Programa de Integración Escolar: los desafíos para mejorar el liceo Fiscal
Hace siete años el tradicional Juan Dante Parraguez se acogió a esta iniciativa. El acompañamiento permanente de los alumnos y el profesionalismo del equipo son la clave para elevar los aprendizajes.
El Programa de Integración Escolar (PIE) es una iniciativa que funciona en todas las escuelas y liceos municipales del país, y que de a poco se ha ido integrando a los particulares subvencionados. Partió hace más de siete años en el liceo Juan Dante Parraguez (ex Fiscal), y tiene por objetivo contribuir al mejoramiento continuo de la calidad de la educación que se imparte en este establecimiento educacional. Principalmente, de los alumnos que presentan dificultades de aprendizaje, ya sea por problemas asociados a la salud o por situaciones del contexto familiar.
Metodología
Karen Calderón es la coordinadora del equipo del PIE en el liceo barranquino. Ella explica que la metodología con la que apoyan a los alumnos consiste principalmente en el acompañamiento en sala de clases de los 60 estudiantes que están en el programa.
"El programa se rige por un decreto del Ministerio de Educación. Es para que los alumnos superen sus problemas de aprendizaje. Además, hacemos el nexo con sus carreras, porque acá los chiquillos salen con un título técnico de nivel medio. Nosotros sabemos qué problemas mantiene el alumno para después salir a su práctica profesional", señaló Calderón.
Para identificar a quienes necesitan ayuda, existe un protocolo: "Primero, para buscar el nivel de dificultad que tiene el alumno, le realizamos una prueba, más las evaluaciones sicopedagógicas que les hacemos a principio de año".
La forma de trabajo es directamente con los alumnos en sala de clases. "Se hace un trabajo con el alumno todo el año, donde existe un apoyo pedagógico dentro del aula común, y hacemos un acompañamiento al profesor en su clase. Eso consiste en ayudarle a los chiquillos a que aprendan mejor", enfatizó.
Aunque deberían apoyar solo a los alumnos que ingresan al programa, finalmente este equipo profesional termina por ayudar a todo el curso y a todos los estudiantes que lo necesiten.
El acompañamiento al profesor se traduce en una especie de reforzamiento en cualquier materia. "Nosotras explicamos lo mismo que explica el profesor pero tal vez de otro modo, especialmente para los que menos entienden", contó Karen Calderón.
Equipo
El equipo del PIE del liceo está compuesto por cuatro educadores diferenciales, más un asistente social y un sicólogo. El trabajo es hecho de manera transversal.
"Tenemos un programa bien afianzado, es un gran equipo de profesionales, y gracias a eso podemos contribuir a mejorar el aprendizaje de los chiquillos", aseveró la coordinadora del programa.
Evoluciones
Según el equipo, existen mejoras visibles en los alumnos que participan del programa. "Los chicos tienen muchas dificultades de lectura y cálculo en primero medio. Además de problemas de atención, memoria y percepción que dificultan más los procesos de aprendizaje. Al estar en el programa y reforzar sus necesidades, los chicos salen más afianzados y más seguros de sus conocimientos", puntualizó.
Apoderados
Para robustecer el vínculo con los escolares del programa, el equipo de profesionales realiza entrevistas con sus familias para conocer cuáles fueron las dificultades y problemas que tuvo durante la primera etapa del aprendizaje. "De ahí hacemos un proceso con el alumno de manera más personalizada", comentó Calderón.
Con ese trabajo, consiguen una educación mucho más personalizada, incluso que los docentes en la sala, ya que estos "no pueden conocer los problemas de todos los alumnos que hay en un curso".
Lo más importante de que los padres y apoderados se involucren en la educación de los alumnos hasta la enseñanza media, es que "a veces los chicos tienen muy bajas expectativas de ellos mismos, y los papás tampoco les inculcan que tienen que seguir estudiando, que tienen que sacar una carrera de nivel superior aparte de su cuarto medio. A veces ellos dicen que solo quieren sacar cuarto medio, y no quieren seguir estudiando. Ahí es donde el apoyo de los padres es fundamental para superarse a sí mismos", precisó Calderón.
Dificultades
El compromiso de los padres y apoderados es lo que más complica a los profesionales del PIE. "Los papás, sobre todo cuando los chicos pasan a enseñanza media, se desligan y no se hacen responsables de ellos. Es difícil que el papá venga a las reuniones cuando los chiquillos tienen una falta grave, por ejemplo. Es difícil comprometer a los apoderados con la educación de los alumnos. No hay que generalizar, no todos los apoderados son así, pero sí nos dificulta mucho el trabajo la falta de compromiso de algunos", lamentó la profesional.