Luis Weinstein: el veterano siquiatra y pensador que creó la amistosofía
A sus 88 años, organiza todos los lunes, en Isla Negra, un taller que promueve el autoconocimiento y la integración social. Con 81 libros publicados, su iniciativa más querida, esa que une la amistad con la filosofía, lo mantiene viviendo como si el tiempo no pesara en su cuerpo.
Padre de tres hijos, abuelo de once nietos y bisabuelo de dos bisnietos, Luis Weinstein, 88 años, siquiatra, escritor y educador comunitario, aplica un método afectivo y a la vez reflexivo en sus charlas. En sus talleres motiva a los pupilos, con quienes se encuentra todos los lunes en la Casa Azul de Isla Negra, a reflexionar y así aprender a pensar. En sus dinámicas grupales hace visiones retrospectivas del día, motivando a sus alumnos a relacionarse con la realidad y, a partir de ahí, poder autodesarrollarse. "El 'yo' se trabaja todos los días. La ayuda mutua para crecer se ejercita una vez a la semana y, lo grupal, se hace una vez al mes. Trabajamos la coherencia, algo que hace falta en este mundo", comenta el octogenario siquiatra.
La relación de Luis Weinstein con el tema del desarrollo humano se enlaza con facilidad con ese interés por los otros, de nacimiento espontáneo, intuitivo, a través de una asociación muy temprana con lo político, nacional e internacional. "Nací en 1931. A los 5 años, el 36, hablaba en casa sobre la guerra española. A los 7, el 38, me declaraba partidario de Aguirre Cerda y el Frente Popular. A los 11 hice mi primer discurso ante familiares y amigos", rememora sobre su temprana inclinación hacia lo político y social.
Galardón mundial
En 2005 la Asociación Mundial de Médicos distinguió a Luis Weinstein como uno de los mejores doctores del mundo. "Los médicos dicen soy escritor y los escritores dicen que soy médico", acota entre risas. "Desde temprano tengo la tendencia a integrar, y desde muy temprano también, tengo la tendencia al asombro, como los niños chicos, que se preguntan dónde estoy, quién soy. Esa capacidad de asombro me dura hasta los 88 años, lo que me mantiene escribiendo y desarrollando trabajos comunitarios", explica acerca de su vitalidad.
Como médico siquiatra, se dedicó a la salud pública. Trabajó en el internado e hizo la tesis con el siquiatra filósofo Armando Rosas sobre vagancia infantil. Estuvo a cargo del equipo de salud mental de Quinta Normal. Se desempeñó en poblaciones marginales atacando el problema del alcoholismo en la adolescencia.
"En ese entonces hicimos un centro de higiene mental. También formamos el centro de Antropología Médico Social que en la Unidad Popular tuvo gran participación. Luego vino el golpe y los militares allanaron todo. Tuve que partir al exilio. Me fui a Argentina y a España, donde me trataron muy bien. En la década de los '80 retorné a Chile, donde ayudamos a reintegrar a los exiliados velando por su impacto social, cultural, humano y ecológico", recuerda.
Mágica isla negra
"El '86 me relaciono con Isla Negra y me gustó la idea de estar en un lugar donde era respetada la poesía. Así fui planteando conversaciones que buscaban complementar lo poético con lo prosaico. Los poetas no son sólo los artistas sino todas las personas".
Con ese mismo afán integrador, forma la Agrupación de Artistas Proecología de Isla Negra. "Somos autónomos y también pertenecemos a una identidad profunda. Buscamos desarrollar la capacidad de autoconducirse e ir más allá de lo que dice el sentido común prodominante. Así vamos ampliando el concepto de higiene, que finalmente es trabajarse uno mismo, no sólo es limpieza de lo material sino que también de la mente".
Los asistentes a los talleres que imparte Luis Weinstein son líderes culturales de la zona. Vienen de Las Cruces, Cartagena, Isla Negra. "En el taller de los lunes capacitamos a guías poéticos que buscan armonía entre lo poético y lo prosaico. He trabajado con una metodología especial, legitimada por el Ministerio de Salud, que busca compartir con el máximo número de personas una idea fuerza de conocimiento y colaboración", apunta.
Quienes se han embarcado por estos rumbos han dado curso a un proceso terapéutico de cambios y transformaciones personales, primando los valores de la amistad, el amor y la cooperación; y a nivel social, se constituyen como actores íntegros, más participativos en sus propios espacios, autocríticos y críticos, más democráticos.
"Vivimos instancias, islas de certeza, de conductas consensuales, rodeados por el mar de lo que no podemos conocer, del misterio del ser y del misterio del yo. Entremedio, experimentamos necesarios estado de ambigüedad, de ambivalencia, de duda, de extrañeza", reflexiona sobre los cambios que busca propiciar entre sus pupilos.
El veterano pensador
El recorrido de Luis Weinstein lo convierte en una voz autorizada para hablar de desarrollo de la condición humana en el último tiempo. Su búsqueda funde el quehacer siquiátrico con la creación poética y el compromiso social. Cuenta que en su niñez fue catalogado como poeta abstracto y con esa definición es como mejor se siente.
-¿Cómo ve el estado del desarrollo humano?
-Estamos en un tiempo en que el desarrollo humano se ve estancado porque la gente no está viviendo a fondo y no lleva una vida ecológica. La calidad de vida está empobrecida. Las nuevas generaciones están embelesadas con el consumo y sus emociones son superfluas. Un desarrollo incompleto, discordante, en que lo que hay en este momento es una verdadera 'utopía' tecnológica; lo fundamental, que es el autodesarrollo de las personas, ha quedado limitado, fragmentado, esquizofrénico, del lado de lo individual, de lo pragmático, de lo técnico, de lo inmanente, de lo separado de la naturaleza, y falta una visión de conjunto.
-¿Cuáles son sus próximos proyectos?
-Estamos organizando un encuentro internacional de pensadores que tendrá actividades en Bolivia, Cuba y Chile. Se trata de la Internacional de la Esperanza que se construye sobre la base de la amistad y la alegría. En este encuentro buscamos darle un valor político a la amistad que es el sustento del amor ético. Este análisis me llevó a plantear el concepto de la amistosofía, que comienza por decir gracias por existir. En mi largo recorrido conocí a un colega en Argentina, Julio Monsalvo. Paralelo al desarrollo de la amistosofía que yo estaba desarrollando en Chile , este pensador estaba planteando la alegremía al otro lado de Los Andes. En la Agrupación de Artistas Proecología le vamos a dar el Premio Naitun de este año y viene a recibirlo con una delegación de 32 personas. La idea es consolidar la amistosofía con la alegremía como movimientos que se sostienen en una red virtual de colaboración y respeto.
"El 'yo' se trabaja todos los días. La ayuda mutua para crecer se ejercita una vez a la semana y, lo grupal, se hace una vez al mes. Trabajamos la coherencia, algo que hace falta en este mundo",
"Los médicos dicen que soy escritor y los escritores dicen que soy médico",
Luis Weinstein
"Luego vino el golpe y los militares allanaron todo. Tuve que partir al exilio. Me fui a Argentina y a España, donde me trataron muy bien",
"Los poetas no son sólo los artistas, sino todas las personas",
Luis Weinstein