando en el centro de Santiago cuando él comenzó a tener fuertes dolores en las piernas.
Pensó que solo era un calambre y siguió atendiendo su puesto de venta de hierbas y plantas en calle Estado. Era el 13 de junio.
Por la noche, cuando el dolor no cesaba, tomó un antiinflamatorio pensando que disminuirían los malestares.
"Tenía un ibuprofeno y se le quitó algo el dolor, pero al final no sirvió de nada", cuenta Clara, su pareja de 16 años.
A las 9 de la mañana del día siguiente ingresó de urgencia a la Posta Central, en la capital, aquejado de un dolor aún más intenso.
Ella no encontraba explicación. Luego de una larga vida dedicado al deporte "no tenía sentido que se enfermara repentinamente", reflexiona.
Después de la revisión de los médicos el diagnóstico fue peor de lo imaginado.
El hombre de 60 años padecía una isquemia severa. Esto es la disminución del flujo sanguíneo en alguna región u órgano del cuerpo, en su caso, las piernas.
No era un simple calambre. Tampoco había tratamiento. La única solución en ese punto era la amputación de ambas extremidades.
"No había otra alternativa", recuerda Clara.
Evento
El próximo 16 de noviembre, a las 19.30 horas, se hará un beneficio para el ex comerciante.
El evento se efectuará en el Club de Leones de Cartagena, lugar que esperan repletar para reunir fondos para la familia.
"Estamos desesperados porque la situación no mejora. Hemos visto el lado malo de la vida", se lamenta Clara.
Días después de someterse a la cirugía en que le removieron las piernas, Ramón tuvo que ingresar nuevamente al pabellón. Una de ellas tenía necrosis. Nuevamente la amputación era la única alternativa.
Más tarde, volvió a tener complicaciones.
"Ahora tiene diabetes. Con todos los medicamentos que han tenido que darle, con los antibióticos, según me explicaron, se complicó su sistema y le terminó por dar esta otra enfermedad", explica.
Esta patología lo mantiene con constantes remedios.
"Obviamente ya no puede trabajar. Eso ha impactado fuertemente a todos económicamente, además de emocionalmente. Él está muy deprimido porque trabajaba para ayudar a su hijo que estaba estudiando en la universidad", dice su mujer.
"Lamentablemente, él (hijo del afectado) también se enfermó. Empezó a hincharse. El creyó que era porque comía nomás, pero no era eso, tenía un problema en los riñones que ahora lo tiene dializándose continuamente. No puede ni estudiar", asegura Clara Roblero.
Ha sido una suma de hechos desafortunados que no tienen para cuándo terminar, estima ella.
Ramón, ex campeón de artes marciales, tiene que mantenerse con constantes visitas al médico.
"Tiene que hacerse muchos exámenes, pero como el sistema público demora mucho y hemos tenido que hacer algunos de ellos de forma particular, son más caros, pero más urgentes y no tenemos tiempo para esperar", advierte.
"Los doctores nos han dicho que está vivo de milagro, porque tiene tapadas varias arterias y muy poca sangre está circulando. Su sistema está funcionando con muy poca sangre, no saben cómo pasó algo así, pero lo bueno es que aún sigue con nosotros", resalta.
"Él está muy deprimido porque trabajaba para ayudar a su hijo, que estaba estudiando en la universidad",
Clara Roblero,, pareja del afectado."
"Los doctores nos han dicho que está vivo de milagro, porque tiene tapadas varias arterias y muy poca sangre está circulando (...). No saben cómo pasó algo así, pero lo bueno es que aún sigue con nosotros",
Clara Roblero,, pareja del afectado."