Sanantoninas con fibromialgia piden tratamiento para su horrible dolor
Un grupo de pacientes se manifestó ayer en la plaza de San Antonio. Quieren que el sistema público se haga cargo del diagnóstico y terapia de la enfermedad.
Claudia Villalobos (44) lleva 15 años conviviendo con fuertes dolores en su cuerpo. Son intensos e impredecibles. Llegan de la nada, pero una que vez que comienzan a manifestarse pueden durar tanto tiempo que no es capaz de sostenerse en pie. Su diagnóstico no era depresión ni epilepsia. Tomó bajo supervisión médica fármacos para ambas patologías, sin embargo, ninguno de ellos logró aminorar las dolencias.
Luego de años de misterio un médico se atrevió con un veredicto: fibromialgia.
Complicaciones
No se trata de un dolorcito pasajero. Es continuo e invalidante. Capaz de enviar a alguien a la cama en un pestañeo.
Médicamente, corresponde a un desorden que se diagnostica en las personas que sufren fuertes y constantes molestias en muchas zonas de su cuerpo -sobre todo en las piernas, las caderas, la espalda, los brazos, los hombros y el cuello- sin ninguna explicación. Hasta la fecha no se le conoce una cura, aunque sí existen muchas hipótesis del por qué su aparición. Todas apuntan a una falla en el sistema nervioso central.
Recién en 1992 fue reconocida oficialmente como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Chile aún no se pone al día.
Por eso, ayer en la plaza de San Antonio, un grupo de mujeres de la zona salió a hacer un doble llamado.
Uno para que "sea reconocido legalmente en Chile como enfermedad y de esta forma sea tratado en el sistema público" -según explica Claudia- y, el otro, para que la gente tome conciencia sobre las complicaciones que acarrea su padecimiento.
Vivir con dolor
María Teresa Caroca tiene 60 años. Los últimos 13 han sido una constante batalla con su cuerpo.
"Me levantaba apenas para ir al baño. Tenía mucho dolor y no sabía lo que me estaba pasando", cuenta.
"Es un horrible dolor", recalcó.
El misterio sobre su propia salud desencadenó una serie de ataques de pánico. Hasta ese punto no solo tenía un inexplicable dolor. También había mucha angustia.
Una hermana le pagó la consulta con un neurólogo. Tras una serie de exámenes llegó al mismo diagnóstico que Claudia Villalobos, quien hoy es coordinadora de la Agrupación provincial fibromialgia Quinta Costa.
María Teresa no superó totalmente la enfermedad tras visitar al especialista, pero este hizo de su vida algo más llevadero. Sigue siendo víctima del frío, pero es capaz de salir de la cama.
Olivia Seguel, de 63 años, lleva 15 con las mismas dificultades. También pasó por el pánico antes de llegar a la verdad.
"Es un calor en el cuerpo, un dolor intenso que no se pasa fácilmente", expone ella.
Estas tres mujeres fueron parte del grupo que se reunió ayer en el centro de San Antonio donde quieren levantar un centro que atienda a pacientes con este mal.
Por ahora, se puede acceder a más información en Facebook buscando por el nombre de la agrupación Fibromialgia 5ta. Costa.