Ramón Molina: un patrimonio del folclor
A sus 68 años de edad, el conocido sanantonino recibió una distinción por su importante aporte la cultura de la ciudad puerto, sobre todo con su personaje de "Huaso Ramón".
Hace pocos días el sanantonino José Ramón Molina Fajardo fue galardonado con un premio que lo llenó de orgullo. La Mesa del Folclor, durante las celebraciones de su aniversario que se realizó en el gimnasio Montemar, lo nombró junto a otros músicos como Patrimonio Vivo del Folclor de San Antonio, debido a su aporte para que esta rama de la música chilena se mantuviera siempre vigente.
"Fue una sorpresa, porque ni siquiera pertenezco a la Mesa del Folclor. Me pidieron mis datos junto con mi trayectoria, así que escribí lo que había hecho en la música durante todos estos años y posteriormente me llamaron para invitarme a la ceremonia en el Montemar, sin saber que me iban a dar este reconocimiento. Me regalaron un cuadro grande, un diploma y un ramo de flores. Lo bonito es que también premiaron a otros clásicos del folclor como Juan Pérez, Guillermo Peredo, La "Pita" Núñez, todos los que ya estamos peinando canas", afirma entre risas Ramón Molina, cuyo personaje bautizado como "Huaso Ramón", es el que le ha entregado más aplausos durante sus innumerables presentaciones.
"Ramón Molina es una persona, pero el querido 'Huaso Ramón' es diferente. Es un personaje con mucho humor pícaro, cuenta chistes y saca risas en sus presentaciones. Primero empecé con el dúo "Ramón y Ramón", posteriormente se llamó "Pedro y Ramón", hasta que un momento me vi trabajando solo y le puse "Huaso Ramón", con presentaciones en ese tiempo en diferentes locales nocturnos y restaurantes", detalla el sanantonino que nació en la población Juan Aspeé, de donde tiene los mejores recuerdos de infancia.
Juanaspino
"Llegué en la década de los cincuenta cuando tenía seis meses junto a mis padres René Molina Gutiérrez y Monica Edelmira Fajardo. Éramos ocho hermanos que vivíamos en calle Gabriela Mistral, cerca del área de la playa. En esos momentos era la población más grande de San Antonio y no tenía nada que ver a como está ahora lleno de contenedores", comenta con nostalgia. Ramón estudió hasta sexta preparatoria en el colegio Fernández León, para posteriormente ingresar a trabajar y así ayudar en el hogar.
-¿En qué trabajos se desempeñó a esa edad?
-Tenía once años y qué no hice: lustrabotas, vendedor de diarios, iba al muelle a ayudar a los marinos, entre otras cosas. Como mi padre trabajaba en la construcción teníamos que ayudar todos los hermanos, así que para nosotros era normal no terminar el colegio para trabajar. De hecho, yo saqué el cuarto medio a los 23 años en la jornada nocturna del Liceo Fiscal. Incluso estuve después un año estudiando en Puerto Montt la carrera de técnico en pesca, pero no me resultó porque después me cambié a Publicidad que me llamaba la atención.
Mueblista
De vuelta en San Antonio tras su experiencia universitaria en Puerto Montt, Ramón Molina comenzó a trabajar en la instalación de letreros publicitarios en diferentes negocios de la ciudad puerto.
"Estuve un buen tiempo haciendo carteles comerciales en Llolleo, Barrancas, San Antonio, hasta que fue el terremoto de 1985 y quedé cesante, ya que todos los carteles quedaron en el suelo", acota.
-¿Qué hizo para reinventarse en lo laboral?
-Siempre estuve ligado al trabajo de la carpintería, podría decir que lo llevo en la sangre. Trabajé con mi padre en la construcción, ya que era carpintero, más que nada en terminaciones de puertas y ventanas, y ahí fue que aprendí el oficio, aunque yo después quise ir especializándome y así fue como llegué a la mueblería. Lo mejor es que gracias a este oficio incluso pude trabajar como paradocente enseñando mueblería en la Escuela Industrial, entre 1985 y 1995, y en la escuela de Gendarmería entre 1994 y el 2008. Y paralelamente realicé durante veinte años talleres para las mujeres pertenecientes al Prodemu. Actualmente tengo mi clientela que me conoce desde hace años y entre los trabajos que piden están los muebles de cocina, clósets de dormitorio y muebles a la medida para casas o departamentos.
Pasión por la música
Ramón Molina reconoce que desde pequeño se sintió atraído por la música, su gran pasión.
"Me gustaba escuchar música y cantar y en la escuela Fernández León me apoyaron harto. La primera canción que canté fue 'Felicidad' de Lucho Oliva, me acuerdo hasta el día de hoy", cuenta el artista que conformó a lo largo de sus 68 años de edad (1 de marzo de 1951) grupos tales como Semblanzas Campesinas, Los Romanceros de Chile, Reminiscencias, Wurlitzer Band, entre otros. Además, fue locutor de la radio Sargento Aldea y creador de los conjuntos folclóricos de apoderados del colegio Gabriela Mistral y del Instituto del Puerto.
-¿Cómo recuerda el folclor de antaño?
-Se tocaba mucho más, y en las radios se escuchaban tonadas de los hermanos Campos, Los Perlas, entonces sonaban esos ritmos todo el día. Aunque con los años eso fue cambiando y me acuerdo cuando me contrataban para Fiestas Patrias, que después ponían una hora de cumbia y apenas 15 minutos de cuecas o música folclórica. Por eso es que yo peleó para que se mantenga viva la música tradicional.
-¿Tiene algún agradecimiento para la gente que lo conoce de todos estos años dedicado a la música?
-Les agradezco a todos los que compartieron conmigo, sobre todos los que recibieron mis clases en los talleres y también los que integraron los grupos de música con los que compartí. También agradecer a los que me acompañan con el grupo Vinilo, con quienes llevamos 30 años recreando los clásicos de la Nueva Ola. Y también agradecer al grupo de tango Milonga Callejera, donde canto tangos.
Apoyando a la pavimentación de las calles de san antonio las bodegas
Actualmente Ramón Molina está preocupado junto a los vecinos de la población San Antonio Las Bodegas de encontrarle una solución al problema de las calles sin pavimentación. "De los 27 años que lleva la población que estamos luchando por que las calles puedan ser pavimentadas, ya que las amortiguaciones de los vehículos no dan para más. Esta semana nos reunimos con el core Jorge Mora con quien intercambiamos ideas sobre esto que nos pasa como vecinos. Yo vivo en calle Espolón y necesitamos también que este problema se sepa", admite José Ramón Molina.