Las historias de la caminata a Lo Vásquez
Llenos de fe, ayer comenzaron a viajar los sanantoninos hasta Casablanca para agradecer a la Virgen.
Son las 14 horas y el sol pega fuerte en la carretera que une Algarrobo con Casablanca.
De a poco los peregrinos enfilan rumbo a la Virgen de Lo Vásquez para celebrar a esta figura religiosa. Serán miles de fervientes feligreses que llegarán hoy hasta el santuario caminando para agradecer o pagar una manda.
Este es el caso de Carmen Cáceres y su hijo Luis Olivares (16), quienes ayer transitaban a pie por la ruta F-94, más conocida como el Nuevo Camino Costero.
"Nosotros salimos a la una de la tarde desde San Sebastián. El viaje ha estado tranquilo y he visto poca gente. Hemos descansado tres veces para comer plátano y tomar agua", contó la mujer pasada las 17 horas de ayer.
Carmen confesó que "hace cinco años tengo a mi hijo mayor privado de libertad. Que esté con vida es un regalo cuando se está en ese mundo. Por eso vamos a agradecer y pedir: para que la Virgen proteja a mi hijo y por su pronta libertad. También le pido para que me dé fuerza en este momento, porque yo siento miedo, angustia por la vida de mi hijo. Sé que en cualquier momento le puede pasar algo", afirmó.
Pese a que Luis ayer no despertó muy bien de salud, igual quiso acompañar por tercera vez consecutiva a su mamá.
"Igual es una experiencia entretenida. Mi mamá ha venido cinco veces para acá, yo solo tres, pero lo disfruto mucho. Cuando llegas al santuario te sientes bien", agregó el hijo menor de Carmen.
"Esperamos llegar como a las dos o tres de la mañana. Pasaremos a comprar algo en el primer negocio que pillemos y seguiremos el viaje", comentó la mujer.
Por la salud
A eso de las 18 horas, Luis Llanos, su hijo Bryan Llanos (22) y Felipe Vermeersch (16) estaban sentados a un costado de la carretera que une Lo Abarca con el Nuevo Camino Costero.
Bajo la sombra se hacían masajes en sus piernas para continuar con la travesía que tiene cerca de 52 kilómetros desde San Antonio al Santuario de Lo Vásquez.
Con un juego de durazno en mano, Luis comentó que viaja hace más de 14 años a pie para rendirle tributo a la Virgen.
"Lo hago para no perder la fe y, además, con mi hijo teníamos mandas. Él cuando era chiquitito estuvo a punto de morirse. Le recé harto a la Virgen y se salvó. Hace 14 años que voy a pie y él después me empezó a acompañar", detalló el padre.
Bryan añadió que "soy bien creyente en Dios. La fe me mantiene bien. A mí me han pasado hartas cosas de enfermedades y en todas pude salir adelante. Por eso voy donde la Virgen".
Felipe es amigo de Bryan y quiso conocer en primera persona cómo es la experiencia de llegar hasta Lo Vásquez caminando.
"El viaje ha estado bueno. Igual es cansador pero se ha hecho entretenido venir con mi amigo y su papá. Esperemos llegar bien", dijo Felipe antes de retomar la caminata que los llevaría hasta la Virgen de Lo Vásquez.