Máxima tensión en la caleta por el bajo precio de venta de la merluza
Los hombres de mar alegan que existen "mafias" que operan para abastecer al mercado local.
Pasadas las 13 horas de ayer, tras una fiscalización efectuada por personal de la Armada, se registró un incidente entre pescadores y los marinos de la Capitanía de Puerto.
Testigos señalaron a Diario El Líder que el equipo de la Armada detectó que uno de los pescadores había llegado en su bote al muelle con un cargamento de patas de jaiba, por lo que los marinos lo citaron al tribunal e intentaron incautarle los dos sacos con dicho recurso. Sin embargo, muchos de los hombres de mar que allí estaban "defendieron a su compañero" e intentaron impedir la acción de los fiscalizadores. Eso provocó tensión en el lugar y más de alguna escaramuza entre la autoridad y los pescadores, por lo que incluso se pidió apoyo de Carabineros.
Respecto a estos hechos, el capitán de Puerto de San Antonio, Sebastián Sepúlveda, explicó a Diario El Líder que en el lugar se llevó a cabo una fiscalización y que, ante eso, algunas personas procedieron "a defender al infractor". Agregó que el asunto no pasó a mayores y que finalmente el pescador que tenía los sacos de jaiba quedó citado al tribunal.
El tema de fondo
Cristián Miranda, presidente de la Federación de Pescadores Artesanales Quinta Región Sur, no quiso referirse en específico al problema que se generó ayer en la caleta con la fiscalización al pescador infraccionado. A su juicio, el tema de fondo es que "el kilo de merluza lo estamos vendiendo a $300 debido a la pesca ilegal que llega de la Séptima Región, eso es lo que estamos reclamando y hemos tocado muchas puertas para que nos den una solución".
Miranda añadió que "nos dan duro con la fiscalización pero a San Antonio sigue llegando pesca ilegal. Es inconcebible que el kilo de merluza esté a $300 porque los gastos de una embarcación que sale a pescar son cercanos a los $60.000". Por lo mismo, el dirigente exigió "más fiscalización a los camiones que llegan de afuera".
Luis Contreras, presidente de la Corporación de Desarrollo de la Pesca Artesanal Puertecito, confirmó que la única medida efectiva para subir el precio de la merluza es aumentar la fiscalización. "La pesca ilegal llega en los horarios en que no hay fiscalización", apuntó al señalar que algunos cargamentos "vienen con los documentos sanitarios para pasar en forma legal desde la Séptima Región a acá, pero lo que están haciendo es un blanqueo de la pesca". Acusó que en San Antonio operan mafias que "llegan acá con el pescado (ilegal)".
Sobre el incidente ocurrido ayer en la caleta, este dirigente enfatizó que los pescadores viven una profunda crisis y muchos ya no saben qué hacer para obtener ganancias. "En tres semanas yo he ganado $32.000 y quién sobrevive con eso", confesó Contreras al insistir que "a nosotros nos cargan la mano con la fiscalización pero a quienes trabajan mal los premian".
Juan Ibarra, socio del Sindicato de Pescadores Rincón de Puertecito, dijo que lo ocurrido ayer entre pescadores y marinos "es la consecuencia de que ya no se puede trabajar acá; a nosotros nos fiscalizan y la única forma de trabajar es así. Con el pescado a $300 el kilo, hay que rogarles que lo compren, y todo esto es por la pesca ilegal".
Mónica Astete, presidenta del Mercado Esfuerzo y Trabajo, negó que hayan comerciantes de este sector que compren pesca ilegal y resaltó que en cada inspección del Sernapesca se les pide los documentos que acreditan la procedencia del pescado.
"Si fuera pesca ilegal, a los que tendrían que fiscalizar es a los que ellos creen que traen el pescado", agregó Mónica Astete, quien explicó que cuando los pescadores sanantoninos no salen a pescar, los comerciantes del mercado deben comprar obligadamente a los intermediarios que arriban de otras regiones con recursos marinos extraídos legalmente.
"La pescada está tan barata porque salen todos los botes y el mercado se satura", declaró la dirigenta.