El bailarín que quiere entregar su danza a la comuna de San Antonio
Renato Montoya comenzó en la disciplina a los cinco años. Ahora desea agradecer y devolver el apoyo a la ciudad que lo vio surgir y crecer en el ámbito profesional.
Renato Montoya (36) comenzó a bailar a los cinco años. Dice que todo ocurrió como una casualidad cuando "en el colegio tuve que bailar La Trastrasera. Ahí supe que quería hacer esto el resto de mi vida".
El tiempo fue pasando y el amor por la danza de este bailarín profesional y coreógrafo fue creciendo cada vez más.
Después de ese primer encuentro con La Trastrasera, empezó a tomar clases de ballet en el gimnasio Montemar con la profesora Renee Malbec.
"De a poco fui teniendo más capacidades. Ya a los 14 años comencé a ir a clases a Santiago. Ahí empecé a participar en el Bafochi (Ballet Folclórico de Chile) y el Bafona (Ballet Folclórico Nacional)", relata el sanantonino.
Previo a sus estudios en Santiago, Montoya creó un ballet con cerca de 10 sanantoninos que se llamaba Lider Dancing.
"Estudiaba en el Liceo Fiscal e hicimos este ballet con el que nos presentábamos en las competencias estudiantiles de la Disco Show. Llegamos a eso porque se nos ocurrió participar en una competencia de dobles de Britney Spears y ganamos", recuerda, entre risas, en su estudio del sector de Barrancas.
Tras ganar el concurso, él y el resto de los integrantes de Lider Dancing fueron contratados para ser parte del ballet de la clásico Disco Show. El grupo se presentaba cada vez que el centro de eventos traía a algún artista de renombre.
"Ahí estuvimos entre seis y siete años siendo el ballet estable de la disco. Bailábamos en distintos eventos y de ahí empezamos a viajar. Íbamos a competiciones de programas de televisión a Santiago, por ejemplo. Nos fue súper bien", comenta el bailarín.
Sin embargo, los integrantes comenzaron a crecer y también a estudiar, por lo tanto, los Lider Dancing se tuvieron que separar.
San Antonio
A los 14 años, cuando inició sus estudios en la capital, Montoya ya participaba en el Bafochi y también era parte del Ballet Folclórico de San Antonio (Bafosan).
-¿Cuáles han sido sus presentaciones más destacadas?
-He tenido varias, desde el 2014 al 2016 estuve presente, bailando, en el Festival del Huaso de Olmué y en 2002 me presenté en el Festival de Viña del Mar con Los Jaivas. Los conocí en una audición y ese mismo año fue el festival en el que participé con ellos. Esa fue, además, la última actuación del Gato Alquinta. Cuando él falleció, también participé de un homenaje en su recuerdo.
-¿Todo por una audición?
-Exacto, recuerdo que había un solo cupo para un bailarín y éramos muchos postulantes, pero quedé yo. Eso igual me asombró bastante porque yo era el muchacho que venía de un lugar pequeño como lo era San Antonio en ese tiempo y en el que no se había incursionado mucho en la danza.
Este egresado de Pedagogía en Educación Física y titulado en Pedagogía en Danza Contemporánea de la Universidad Arcis tiene claro qué es lo que quiere hacer en San Antonio.
"Este lugar a mí me ha entregado mucho. San Antonio tiene danza, pero le falta mucha aún y eso es lo que yo quiero entregar. De esta ciudad pueden salir muchos bailarines con una buena base", plantea Montoya.
-¿Por eso la decisión de abrir una escuela de danza?
-Sí, porque la danza es de las expresiones más bellas del alma y la gente tiene que saber expresarse. Además, hay que demostrar que la danza sí puede ser un arte inclusivo y no exclusivo para algunas personas.
La escuela de danza
La Escuela de Danza Renato Montoya nació en 2013 por la necesidad del bailarín de entregarle algo a la comuna.
"Cuando Lucía Menares era alcaldesa de la comuna, me apoyó mucho y por lo mismo siempre he estado tan agradecido de este lugar. San Antonio no solo me vio crecer como persona, sino que también lo hizo como profesional", afirma.
-¿Tiene muchos alumnos en su escuela?
-Tengo alrededor de 15 alumnas de entre cuatro y 76 años.
-¿Es una escuela solo de mujeres?
-No, somos una escuela mixta, como decía antes, hay que demostrar que la danza es inclusiva pero nunca hemos tenido a un chico aquí en un periodo largo. Teníamos a uno con mucho potencial, pero a sus padres los trasladaron de trabajo y tuvo que dejarnos.
-¿Qué técnicas se enseñan en la escuela?
-Enseño cuatro áreas de la danza que son ballet clásico, danza moderna, danza contemporánea y técnica de improvisación. Está todo enfocado para el que quiere aprender.
Fuera de San Antonio
Renato Montoya asegura que su familia fue un gran impulso y apoyo en su carrera artística.
"Cuando comencé a bailar y supe que no quería parar, ahí estuvo mi familia. Siempre me impulsaron a que hiciera algo que me hiciera sentir feliz y que me gustara", sostiene el también coreógrafo.
Su trabajo y profesionalismo lo han llevado a ser conocido incluso más allá de las fronteras del país.
-¿Solo realiza clases en San Antonio?
-No, también soy coreógrafo en el taller municipal de Cartagena. Estoy ahí hace 11 años y suelo tener poco más de 20 alumnos.
-¿Qué pasa con el extranjero?
-También hago clases fuera de Chile. Hace seis años soy profesor en Argentina, cada dos meses viajo por 15 días y hago clases. Me gusta cómo me conocen allá. De hecho, tuve la oportunidad de viajar a una presentación con mis damas elegantes (alumnas de San Antonio de más de 25 años).
-¿Cuáles han sido sus grandes apoyos aparte de su familia?
-Estoy muy agradecido de la Empresa Portuaria San Antonio, me ayudaron, por ejemplo, a financiar mi última gala "La piedra de la viuda", y también de Carmen Piñana, del gimnasio Bodyperfect que es donde está el estudio. Ellos me han ayudado mucho a que siga con la escuela en pie. Mis apoderados y alumnas son una parte importante de todo, porque han confiado siempre en este proyecto.
-¿Cuál cree que es el próximo proyecto para la escuela de danza?
-Este jueves (mañana) comenzamos con las inscripciones para el 2019 y nuestras clases serán los martes y jueves. Sin embargo, una de las cosas que quiero lograr es que podamos ir a Brasil a una competencia, pero todos, desde nuestras pequeñitas hasta las damas elegantes.
-¿Qué es lo más importante de la danza?
-Para mí la danza permite la liberación del alma. No hay algo que te muestre de manera tan real y pura a una persona que la danza.