Padece de cáncer y solo pide que le den permiso para vender lechugas
Juan Cartagena no tiene otra forma de subsistir más que con la venta de hortalizas en la carretera. Sin pensión, con su madre enferma y él fuera del tratamiento contra el cáncer que padece. Ahora no le quieren dar permiso municipal para dejar de estar como ambulante.
A Juan Cartagena se le puede ver a un costado de la carretera, con una lechuga en la mano y el bastón en la otra, junto a su camioneta roja llena de lechugas. Tres por mil pesos es el precio. Lo que no sabe quienes les compran, es que desde hace un tiempo que está sin el permiso municipal correspondiente para poder vender.
Cuando fue a la municipalidad, la respuesta que recibió no cabía en la cabeza de este hombre, que padece cáncer desde hace algún tiempo. "Lo único que pido es que me dejen pagar el permiso, yo quiero trabajar honradamente, y en mi actual condición, no puedo tener otro trabajo. Tuve que vender el auto que trabajaba de colectivo porque tuvo una falla que no pude costear, además mi mamá cayó enferma y había que apoyarla en el tratamiento".
-¿Y que le dijeron en la municipalidad?
-Una mujer me tuvo como una hora esperando atenderme. Cuando me acerqué a ella para preguntarle cuando sería mi turno, me dijo que no me atendería porque ya no se daban ese tipo de permisos, sin ninguna explicación.
Desesperación
Juan insiste que esta situación lo tiene más que desesperado, porque lo único que espera es poder trabajar de forma honrada. "Saco de 50 lechugas diarias, tengo miedo de que vengan y me las quiten. Con eso apenas alcanza, porque hay que hacer almuerzo todos los días". Juan dice que no necesita que la municipalidad le regale nada: solo quiere que le den el permiso para poder trabajar tranquilo, sobre todo ahora que viene la época estival. " El permiso cuesta como nueve mil pesos. Yo pagaba de a dos meses juntos, pero luego me enfermé y no pude seguir vendiendo. Ahora que puedo retomar mi negocio, no me están dando la posibilidad.