Carina Cabrera Aballay
Tras nueve días las trabajadoras de la Fundación Integra de la provincia de San Antonio depusieron el paro en demanda de mejoras salariales y laborales al Gobierno.
La delegada provincial del Sindicato Nacional de Trabajadores Integra (Sinati), Claudia Ferrada, señaló que "a nivel nacional se realizó una votación para ver si aceptábamos la propuesta del Gobierno y hubo un rechazo total a esta. A pesar de esto, tuvimos que deponer las movilizaciones, ya que el Ministerio de Hacienda señaló que el presupuesto 2019 estaba cerrado y que no iba a negociar más con nosotras".
Según Ferrada, "pedíamos un reajuste del 6%, pero debido a la negación del Gobierno nos quedamos con el piso inicial de un 1,5%, que es la nada misma. Frente a esto hay un descontento de todos los trabajadores de la fundación".
"Sentimos mucha impotencia por el resultado de las movilizaciones. En el Congreso en cinco minutos los diputados y senadores se suben millones el sueldo ¿y por qué para la clase obrera no tienen recursos?", se cuestionó la dirigente local, quien informó que les descontarán la mitad de los días que estuvieron en paro.
Además del reajuste, Ferrada explicó que "se logró la contratación de 120 educadoras más a nivel nacional y un bono de término de conflicto, más otros beneficios".
Disminuir la brecha
Ferrada indicó que uno de los motivos de este paro fue la brecha salarial entre la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) e Integra. "En general, tenemos un sueldo base similar, pero en Junji las funcionarias reciben muchos bonos anualmente y nosotras recibimos dos anuales, por lo que ellas superan con creces nuestros salarios".
-¿Cuál es la diferencia de salario entre ambas instituciones?
-Respecto a las técnicos en educación parvularia y las auxiliares de servicio la diferencia no es tan grande, pero la brecha aumenta en las educadoras de párvulos y las directoras. Una educadora Junji gana alrededor de $200 o $300 mil más que una profesional de nuestra fundación.
Infraestructura
Otro tema que preocupa a las trabajadoras es la infraestuctura de los establecimientos de educación inicial.
"El año pasado éramos ocho jardines a nivel provincial y hoy somos once, tras la inauguración de tres jardines que están en condiciones óptimas, con infraestructura y materiales educativos nuevos. Pero varios de los otros están desde los años 80 y tienen problemas a causa de su antigüedad", sostuvo.
Ferrada agregó que "necesitamos una infraestructura acorde y material adecuado para los niños. También hay una falta de capacitación para las educadoras sobre temas como la educación a niños con capacidades distintas".
-¿Tienen alguna otra falencia?
-La Fundación Integra envía poco material de aseo y didáctico, porque el presupuesto gubernamental es bajo. Debemos suplirlo solicitándole a los apoderados ayuda para el material de aseo, y elaborando material didáctico.
Más técnicos
Las trabajadoras también se movilizaban para exigir mayor dotación en los niveles medios menores (de dos a tres años). "En este nivel ahora no se puede dejar fuera a ningún niño que no controle esfínter, lo que ha implicado una sobrecarga laboral para las técnicos, quienes deben hacer hasta 20 mudas al día de niños que pesan alrededor de 20 kilos, lo que les genera, además, dolores en la espalda".
Sobre qué paso seguirán las trabajadoras de la institución, Ferrada expresó que "el directorio de Sinati indicó que las negociaciones continuarán el próximo año para avanzar en las mejoras que necesitamos".
Retorno al aula
El viernes, algunos de los jardines infantiles de la provincia volvieron a atender a los niños, mientras otros lo harán hoy.
"Retomamos nuestras labores el viernes. Hubo jardines que comenzaron de inmediato a recibir niños y otros realizaron ese día la sanitización del establecimiento para retornar con normalidad este lunes (hoy). Al menos eso nos alegra, volver a ver a nuestros niños", dijo Claudia Ferrada.
1,5 por ciento de reajuste obtuvieron las trabajadoras quienes exigían además contratar más personal y mejorar la infraestructura.