Mónica Jorquera Escobar
Un juicio que dejó "helados" a los asistentes por lo estremecedor del caso, se desarrolló en el Tribunal Oral en Lo Penal (TOP) de San Antonio.
El Ministerio Público logró demostrar en el proceso que el acusado fue el autor del delito de violación en contra de su hijastra, a quien dejó embarazada a los 12 años.
Durante el juicio se entregó una serie de pruebas para argumentar que el imputado, un hombre de 62 años, había violentado a la víctima desde los 11, cuando vivían bajo el mismo techo.
El antecedente más potente e irrefutable fue el resultado de los exámenes de ADN, que reveló que efectivamente el acusado es el padre biológico del hijo de la afectada.
"Contamos con el testimonio de la víctima, de testigos de oídas, con peritos sicológicos y peritajes de ADN, con lo cual se pudo demostrar el delito que perseguía el Ministerio Público: violación impropia reiterada", informó el fiscal del caso, Álvaro Mansilla.
Dura pena
Frente a los hechos expuestos durante el juicio, que duró dos días y medio, la terna de jueces, compuesta por Olga Fuentes (presidenta), Mauricio Aguilar y Christian Ramírez, encontró culpable al acusado y lo sentenció a 20 años de cárcel.
Esta gran cantidad de tiempo tras las rejas, explicó el fiscal Mansilla, se alcanzó porque el ilícito fue reiterado y porque "se consideró el agravante de que el acusado estaba al cuidado de la niña cuando cometía los delitos, que se extendieron desde 2012 a 2014, cuando él era pareja de la madre de la víctima".
En el desarrollo del juicio, el acusado, cuyo nombre se mantendrá bajo reserva para proteger a la propia víctima, testificó que sí había mantenido relaciones sexuales con la niña, pero que fue solo en dos ocasiones.
Esta confesión no fue considerada por el tribunal como atenuante de colaboración.
Diligencias
La denuncia por la violación se realizó en abril de 2014.
Y que el juicio se haya realizado cinco años después tiene una explicación. Esto porque el imputado se mantuvo oculto en distintas localidades del país para evitar su detención.
Según recabó la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores de la PDI, el condenado por violación estuvo escondido en la Novena y Décima regiones. Incluso vivió debajo de un puente para no ser detectado por la policía.
"El trabajo de la Brisexme fue constante. Se trasladaron al sur del país, realizaron escuchas telefónicas y varias diligencias que permitieron que el año pasado lo detuvieran en la localidad de Tiltil, en la Región Metropolitana", destacó el fiscal Álvaro Mansilla.
La defensa del acusado tiene un plazo de diez días para presentar un recurso ante la corte de Apelaciones de Valparaíso que deje sin efecto el fallo del TOP.
"Contamos con peritos sicológicos, con peritajes de ADN, con lo cual se pudo demostrar el delito que perseguía el Ministerio Público",
Álvaro Mansilla,, fiscal del caso